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Debut sexual: el 20% de los adolescentes uruguayos no usó anticonceptivos

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Pareja de adolescentes. Foto: Archivo

ESTUDIO

Dos de cada 10 adolescentes admitieron no haber usado métodos anticonceptivos en su debut sexual, en los últimos seis meses o en su última relación.

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Dos de cada 10 adolescentes admitieron no haber usado métodos anticonceptivos en su debut sexual, en los últimos seis meses o en su última relación. Eso a pesar de que nueve de cada 10 reconoce haber recibido información sobre su uso. Así lo evidencia un nuevo estudio de la Universidad de la República (UdelaR) y el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) que advierte que en Uruguay todavía no es momento de cantar victoria respecto a la caída del embarazo en adolescentes y los nuevos comportamientos sexuales de los más jóvenes.

Los embarazos entre las adolescentes uruguayas cayeron a la mitad en menos de siete años. Los implantes subdérmicos -métodos anticonceptivos de larga duración, de forma de escarbadientes, que van incrustados debajo de la piel- explican gran parte del éxito. Pero hay más: la sexualidad está dejando de ser un tabú, hay programas de educación sexual e información al alcance. Aun así, el libro Toma de decisiones y comportamientos sexuales en adolescentes, que el Instituto de Psicología de la Salud de la UdelaR presenta hoy a las 13 horas, muestra que el cambio de hábitos en la población y, sobre todo, su dimensión psicológica, no siempre acompaña el ritmo de las políticas públicas.

El debut sexual es un ejemplo. Una minoría (7%) de los adolescentes encuestados sigue reconociendo que se inició sexualmente por “presión de la pareja o prueba de amor”, porque “la mayoría” de sus amigos ya habían tenido relaciones sexuales, o admiten que en “realidad no querían tener” esa relación.

“La educación sexual y el acceso a información son relevantes. Pero, a su vez, el acceso a la información, por sí solo, no previene la toma de riesgos. Tiene un efecto, pero limitado”, explicó el doctor en Ciencias Sociales Nicolás Brunet, uno de los autores de la investigación. Muchos adolescentes, aun teniendo la información, “toman decisiones que no son las que quisieran o que no son las que más le convienen para su desarrollo futuro”. Parte de la respuesta a ese comportamiento más “impulsivo”, aclaran los académicos, está en el desarrollo y la preparación para la vida adulta. Según Brunet, ahora, en el contexto del COVID-19, “se está notando una línea sanitarista que tiende a culpar a los jóvenes por su comportamiento, pero el adolescente es, por su etapa de desarrollo, más propenso a la toma de riesgos excesivos en comparación a los adultos”.

Eso se traduce en que aquellos que prefieren las consecuencias inmediatas son los que declaran tener más parejas sexuales diferentes en los últimos tres meses, o los que menos se han cuidado con métodos anticonceptivos en su última relación.

Esa actitud de dejarse llevar por la recompensa inmediata, confirma la investigación, se incrementa cuando el adolescente está ante sus amigos o compañeros de clase. Aunque parezca una “obviedad”, el estudio de UdelaR y el Unfpa utilizó para estos hallazgos algunas técnicas de investigación poco habituales en Uruguay. A los adolescentes seleccionados se les entregó una notebook con ejercicios lúdicos. Uno de ellos consistía en inflar un globo virtual según la respuesta a preguntas, aunque el exceso podía conducir a que ese globo explotara. Esa técnica sirvió para medir actitudes, como la impulsividad sin atenerse a las consecuencias.

Distintos estudios en Uruguay muestran que, en los últimos años, los adolescentes no han variado demasiado algunas de sus conductas sexuales: aquellos que ya iniciaron sus relaciones sexuales lo hicieron, en promedio, a los 15 años. La mayoría prefirió el preservativo masculino para cuidarse y las creencias religiosas-familiares aún pesan.

En este sentido, concluyó Brunet, “la variable religiosa sigue siendo una de las que más inciden en la actitud que tomarían los adolescentes ante un hipotético embarazo”. Aquellos más proaborto son más proclives a interrumpir la gestación. En cifras: la cuarta parte haría ese corte, la otra cuarta parte no, y la mitad no sabe qué haría.

Abrazos a los nueve, debut sexual a los 15

Seis de cada 10 adolescentes consultados en la investigación de UdelaR y Unfpa experimentaron su iniciación sexual a la edad de 15 años cumplidos. Pero ese debut es solo la muestra final de un calendario de comportamientos “afectivo-sexuales”, como dicen los técnicos, que empezó en promedio, seis años antes.

Porque a los nueve años, según el estudio, los niños declaran darse los primeros abrazos o tomarse de la mano con aquellos con los que sienten una atracción sexual. A los 11 se dan, en promedio, los primeros “piquitos”. Con 12 años empiezan a “pasar tiempo solos”. A los 14 se dan el beso en la boca y se acuestan juntos con ropa. A los 15 años es cuando se acelera el comportamiento que desemboca en la primera relación sexual. Los varones suelen comenzar antes que las mujeres, dice el estudio.

Sin embargo, en los comportamientos de “alto contenido sexual” desaparecen las diferencias etarias. Tanto que el promedio del debut sexual “es similar” para ambos sexos. En ese inicio sexual, el nerviosismo es el sentimiento más frecuente: casi la mitad dice haberlo padecido. Una cuarta parte de los encuestados reconoce que sintió satisfacción, y en menor proporción se sitúan el dolor, la excitación y el miedo.

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