El Pit-Cnt comienza el próximo jueves de mañana en el Palacio Peñarol su XV Congreso. Este será escenario de un realineamiento de sus corrientes internas. Los grupos Articulación (moderado), En Lucha (que responde al vicepresidente del Pit-Cnt, José Lorenzo López) y los sindicalistas comunistas elaboraron un documento junto con el dirigente Sergio Sommaruga, del sindicato de la educación privada, quien cobró protagonismo por su encendido discurso el pasado 1° de mayo.
En tanto, un grupo de seis sindicatos, entre los que se destaca la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social, presentará otro documento que enfatiza en la “independencia de clase” y en que no se debe constituir un bloque con el actual gobierno. Los dos grandes grupos coinciden sí en reducir la jornada laboral para el tercio de los asalariados que, entienden, trabajan demasiado.
En el Congreso van a participar 1.173 congresistas de 67 filiales. Articulación es fuerte en el sindicato del comercio (Fuecys) y en la Federación Uruguaya de Magisterio; el Partido Comunista controla el Sunca (construcción) y la Untmra (metalúrgico); y, En Lucha, a la Confederación de sindicatos estatales (COFE) y al gremio de la bebida (la FOEB).
Las corrientes mayoritarias elaboraron el documento denominado “Aporte al XV Congreso del Pit-Cnt”, al que accedió El País, de tono conciliador hacia el nuevo gobierno.
Diferencias
Una gran diferencia entre los documentos, por ejemplo, es que los sindicatos minoritarios proponen eliminar las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP), mientras que los mayoritarios, si bien insisten en la propuesta rechazada el año pasado en votación popular de fijar la edad mínima de retiro de los trabajadores a los 60 años y en que no haya ninguna jubilación inferior al salario mínimo nacional, no plantean claramente eliminar las administradoras.
“La seguridad social debe ser un mecanismo de protección social, no un negocio para los bancos y las AFAP. Hoy los recursos de la seguridad social están siendo manejados como una mercancía y la clase trabajadora está pagando el precio. Es urgente que desacoplemos la seguridad social del lucro financiero”, dice el texto.
Con respecto a la reducción de la jornada laboral, las dos grandes corrientes coinciden más. El grupo minoritario quiere llevarla a 40 horas semanales en todos los sectores de actividad sin pérdida de salario. El mayoritario plantea idéntico objetivo y considera que ese tope “implica reducción inmediata de la jornada laboral para la tercera parte de los asalariados de nuestro país que aún trabajan más de 40 horas semanales e incluso más de 48, con jornadas extenuantes”.
Los tres grandes grupos del PIT quieren que los aspectos específicos de este cambio se implementen a través de la negociación colectiva adaptándolo a cada sector y con gradualidad. “Con su jornada laboral de 48 horas semanales y 8 horas diarias, Uruguay es de los países del mundo con jornada de trabajo más extensa y en donde menos se han dado avances sustanciales desde hace un siglo”, dice el texto mayoritario.
Hay matices en la mayoría. Javier Díaz (comunista, Sunca), López y Milton Castellano (Fuecys, Articulación) propusieron que la central conciba su acción “en el cuadro de un bloque histórico que tiene dimensiones, económicas, sociales, políticas, culturales, productivas, de valores”.
Sommaruga quiso que se pusiese negro sobre blanco que “la independencia de clase no significa ausencia de coincidencias programáticas y/o circunstanciales entre las organizaciones políticas y las organizaciones sociales”. Y añadió que “no significa que las personas no puedan tener su militancia partidaria al mismo tiempo que la sindical”. “Tampoco significa que sea lo mismo un gobierno progresista que uno encabezado por la derecha herrerista”.
Las fuerzas dominantes del PIT dejan claro de qué lado se alinean entre los dos grandes bloques políticos existentes. “Nuestra lucha contribuyó centralmente a generar las condiciones para que hoy podamos actuar en un momento político de un nuevo carácter”, dice el escrito que, en otro pasaje, señala que la victoria en 2019 de Luis Lacalle Pou genero “desazón” al movimiento sindical.
“El gobierno del FA que acaba de asumir representa un arco de fuerzas bien diferente a las del gobierno pasado que fue sin dudas representante directo del bloque de poder del gran capital”, sostienen. Y señalan que “cuando los representantes del gobierno pasado hablan de la recuperación del salario real, están saludando con sombrero ajeno”, ya que se atribuye esa mejoría a las luchas sindicales que lograron acuerdos por encima de las pautas salariales definidas por la anterior administración.
Bajo crecimiento
Al PIT le preocupa el bajo crecimiento de la economía local y lo atribuye a una matriz productiva inadecuada para acelerarlo. “Uruguay transita ya una década de escaso crecimiento económico (...) El problema estructural de fondo radica en que, dado el carácter primarizado y la escasa complejidad de nuestra matriz productiva, el crecimiento económico en Uruguay ha estado fuertemente condicionado por factores exógenos, como el ciclo de precios internacionales de las materias primas y el acceso relativamente fácil a capital en determinados contextos globales (...) Esta forma de crecimiento resulta frágil y genera, por su propia dinámica, las condiciones para una posterior contracción”, se señala. El PIT quiere un diálogo para diseñar una Estrategia Nacional de Desarrollo entre el Estado, las empresas y los sindicatos.
Gremios chicos se aferran a su trinchera
La Mesa Representativa del PIT está conformada por 48 filiales. Parte de la mayoría quiere que la formen entre 35 y 40. Pero los seis sindicatos minoritarios plantearon en su documento que se oponen a esa posibilidad porque ese ámbito les permite seguir haciendo escuchar su voz. “La elección de la Mesa Representativa es, ciertamente, materia de discusión del congreso. Nuestra postura en este tema sigue siendo la histórica; ningún sindicato que demuestre su intención de participar de la mesa representativa debe quedar afuera”, dice el texto. La mesa, dicen, “es la dirección entre congreso y congreso”.