MSP anunció acceso universal y gratuito de tratamiento para aneurismas y malformaciones arteriovenosas

La incorporación de técnicas costosas, mediante el Fondo Nacional de Recursos, dejan a Uruguay como un "caso único" en el mundo, valoró el neurocirujano Roberto Crosa.

Conferencia del MSP.
Subsecretario de Salud Pública, Jose Luis Satdjian, y la ministra Karina Rando.
Foto: Leonardo Maine/Archivo El País.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció hoy el acceso universal de tratamientos de los aneurismas cerebrales y malformaciones arteriovenosas, que hasta ahora no estaban cubiertos por el sistema y costaban a los pacientes hasta US$ 40.000 cada intervención. Esto suponía un desembolso de un momento a otro de ese monto para los casos urgentes, de vida o muerte, o el inicio de engorrosos juicios de amparo para evitar una grave evolución clínica.

Los tratamientos, tanto en casos urgentes como coordinados, son cubiertos ahora en su totalidad por el Fondo Nacional de Recursos (FNR), tras la firma de un decreto por parte del presidente Luis Lacalle Pou el pasado 21 de enero. Esto supone la incorporación de intervenciones poco invasivas, sin necesidad de abrir el cráneo, al catálogo de prestaciones comunes a todos los prestadores de salud (PIAS).

El exministro de Salud Pública, el neurólogo Daniel Salinas, prometió en octubre de 2022 que los tratatamientos contra el ACV (accidente cerebrovascular) hemorrágico estarían disponibles desde febrero de 2023. Luego, su sucesora, la anestesista Karina Rando, declaró en noviembre de 2023 que lo estarían desde “la primera mitad” de 2024. Tras el anunció, que finalmente se hizo este lunes, la jerarca señaló: “No queríamos irnos de esta administración sin culminar ese debe, e hicimos un enorme esfuerzo con MEF y FNR, ajustando números”.

Salinas concretó en su gestión la inclusión al FNR de la trombectomía mecánica para el tratamiento del ACV isquémico hiperagudo, y quedaban pendientes los tratamientos de ACV hemorrágico. Un 85% de los casos son ACV isquémico, el resto son hemorrágicos, y de estos últimos entre el 5% y el 7% son por rotura de aneurisma y un 2% por un sangrado por malformaciones arteriovenosas, que requieren las técnicas ahora incluidas.

“A partir de hoy, los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos están incluidos en el FNR para cobertura universal de toda la población, de forma gratuita”, destacó la ministra Rando en conferencia de prensa. “Los juicios de amparo ya no van a tener que ser el proceso por el cual se hace esta solicitud, sino directamente a través del FNR”, destacó.

El subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjian, dijo a El País que el paso dado por esta administración es un “logro muy importante para la mejora de la salud” a nivel local, que permite dar “una cobertura completa ante un ACV isquemico o hemorrágico”, con tratamientos que suponen “mucho menos riesgo, daño y consecuencias” para los pacientes.

La titular del FNR, María Ana Porcelli, puntualizó que están disponibles desde ahora los formularios para solicitar los tratamientos, que se realizarán en el Hospital de Clínicas (Universidad de la República), Hospital Maciel (ASSE), Hospital de Tacuarembó (ASSE), Médica Uruguaya, Asociación Española, Círculo Católico y Sanatorio Americano, tras un llamado que realizó el MSP el año pasado.

Tanto para tratar los aneurismas, bultos que se generan por el debilitamiento de vasos sanguíneos y generan presión cerebral, como para las malformaciones arteriovenosas, se recomienda la embolización. Es una técnica no invasiva, costosa, que implica ingresar con un catéter, que va desde la ingle al cerebro.

Con este tubo se llega hasta el aneurisma y se lo rellena con espirales blandos de metal (coils) para cortar el flujo de sangre que genera bulto, cuya cantidad varía el costo final. Para las malformaciones se aplica la misma técnica endovascular, sin abrir la cabeza, pero se suelen hacer más de una embolización.

En Uruguay, hay 4.200 casos de ACV al año. Un tercio muere al término del primer año, otro tercio queda con secuelas invalidantes y el otro vuelve a su vida independiente, explicó el asesor de salud cerebral del MSP, Gastón Hayek.

El ACV es la primera causa de muerte en mujeres, la segunda en hombres y la primera causa de discapacidad en Uruguay.

El reconocido neurocirujano uruguayo Roberto Crosa, impulsor de esta medida, fue reconocido por el MSP por su trayectoria y empuje. Está al frente del Centro Endovascular Neurológico (CEN) de Médica Uruguaya, es profesor asociado de neurocirugía vascular de la Universidad de Carolina del Sur, así como coautor de más de 70 artículos publicados en revistas científicas, con formación en Francia, Alemania, Italia, España, Suiza, Estados Unidos.

“Creo que ahora hay un cambio en el paradigma en la atención y tratamiento de estos casos”, destacó Crosa al recibir un reconocimiento en manos de Rando, que destacó su carrera. En diálogo con El País, el médico destacó que “Uruguay queda muy bien parado en cuanto a la universalización del acceso a estos tratamientos”.

“La universalización con un FNR atrás, el Estado, que protocolice y haga que no importa quien seas vas a acceder a un tratamiento endovascular en el contexto de unas patologías más mortales, como el ACV, o previniendo que esto se provoque, creo que es un caso único en el mundo”, destacó Crosa. Y se preguntó, no obstante, por qué se “demoró tanto” el Uruguay para incorporar estas prestaciones —algo con lo que él insiste desde hace 15 años—, al tiempo que valoró la “tarea impresionante” de organizaciones como la Asociación de Personas con Enfermedades Cerebrovasculares (Apecv).

El médico calificó este paso como "un salto en derechos humanos”, considerando que “desde el punto de vista cerebral, que se rompa un aneurisma es de las peores cosas que pueden pasar, uno de los cuadros más graves de CTI”.

“Estoy emocionadísima, feliz” por este paso, dijo a El País la titular de Apecv, Gabriela Suárez.

“A partir de este momento, cualquier persona que sufra un ACV hemorrágico va a poder tratarse sin que le cobren los US$ 10.000, US$ 20.000, o más, que le cobraban hasta ahora”, destacó Suárez, quien debió pagar esta técnica hace 16 años. “Estoy viva, sana y sin secuelas”, añadió la activista. “¿Cómo esto no iba a estar en el PIAS?”, remarcó.

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