Conmoción en Buceo: joven imputado mezclaba su pasión por los "fierros" con trabajos de limpieza de piscinas

La fiscal Silvia Pérez dijo que en el momento del accidente fatal el imputado corría en su auto BMW una picada contra otros dos vehículos

Restos de auto tras choque que dejó dos muertos en Buceo.
Restos de auto tras choque que dejó dos muertos en Buceo.
Foto: Eduardo Barreneche.

Miguel (nombre ficticio) trabaja desde los 16 años con su padre en una empresa de limpieza de piscinas. El joven, de 26 años, domiciliado en el barrio Carrasco Norte, fue formalizado este martes por la Justicia por protagonizar un accidente fatal el domingo 25 donde murieron dos personas en el Buceo.

Eran las 17:00 horas de este martes. La sala de espera del Juzgado Penal estaba muy iluminada y casi vacía. Con lágrimas en los ojos, el padre de Miguel se agarraba la cabeza sentado en una silla de la sala de espera. No podía dejar de mover sus manos callosas. No paraba de murmurar sobre qué destino le iba a deparar a su hijo luego de la audiencia judicial que estaba por comenzar.

A unos 30 metros de allí, en el celdario, Miguel aguardaba el inicio de la audiencia. Conversó algunas palabras intrascendentes con el policía de guardia. Como todo joven, Miguel lucía un corte de pelo rapado en los costados (degradé), algo de barba, una remera blanca, de manga larga, jeans y championes de conocidas marcas. El joven se veía calmado.

Un operador judicial comentó que era probable que todavía estuviera en shock por las dos muertes o que se había preparado para lo peor en la audiencia que iba a comenzar en minutos.

Restos del auto donde se produjo el accidente en Buceo.
Restos del auto donde se produjo el accidente en Buceo.
Foto: Eduardo Barreneche.

"Mi hijo trabajaba parejo conmigo. A él le sobraba todo su sueldo porque con su madre lo vestimos y alimentamos. Así se fue comprando sus autos. Primero un cachilo. Luego lo entregó por otro y fue mejorando. Pagaba las cuotas con sus sueldos. A los jóvenes siempre les gustan los autos", explicó el hombre y luego empezó a llorar por lo bajo.

Enseguida al padre le vino a la mente la imagen del accidente donde perdieron la vida Jorge Bado (65) y su pareja Mónica Martínez (57). "Mi hijo me llamó por teléfono y me dijo que había tenido un accidente. Nada más. Salí de mi casa y en un rato estaba en el Buceo. Si él mató a dos personas, que lo pague", expresó.

Luego dijo que esperaba clemencia por parte de la jueza del caso, Mercedes Reyes. "Espero que no lo envíe a una cárcel donde lo corrompan con drogas y violaciones", afirmó el padre mientras se sacudía las lágrimas.

En su página de Facebook, se observa que Miguel ama a los autos y las motos. Viste buenas ropas y muestra fotos de autos modernos y potentes y una moto, modelo deportivo, de 1.000 cilindradas.

La formalización

En la audiencia, la fiscal Silvia Pérez dijo a la jueza Reyes que iba a pedir la formalización de la investigación contra el joven como presunto autor de dos delitos de homicidio a dolo eventual.

Según el relato de la fiscal, Miguel circulaba en su auto BMW por bulevar José Batlle y Ordóñez en dirección a la rambla a una velocidad no inferior a los 120 kilómetros por hora.

"Se trataba de una picada entre tres vehículos: dos BMW y un Volkswagen Vento. Los autos se desplazaban muy próximos uno del otro", sostuvo la fiscal Pérez.

Según una filmación, Miguel observó al auto Chevrolet, modelo Classic, de las dos víctimas que cruzaba el bulevar por la calle Neyra. El joven hizo un cambio de luces para advertir su presencia y luego dobló el BMW hacia el carril del cantero en un supuesto intento por esquivar el Chevrolet por su parte trasera.

Sin embargo, no lo logró. El BMW impactó de lleno en el Chevrolet y luego el auto de las víctimas dio contra una columna del alumbrado público, según consta en la filmación. Ambas víctimas fallecieron poco después.

La fiscal Pérez anunció en la audiencia que iba a pedir la prisión preventiva para Miguel por existir riesgos de entorpecimiento de la investigación y de probable fuga. Agregó que una tercer persona que participó en la picada continúa prófugo.

La investigación de la Fiscalía determinó que existía un vínculo entre Miguel y los otros dos conductores, porque partieron del mismo lado e iban en dirección a la rambla del Buceo a gran velocidad, según la fiscal.

"Considero que sí hay peligro de fuga del imputado. El accidente provocó la muerte de dos personas. Será investigado por dos homicidios en dolo eventual. Esa imputación tiene una pena grave", explicó la fiscal a la jueza Reyes.

El Código Penal para ese tipo de delitos establece una sanción máxima de 12 años de penitenciaría.

Al mismo tiempo, insistió la fiscal, el imputado optó por circular a alta velocidad —superior a 120 kilómetros por hora— en una vía de tránsito con carteles que indican que la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora.

Marcos Prieto, el abogado del joven, discrepó en la audiencia con la Fiscalía acerca de que su defendido podría incurrir en un entorpecimiento de la investigación y reclamó que la medida de prisión preventiva se modificara por prisión domiciliaria.

Según Prieto, su cliente percibe $ 60.000 mensuales por su trabajo en la empresa de limpieza de su padre, por lo que "tampoco se puede hablar de riesgo de fuga con ese dinero".

En otro tramo de la audiencia, la fiscal afirmó que la Policía buscó a otro vehículo que participó en la picada, el cual fue abandonado a tres cuadras del lugar del siniestro por su conductor. Agregó que también se pretende indagar al mecánico de los autos involucrados en la picada.

En esa esquina del Buceo ya ocurrieron otros siniestros de entidad.
En esa esquina del Buceo ya ocurrieron otros siniestros de entidad.
Foto: Eduardo Barreneche

"Uno de los participantes de la picada se fue de la escena. Después dijo que lo hizo porque tenía temor (a eventuales represalias). Esa persona también sabía que iba a una velocidad elevada y por eso dejó el auto a tres cuadras del lugar del accidente", reiteró la fiscal.

Al finalizar la audiencia, la jueza Reyes hizo lugar a la prisión preventiva de Miguel por 60 días. La medida vence el 26 de julio de 2025. El abogado Prieto pidió a la jueza Reyes que envíen al joven a establecimiento de Florida. La magistrada tramitó el pedido.

El 12 de marzo de 2024, Miguel publicó una postal premonitoria en su Facebook. Encima de una imagen de una cama ordenada y una pequeña portátil encendida, se leía: "Ten fe, no prisa".

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