Un hallazgo uruguayo sobre los amiloides abre nuevas puertas en el tratamiento del cáncer de vejiga

Este descubrimiento podría permitir el desarrollo de métodos de detección precoz, lo que sería fundamental, dado que actualmente no existen pruebas de detección temprana del cáncer de vejiga.

Compartir esta noticia
Microscopio.jpg
Persona utilizando un microscopio.
Foto: Flickr.

Un estudio publicado en la revista Scientific Reports revela una sorprendente conexión entre los amiloides, generalmente asociados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, y el cáncer, en particular el cáncer de vejiga. Este hallazgo, realizado por investigadores del Instituto Clemente Estable en colaboración con la Universidad de la República (UdelaR) y el Institut Pasteur de Montevideo, tiene el potencial de transformar las estrategias de diagnóstico y tratamiento de este tipo de cáncer.

Los amiloides son proteínas que, al plegarse de manera incorrecta, se agrupan formando estructuras tóxicas que dañan las células. Aunque su papel en trastornos como el Parkinson y Alzheimer está bien documentado, donde se les considera responsables de la degeneración neuronal, este estudio ha arrojado una perspectiva completamente nueva: en el cáncer, los amiloides parecen desempeñar un papel muy diferente.

La génesis del hallazgo

El descubrimiento tuvo su origen en una investigación sobre compuestos naturales con actividad antitumoral, liderada por Diego Alem, quien en su búsqueda de sustancias purificadas de bacterias antárticas había encontrado una molécula con potencial para eliminar células cancerígenas en cultivo. Sin embargo, lo que realmente sorprendió a los investigadores fue el mecanismo subyacente de esta acción. La clave estaba en los amiloides, que no solo atrapaban proteínas importantes para el funcionamiento celular, sino que al desarmarlos, las células tumorales morían.

Lucía Canclini, investigadora del Departamento de Genética del Instituto Clemente Estable, explicó a El País cómo este hallazgo les obligó a replantearse todo lo que se sabía sobre los amiloides. "Al principio, lo que sabíamos sobre los amiloides en enfermedades neurodegenerativas nos decía que eran 'los malos'. Pero, en el cáncer, los amiloides parecen hacer que las células tumorales sean inmortales, lo que da una ventaja a las células cancerígenas. Sin embargo, cuando se desarman, esas células mueren", explicó Canclini.

Amiloides.
Foto de microscopía de fluorescencia donde se ve una célula tumoral en rojo y los amiloides en verde.
Foto cedida a El País.

La hipótesis disruptiva

Según los investigadores, los amiloides en las células cancerígenas no son necesariamente "malos", sino que cumplen una función diferente. La hipótesis que proponen, la que simplifican como "hipótesis chupetín", sostiene que el problema no es solo que las proteínas se plieguen en forma de amiloides, sino que estos agregados inducen a otras proteínas importantes para el mantenimiento celular a unirse a ellos, volviéndolas inactivas. Al atraparse en los amiloides, estas proteínas dejan de ejercer su función normal, lo que favorece la proliferación descontrolada de las células cancerígenas.

Este proceso parece ser particularmente relevante en el cáncer de vejiga. "En los cánceres más malignos, hemos observado que los amiloides están presentes en mayor cantidad", señaló Canclini.

Implicaciones para el diagnóstico y tratamiento

El descubrimiento de amiloides en el cáncer de vejiga abre nuevas oportunidades para su diagnóstico y tratamiento. En primer lugar, su presencia podría utilizarse como un marcador para evaluar el estadio de la enfermedad. "Cuanto más avanzado está el cáncer, más amiloides se encuentran en las células tumorales", explicó la investigadora. Este hallazgo podría permitir el desarrollo de métodos de detección precoz, lo que sería fundamental, dado que actualmente no existen pruebas de detección temprana para el cáncer de vejiga, a diferencia de otros tipos como el de mama o próstata.

Además, los amiloides podrían convertirse en una diana terapéutica. Resultados adicionales del grupo mostraron que, al desarmar los amiloides, las células cancerígenas en cultivo morían. Este enfoque podría ser la base de futuras terapias dirigidas, especialmente para pacientes que ya se encuentran en etapas avanzadas de la enfermedad.

Colaboración y futuro

El proyecto ha involucrado a diversos grupos de investigación, tanto nacionales como internacionales. Además del Instituto Clemente Estable, participaron instituciones como la Facultad de Ciencias, el Hospital de Clínicas, la Facultad de Química, la Facultad de Ingeniería y el Cenur Nordeste de la Universidad de la República, así como el Instituto Pasteur de Montevideo. La investigación fue financiada por el Fondo Sectorial ANII-GSK, lo que permitió la colaboración con científicos de la farmacéutica GSK, quienes aportaron en la discusión académica de los resultados.

Para Canclini, esta investigación ha sido una oportunidad única de contribuir a la lucha contra el cáncer. "El cáncer es una enfermedad devastadora, y todos tenemos a alguien querido que lo ha sufrido. Este descubrimiento podría ser un paso importante en la búsqueda de nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento", indicó.

El cáncer de vejiga es el quinto más común en Uruguay y, lamentablemente, se diagnostica generalmente en etapas avanzadas, lo que complica tanto su tratamiento como el pronóstico. Las tasas de mortalidad son más altas entre los hombres, debido principalmente al tabaquismo, aunque también influyen factores genéticos y anatómicos. En este contexto, el hallazgo de que los amiloides podrían estar involucrados en el desarrollo y progresión de la enfermedad representa un avance significativo en la búsqueda de mejores opciones terapéuticas.

Científico en laboratorio
Científico usando microscopio en su laboratorio.
Foto: Freepik.

Conclusión

Los amiloides, en lugar de ser simplemente un factor de riesgo para enfermedades neurodegenerativas, podrían desempeñar un papel crucial en el cáncer, especialmente en el cáncer de vejiga. Este descubrimiento abre nuevas avenidas para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, y podría tener implicaciones en otros tipos de cáncer. El futuro parece prometedor para la investigación en esta área, que continúa revelando secretos aún desconocidos.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar