El sobrepeso en los menores de cinco años creció nuevamente en Uruguay durante el último año, según datos contemplados en un informe Unicef sobre el tema divulgado ayer. A nivel local, llegó a 11,5% en 2022 para ese grupo etario, lo que marca un aumento sostenido en la última década.
Estos datos, relevados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicados en mayo, fueron incluidos en el documento de Unicef titulado “Crece la ola de sobrepeso en la niñez. ¿Demasiado tarde para revertir la marea en América Latina y el Caribe?”.
El año pasado, 4,2 millones de menores de cinco años de la región estuvieron en esa situación. Este nuevo aumento respecto a los años previos despertó la “preocupación” del organismo de Naciones Unidas, que pide, entre otros puntos “declarar la prevención del sobrepeso infantil como prioridad nacional de salud pública”.
¿En qué situación está Uruguay? El porcentaje de menores con sobrepeso -que incluye la obesidad- a nivel local se ha incrementado desde 2012 de forma ininterrumpida. Ese año era de 9.3%, 2,2% menos que el último registro.
En tanto, si se observa lo que ocurrió en los años de este período de gobierno -con pandemia de covid-19 incluida- en 2020 era 10,8% y en 2021 subió a 11,1%.
Desde otra óptica, Uruguay de acuerdo a los datos de 2022 (11,5%) se ubica por encima del promedio regional (8,6%) y además duplica el porcentaje mundial (5,6%). Asimismo, el valor registrado en el país está, por ejemplo, por debajo de Argentina (12,6%) y por encima de Chile (8,8%) y Brasil (10,3%).
En el informe también se indicó que el año pasado se registró 6,1% de niños menores de cinco años con desnutrición crónica en el país. Esto es casi la mitad de la cifra regional (11,5%) y cerca de cuatro veces menos del valor mundial (22,3%), también según cifras de Unicef.
Respecto a la situación de desnutrición crónica en relación con países de la región, Uruguay está, por ejemplo, por debajo de Argentina (9,5%) y Brasil (7,2%), aunque muy por encima de Chile (1,6%).
“El sobrepeso es una condición que afecta a niños y niñas sin importar su nivel socioeconómico, lugar de residencia o grupo de edad”, indicó Unicef.
Al poner foco por subregión y las condiciones socioeconómicas de los menores, 7,9% del quintil más bajo en América del Sur tuvo sobrepeso en 2022, frente al 11,6% en el quintil más alto, más favorecido.
Por otro lado, si se desglosa el número global de 4,2 millones de niños menores de cinco años con sobrepeso, América del Sur es la zona más afectada, con más de tres millones en esa condición con un aumento “preocupante”, según la Organización de Naciones Unidas.
Allí, entre los años 2000 y 2022, el sobrepeso creció en forma “sostenida”, pasando de 6,8% a 8,6% en ese período. Si se hace un corte de 2010 a 2022, el crecimiento fue “muy acelerado”, de acuerdo a Unicef, pasando de 7,3% a 8,6% en la región.
El reporte de Unicef también da cuenta del sobrepeso en aquellos entre cinco y 19 años, que llega a unos 50 millones de personas en esa franja.
Cabe puntualizar que se tomó en cuenta información de 2016 porque “los últimos datos disponibles que permiten una adecuada comparación a nivel regional” corresponden a ese año.
Para esta población más amplia, en Uruguay, la prevalencia de sobrepeso se ubica en 33,4%, por debajo de Argentina (36,5%) y Chile (35,4%); por encima de Brasil (28%) y el promedio regional (30,6%). La prevalencia es “alta” cuando supera el 25%, y hay 29 países de la región en esa posición.
Si se observa solo la obesidad, que está bajo el concepto de sobrepeso, 13,8% de aquellos entre cinco y 19 años se encuentran en esa situación en Uruguay -según datos de 2016. Este valor, además, ubica al país en el puesto nueve del ranking con más porcentaje a nivel regional.
En el informe se destacó además la política que llevó adelante Uruguay con el etiquetado frontal en los alimentos. Y se remarcó que “se han formulado acciones para ampliar su alcance en entornos escolares”.
Unicef puntualizó que en 2022 contribuyó en la “elaboración de una propuesta para prohibir la venta de alimentos y bebidas que presenten etiquetas con exceso de grasas, grasas saturadas, azúcar o sodio en las cantinas y/o quioscos de instituciones educativas públicas y privadas”. La iniciativa aprobada por ley “entrará en vigencia en 2024”.
El reporte a lo largo de medio centenar de páginas da cuenta de la situación de cada país como del panorama regional, y apuntó que “la desnutrición crónica y el sobrepeso, considerados como la doble carga de la malnutrición, se presenta en todos los países de la región”.
Las tendencias, además, son “alarmantes y describen un grave problema de salud pública” para América Latina y el Caribe. “Es preocupante como la ola de sobrepeso alcanza cada vez a más niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe”, dijo Garry Conille, director regional de Unicef.
El experto acotó que cuando la obesidad infantil “se mantiene en edad adulta, puede causar enfermedades crónicas que, a su vez, generan una carga económica muy alta en las familias y los países de nuestra región”.
De esta forma, “el camino más costo-efectivo para acabar con esta emergencia de salud pública es la prevención durante la primera infancia y adolescencia”, aseguró Conille.
El reporte, en tanto, marcó que “los desafíos que enfrentan niños, niñas y adolescentes y sus familias, para acceder a una alimentación saludable en la región son numerosos”.
Unicef nombró el “alto costo, falta de acceso, disponibilidad y variedad de alimentos saludables”, hasta la “excesiva publicidad y comercialización de productos no saludables y ultraprocesados”.
“El consumo de productos no saludables e industrializados se ha normalizado, en especialmente en familias más vulnerables y con menor nivel de ingreso”, acotó el informe.
Lo cierto es que el panorama regional “no es alentador”. El sobrepeso, acotaron, es una “epidemia silenciosa que afecta a millones”.
La obesidad infantil “se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta”, planteó Unicef.
Encuesta
A nivel nacional se desarrolla desde hace una década la Encuesta de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud (Endis), que realizan ministerios y otros organismos públicos como el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Se busca tener “evidencias sólidas sobre el estado nutricional, el desarrollo y salud de la población infantil y su evolución durante el proceso de crecimiento”, señaló el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).
Los últimos resultados de la Endis corresponden al año 2018, que arrojó que 12,3% de los menores de cinco años tenían sobrepeso y obesidad.
La Endis 2023 está en pleno proceso y culminaría el muestreo este mes. Fuentes del Mides estimaron a El País que en octubre se podría contar con los primeros resultados.
Desde mayo, encuestadores del INE comenzaron a visitar hogares con niños de cero a cuatro años en localidades de 5.000 o más habitantes; y encuestadores de Equipos Consultores hacen la misma tarea en hogares de menos de 5.000 habitantes y zonas rurales.
“Este estudio permite seguir el curso de vida de una generación de niños uruguayos y conocer su evolución y crecimiento”, graficó el Mides.
En 2021, los organismos que elaboran la Endis, plantearon tomando en cuenta datos de 2018, que “el país se encuentra inmerso en una epidemia de sobrepeso y obesidad que da comienzo en la infancia”. “El 40% de los niños y niñas menores de cinco años padecen riesgo de sobrepeso, sobrepeso u obesidad, mientras que el retraso de talla (indicador de desnutrición crónica) alcanza el 7%”, se afirmó.
Advierten por falta de “hábitos saludables”
La pediatra Alicia Fernández, consultada por El País, dijo que el porcentaje de sobrepeso entre menores de cinco años en Uruguay que marca el informe de Unicef no “sorprende” porque “no se está teniendo hábitos de vida saludables”.
La también integrante de la comisión directiva de la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) señaló que los niños comen “muchos alimentos que no deben”, sobre todo los productos ultraprocesados. También apuntó que se “usan muchas pantallas que no deberían usar” y hacen “poca” actividad física. Todo esto que “facilita” el sobrepeso.
Fernández acotó que se deben cambiar las conductas para tener hábitos saludables, porque estas “marcan la vida del futuro” de los niños, dada la vinculación del sobrepeso con las Enfermedades Crónicas No Trasmisibles. “Los factores de riesgo comienzan en la infancia”, subrayó.
“La obesidad en niños y adolescentes incrementa entre 1.3 a 5.3 veces el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y metabólicas durante la edad adulta, pero que pueden aparecer en la infancia o en la adolescencia”, puntualizó la SUP años atrás.
En ese sentido, la sociedad de pediatras agregó que la familia es el “principal agente para promover patrones de alimentación y actividad física sanas”. Además, se planteó que el pediatra debe “apoyar y motivar” a las familias en ese proceso y “derribar el mito de que ‘el niño gordito’ es un niño sano”.