INN CONTENT PARA CASMU
La Unidad de Cuidados Críticos para niños completa la asistencia progresiva de los pacientes de menor edad, tanto socios como no socios
Con el liderazgo de la médica pediatra y presidenta de la Comisión Fiscal de Casmu, doctora Marianela Arévalo, la institución inauguró la Unidad de Cuidados Intensivos para la atención de niños.
La propuesta de crear un CTI pediátrico fue presentada por la propia Arévalo en 2019 y en marzo de 2020, Casmu estaba preparado para desarrollar el proyecto, pero la pandemia de COVID-19 dejó el plan en suspenso.
En enero y febrero de este año aumentó la atención médica pediátrica y empezó a haber más consultas por infecciones, fundamentalmente respiratorias, por lo que el plan de contar con un área de cuidados críticos cobró más fuerza.
El nuevo CTI pediátrico fue emplazado en el tercer piso de la Torre 1 del complejo asistencial, sobre la calle Asilo, contiguo al área de Pediatría, lo que beneficia el rápido traslado desde un lugar a otro.
Para lograr un espacio óptimo para los pacientes, Casmu trabajó con UCIP 360, un grupo multidisciplinario de profesionales que busca generar sensibilidad y conciencia sobre la situación actual de las unidades de cuidados intensivos pediátricos de Latinoamérica desde una perspectiva integrada y sinérgica con foco en la arquitectura, el diseño, y la concepción social que deben tener los lugares de internación de los niños y sus familias.
La colaboración de enfermería y del personal afectado a reparaciones y obras de Casmu “fueron piedras fundamentales para poner en marcha el CTI”, según Arévalo.
Adaptado para niños
El CTI se enmarca en el concepto de humanización de la atención médica en el que trabaja Casmu, que incluye desde los profesionales que están en contacto con los pacientes hasta el diseño de las paredes, los colores y la distribución del espacio.
En esta concepción, la base es el niño y su familia, ya que siempre hay un adulto que le hace compañía. “La idea actual es que los CTI sean abiertos a la familia, que puedan acceder los padres. Con la pandemia tuvimos dificultades porque solo podía entrar uno, pero la idea central es que sean partícipes en la atención”, comentó la médica.

Muchas veces la internación es larga, y aunque los niños no requieran un soporte respiratorio, cuando deben recibir un tratamiento en CTI, ya sea con alimentación parenteral o medicación prolongada, es importante que cuenten con el apoyo emocional de su familia y poder reforzar la interacción.
Lo visual hace la diferencia para el menor estrés de los niños, y es por eso que se buscó generar un ambiente confortable para que los pequeños se despierten y no vean una pared blanca. “Que tenga otro color, algo más agradable visualmente”, sintetizó la responsable del proyecto. También se colocaron diseños infantiles para estimularlos durante el tiempo que dure su estadía en el CTI.
“El objetivo final es que la vivencia que les tocó sea lo menos drástica posible y por eso es importante el confort, el entorno, estar de puertas abiertas para ellos y su familia. La humanización del sistema se impone”, especialmente después de las restricciones que generó la pandemia, resumió Arévalo.
El CTI pediátrico tiene seis camas con monitoreo continuo con cámaras. Se incluye la asistencia desde un mes hasta los 14 años y 11 meses. Hay un sector para la ventilación y se va a adaptar una parte para el monitoreo cerebral de pacientes politraumatizados.
Los médicos intensivistas que trabajan en la unidad de cuidados críticos tienen mucha experiencia en el área, y los pediatras son “jóvenes, dinámicos y bien preparados, lo que es fundamental para la atención”, sostuvo Arévalo.
“Contamos con la más moderna tecnología, así como con los intensivistas más entrenados y personal de apoyo de la más alta calidad. Estamos preparados para atender a niños provenientes de Casmu así como de otras instituciones o cuyos padres requieran la atención en forma privada”, explicó.
Atención progresiva
El CTI forma parte de la estrategia de asistencia progresiva para niños que promueve Casmu, lo que significa que en el sector de atención pediátrica los pacientes pueden estar “unas pocas horas en la puerta de emergencia por un cuadro febril, se lo atiende y vuelve a su casa”, pero si el niño no logra la estabilización, tiene que ser derivado al área de pediatría. “Hay otros niños que tienen una enfermedad invasiva, o infecciones graves, que no logran estabilizarse en sala de pediatría, y requieren apoyo de otros sectores, soporte respiratorio, hemodinámico o neurológico. Eso se llama cuidados progresivos”, apuntó.
Para la médica, que los pacientes estén en un mismo lugar físico es importante para lograr una estabilización más rápida. “Los tiempos son fundamentales en pediatría, sobre todo con los más chiquitos”, resumió.
Tanto socios como no socios de la institución que deseen obtener más información sobre este servicio pueden pueden comunicarse al teléfono fijo 2487 3710 o por celular y WhatsApp al 092 135 254 / 094 672 648. También es posible enviar un mail a caventadeservicios@casmu.com o acceder a la web de la institución www.casmu.com.uy.