“Tengo 39 años y ya llevo 30 tomando. Es momento de parar”. Así se presentaba, casi diez años atrás —en entrevista para su libro biográfico “Hasta la última gota” (2013), de los periodistas Federico Castillo y Horacio Varoli— el exfutbolista Fabián O’Neill, quien este domingo falleció a causa de cirrosisprovocada por un alcoholismo crónico.
La noticia de la muerte de O’Neill disparó reflexiones en el ámbito del deporte y abrió la puerta a la reflexión de médicos, psicólogos y expertos en control de drogas al respecto de qué se ha hecho para evitar esta enfermedad y, qué cambios debería haber en los planos sanitario y educativo en pos de erradicarla.
En el caso del exjugador, el consumo excesivo de alcohol comenzó en la niñez; pero el suyo no es un caso aislado. "Las personas que comienzan a consumir antes de los 15 años alcohol de forma habitual tienen el doble de probabilidades de tener una dependencia al alcohol que aquellos que empezaron después de los 21 años", señaló a El País Héctor Suárez, coordinador del Observatorio Uruguayo de Drogas, de la Junta Nacional de Drogas (JND). "En otros países, han probado que eso se multiplica por cuatro comparándolo con mayores de 21 años y menores de 15 años".
Alcohol: la droga más consumida
El estudio más actualizado sobre el consumo de alcohol en Uruguay a nivel general proviene de la VII Encuesta Nacional en población general sobre consumo de drogas, del año 2018. Este estudio indica que el consumo de alcohol en Uruguay "se inicia a una edad promedio de 16,8 años", no obstante, al evaluar más recientemente en estudiantes liceales, con rangos de población más joven, han identificado que el consumo comienza a los 13 años.
El próximo estudio de este tipo se hará en el año 2023. La frecuencia de este informe está marcada por su alto costo, explicó Suárez.
"No vamos a encontrar algo muy diferente ahora cuando hagamos el estudio", estimó el especialista, al considerar que "no hay acciones que modifiquen las conductas de los uruguayos", así como "no hay un cambio de regulación" para mejorar las cifras actuales.
"El porcentaje de usuarios problemáticos de alcohol y de abuso de alcohol en Uruguay es un dato bastante estable en población general, porque no hay nada que haga modificar esa conducta. No hay un cambio de regulación más restrictiva, tampoco grandes acciones de prevención de la problemática", remarcó Suárez.
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"Excepto con el tránsito, no hay acciones específicas para reducir el consumo problemático, por lo menos", agregó. Viendo la evolución de los estudios de 2006, 2011, 2014 y 2018 dijo que hay variaciones en el consumo de alcohol, pero que "no son tan importantes".
El estudio general de 2018 evalúa el comportamiento de personas entre 15 a 65 años de todo el país. Las cifras que arrojó ese relevamiento nacional se ubican en "valores promedio" para la región, aclaró Suárez, quien puntualizó que "el número de usuarios problemáticos del alcohol es por lejos más que todas las demás drogas juntas".
"Entre los consumidores en los últimos treinta días, se encuentra un 26,1 % que consumió alcohol sobre el nivel de intoxicación por lo menos una vez en el último mes, lo que se traduce en 265.500 personas (un 15 % de la población representada)", indica el informe de 2018.
En la IX Encuesta Nacional sobre Consumo de Drogas en Estudiantes de Enseñanza Media, realizada entre el 24 de setiembre y el 5 de noviembre de 2021 a 5096 estudiantes de 13 y 17 años de edad de centros públicos y privados, presentado en julio de este año, muestra otro panorama. En el relevamiento surge que el alcohol "presenta el mayor riesgo sanitario en la adolescencia".
¿Cuándo se considera un abuso en la ingesta? El consumo "en una misma ocasión igual o superior a dos litros de cerveza, ¾ litro de vino o 4 medidas de bebidas destiladas", puntualizó el informe.
El relevamiento arrojó que "ocho de cada 10 estudiantes han consumido alcohol alguna vez en su vida, siete de cada 10 en el último año y casi la mitad en el último mes". Además, en la encuesta de 2021, se constató "por primera vez que el consumo de alcohol alcanza a una mayor proporción de mujeres que de varones". En tanto, "casi tres de cada 10 de los estudiantes han tenido uno o más episodios de abuso de consumo de alcohol en los últimos 15 días". El abuso de alcohol es "algo mayor en el interior del país respecto a Montevideo".
Origen y factores del consumo: "todos toman, yo también tengo que tomar"
Teniendo en cuenta los datos, ¿cuáles son los factores que llevan a un adolescente a consumir alcohol, embriagarse y, en casos extremos, generar una dependencia? La doctota Laura Batalla, especialista en atención a adolescentes, explicó a El País que el alcohol sigue siendo la droga más usada en adolescentes por “la facilidad para conseguirlo”.
“La falta de control y de involucramiento de los padres en las conductas de los gurises es un factor decisivo. Tolerancia cero tiene que haber. Aquello de ‘le doy para que tome en casa, para que no tome afuera’ es crónica de un desastre anunciado. Y la realidad es que en consulta el 40% de los menores de 15 años que consumen alcohol lo consiguen en su casa”, detalló la especialista.
Consultada por si el consumo excesivo de alcohol en la adolescencia tiene relación con traumas o necesidad de evadir la realidad, Batalla explicó que “es más por un sentido de pertenencia; todos toman, yo también tengo que tomar”.
“La adolescencia es la etapa de maduración neuropsíquica, donde se produce el crecimiento de nuevas ramificaciones, nuevas conexiones neuronales. El alcohol modifica ese desarrollo y cuanto antes comienza el consumo, mayor es el daño y más permanente”, enfatizó Batalla.
Intoxicación alcohólica en lugar de "alcoholismo" adolescente
A pesar de que está registrado que el alcohol es la droga más consumida por los adolescentes, ¿es correcto hablar de “alcoholismo” en esa etapa de la vida?
“No lo llamaría alcoholismo, porque son “intoxicaciones alcohólicas”, no es un trastorno de dependencia. A veces tarda 10 años en generar una dependencia en el consumidor de alcohol, consumo nocivo que puede devenir en una dependencia”, apuntó a El País el doctor Gabriel Rossi, psiquiatra de niños y adolescentes y master en drogodependencias.
Para el especialista, haber hecho foco durante tantos años en la dependencia y no en su origen, ha derivado en que las cifras de consumo de alcohol en menores de edad no hayan variado.
“La dependencia, el vínculo con la sustancia, no se genera de forma inmediata. Muy pocos adolescentes van a terminar siendo dependientes. Si nos centramos tanto en que el problema es la dependencia, estamos errando. El problema es la intoxicación. Genera, por ejemplo, problemas en la memoria, esos chiquilines rinden menos desde el punto de vista académico. Todos van a rendir menos, incluso el que no se va a convertir en dependiente”, enfatizó Rossi.
Campañas de publicidad o prevención con base científica
El doctor Gabriel Rossi resaltó que la segunda sustancia más consumida en este momento por los adolescentes son las bebidas energizantes que, por sí solas no responden a ningún problema concreto, pero que tienen vínculo directo con el consumo de alcohol.
“Los adolescentes toman alcohol, que es un depresor, y en la medida que uno empieza a dormirse, toma energizantes, se despierta y sigue tomando. Están al servicio uno del otro”, explicó. La alarma, en esa combinación casi religiosa, es que “son cerebros en desarrollo y absorben de la cultura del alcohol”.
“Si algo ha pasado es que la gente sigue diciendo las mismas cosas que hace 25 años y los adolescentes siguen consumiendo. Desde el punto de vista preventivo, una campaña de publicidad no sirve de nada. Una charla aislada no sirve de nada. Los gobiernos de turno creen que es la forma de hacer algo por la juventud, pero no funciona así. Todo el mundo tiene buenas intenciones, pero así no se hace prevención”, criticó el psiquiatra.
“Lo que se hizo en Uruguay, no sirvió. La ley no tuvo ninguna incidencia porque no les pega a las alcoholeras. La ley del tabaco generaba problemas a las tabacaleras. Pero Uruguay no le genera ningún problema a las alcoholeras”, enfatizó.
Para Rossi, algo que sí ha tenido incidencia en la reducción del consumo de alcohol en adolescentes ha sido la implementación de “ciencias de la prevención”.
“Se aborda a través de establecer criterios científicos, como se manejan los tratamientos. Y no son universales. Hay que abordar criterios para determinados grupos. No podemos pensar que el mismo eslogan sirve para todo el mundo”, cerró.