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Wilson Ferreira Aldunate, inmortalizado en un monumento de bronce

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Monumento homenaje a Wilson Ferreira Aldunate. Foto: Francisco Flores

HOMENAJE AL CAUDILLO

“Los uruguayos somos capaces hoy, en plena campaña electoral, de hacer una pausa en nuestras diferencias para afirmar las coincidencias importantes y esenciales que tenemos como demócratas", dijo el diputado Jorge Gandini.

La inauguración de un monumento al caudillo nacionalista Wilson Ferreira Aldunate en el cruce de avenida de las Américas y la Ruta 101, sirvió para un momento de exaltación democrática a partir del recuerdo de las enseñanzas que dejara en su vida política y especialmente tras su regreso al país el 16 de junio de 1984, su encarcelamiento por parte de la dictadura, la imposibilidad de participar en la primera elección de la apertura democrática y el concepto de gobernabilidad que acuñara entonces.

En el acto, la candidata a la vicepresidencia nacionalista Beatriz Argimón brindó un saludo a las autoridades nacionales y departamentales presentes en el acto, en nombre del Directorio del Partido Nacional. Particularmente agradeció al intendente de Canelones, Yamandú Orsi.

Luego fue el diputado Jorge Gandini, que conduce hoy el movimiento Por la Patria, la histórica agrupación de Ferreira Aldunate en los años posteriores a la dictadura, quien recalcó que este año el homenajeado cumpliría 100 años de edad. “Los uruguayos somos capaces hoy, en plena campaña electoral, de hacer una pausa en nuestras diferencias para afirmar las coincidencias importantes y esenciales que tenemos como demócratas que hemos luchado para mantener en este país la libertad y la democracia. Eso vale más que las diferencias”, sostuvo el legislador.

“Hace 35 años”, añadió, “Wilson debió estar pensando en todos nosotros desde el cuartel de Trinidad habiendo cambiado su libertad por la libertad de todos. Y apenas cuatro años después el Uruguay lo perdió. Fueron cuatro años de intensa vida política y democrática comprometidos con el país sin hacer un solo reclamo. Cuando se fue, joven de 69 años, demasiado para dar tenía todavía”.

Gobernabilidad.

Tuvo un momento para referirse a las nuevas generaciones, las que asomaron a la política una vez que Wilson había fallecido. “Esas generaciones van a pasar por aquí y van a ver el busto del constructor del mañana, audaz para los cambios, adelantado a su propia generación e incomprendido, criticado, pero reconocido después por todos.

Reconstruyó el partido, nos apoyó a las nuevas generaciones cuando dijimos que había que ingresar a los movimientos sociales, a los sindicatos, a las organizaciones estudiantiles a los lugares donde la sociedad respira y se expresa más allá de los tiempos electorales”, rememoró Gandini.

Jorge Gandini habla en la inauguración del monumento a Wilson Ferreira Aldunate. Foto: Francisco Flores
Jorge Gandini habla en la inauguración del monumento a Wilson Ferreira Aldunate. Foto: Francisco Flores

“Fue el más irreconciliable enemigo de la dictadura, fue al exilio, escapó apenas del destino de Zelmar (Michelini) y el Toba (Héctor Gutiérrez Ruiz). Tomó la decisión del regreso. Wilson entregó su libertad. Fue a la cárcel. Vivió el pacto del Club Naval. Salió y tendió la mano al país e ideó la gobernabilidad”, dijo el diputado.

“Condujo buena parte del país sin ocupar un cargo. Los lunes desde las sesiones del Directorio. Entrados en democracia, Wilson hubiera sido el líder del cambio”, resumió Gandini.

El ministro de Transporte y Obras Públicas Víctor Rossi y el intendente de Canelones Yamandú Orsi agradecieron el esfuerzo de los que trabajaron en el homenaje a Wilson. “Orsi fue insistente y perseverante” para concretar la obra, destacó el ministro.

“Fue un referente de todos los uruguayos, por sus ideas, sus actos y la generosidad de sus actitudes. Comprometido con el país y mirando el mañana”, dijo Rossi.

La simbólica “V” de la llegada

El monumento se colocó a instancias de la Intendencia de Canelones y del Partido Nacional. Se trata de una escultura abstracta, figurativa, en la que se aprecia el gesto de la “V” de la victoria que Ferreira hizo con sus manos en alto cuando llegó al puerto de Montevideo Aquella señal quedó ligada al político para siempre, y también a los wilsonistas.

Zumarán, el elegido del caudillo.

El exsenador Alberto Zumarán estuvo presente en la inauguración del monumento a Wilson Ferreira Aldunate. En 1984 el caudillo estaba preso en una unidad militar del Ejército en Trinidad, Flores. Inhabilitado para presentarse a las elecciones de ese noviembre, las de la recuperación de la democracia, debía nombrar un sucesor que llevara la candidatura presidencial de Por la Patria. Y el honor recayó en Zumarán. Fue acompañado en la fórmula presidencial por Gonzalo Aguirre. Pero ganó el Partido Colorado. Zumarán perdió la elección con Julio María Sanguinetti, aunque resultó electo senador para el quinquenio 1985-1990. Hay numerosos ejemplos que enseñan que cuando muere un caudillo se extingue su movimiento político. Wilson falleció en 1988 y el partido cambió de rumbo. En las elecciones de 1989 Zumarán fue nuevamente candidato a la Presidencia, esta vez con Guillermo García Costa. Pero internamente fue derrotado por Luis Alberto Lacalle, con Aguirre como vicepresidente. Y gobernó el Partido Nacional. Zumarán se alejó entonces de la vida político partidaria hasta el presente.

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