Vicecanciller Albertoni: "China ha preferido un diálogo comercial desde el Mercosur"

Redacción El País
El gobierno de Luis Lacalle Pou sigue enfocado en profundizar el relacionamiento comercial con China, con quien desde hace dos años procura firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC), objetivo que cada vez es más difícil que se concrete en este período.

Por lo pronto, lo que tiene en agenda el Ministerio de Relaciones Exteriores es un viaje que hará en esta jornada el vicecanciller Nicolás Albertoni hacia el gigante asiático para asistir a la “comisión bilateral de comercio e inversiones”, algo que se buscará que sea, como el propio jerarca calificó en el Parlamento, “una antesala” de la visita que hará el primer mandatario a fin de año. Y en esta visita, dijo Albertoni en su comparecencia este martes ante la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado, el gobierno tiene depositadas “esperanzas” de encontrar “reciprocidad en el interés que ha demostrado Uruguay” en la firma del TLC.

Porque, salvo hasta la etapa de la conclusión del estudio de prefactibilidad conjunto (anunciado en julio de 2022), no ha habido justamente la reciprocidad esperada, pese a todos los esfuerzos realizados por Uruguay para concretarlo, y que ya incluyó una visita a Beijing por parte del canciller Francisco Bustillo -quien no asistió al Parlamento por encontrarse en Nueva York en donde participó de la última Asamblea General de la ONU- en abril de este año.

“Una de las frases que surgió en esa conversación”, dijo Albertoni sobre esa visita, “es la del ministro señalándole a su contraparte que tenía el mandato presidencial de iniciar las negociaciones en ese mismo momento”. Pero, como ya se supo, el mensaje de los chinos en esa ocasión era que ellos ahora esperarían por el Mercosur para avanzar en el ansiado TLC, sobre todo luego de observar que el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dio señales de pretender ese acuerdo pero con todo el bloque.

Lacalle Pou ya ha manifestado que cree que en este freno a las negociaciones han incidido Brasil y Argentina, críticos con el hecho de que Uruguay avance en solitario con China.

Sea como fuere, lo cierto es que hoy las conversaciones están detenidas. “Hoy -señaló Albertoni ante los senadores, como consta en la versión taquigráfica de la sesión a la que accedió El País- no hay una ronda de negociación para un acuerdo, que sería el hito siguiente que tendría que darse y eso se ha dado de esa manera, principalmente, porque así lo ha establecido China, que ha preferido en las últimas semanas o meses avanzar en el diálogo comercial desde el ámbito del Mercosur y no bilateralmente”.

Esto no quita que se seguirá insistiendo hasta el final, dijo el subsecretario, pese al conflicto que este camino ha supuesto en la interna del Mercosur -en donde Uruguay defiende en solitario su postura de que es legítimo iniciar negociaciones con terceros países sin el aval de los socios.

“Uruguay seguirá incansablemente promoviendo que se dé (el TLC), no para ser contrarios al Mercosur o para darle la espalda, sino para justamente demostrar al resto del bloque que Uruguay quiere otra impronta, que necesita otro tiempo. Y si el bloque lo sigue, mejor así, pero nuestro país naturalmente quiere y necesita otro dinamismo en el avance bilateral con ese país”, afirmó Albertoni, que recordó asimismo una frase que Lacalle Pou dirigió a un enviado chino que recibió el 20 de junio pasado en la Torre Ejecutiva: “La intención de Uruguay de negociar un TLC con China es un barco que zarpó y solo llegará a China cuando China habilite llegar a ese barco”.

Pese a la visita a Montevideo que en abril de 2022 hizo el canciller de Turquía, instancia en la que se reunió con Bustillo y se iniciaron formalmente las negociaciones por un TLC como el que se pretende con China, este camino es otro que ha quedado suspendido por motivos -otra vez- ajenos a la voluntad de Uruguay.

“Efectivamente -dijo Albertoni- se había combinado entre los dos países tener un estudio de factibilidad conjunto. (...) Sin embargo, Turquía, por razones económicas -se alude a problemas de coyuntura económica y sabemos que hoy tiene una realidad económica compleja-, ha preferido pausar las negociaciones”. De hecho, agregó el subsecretario, “el estudio de factibilidad, por lo menos por el momento, no seguirá adelante”.

El otro frente importante que tiene abierto el gobierno en política exterior apunta al Acuerdo Transpacífico, alianza comercial a la cual solicitó ingresar en diciembre de 2022 -fecha en que Bustillo viajó a Nueva Zelanda para entregar en persona la carta formal de ingreso a la CPTPP- y hoy se encuentra en la lista de espera para analizar su caso, aunque las expectativas aquí son algo mejores que en las otras negociaciones. “Demorará uno o dos años -avisó Albertoni- pero Uruguay ya puso sobre la mesa que quiere ser el siguiente. Ahí (en la lista) aparecen China, Taiwán, Costa Rica (y) Ecuador”.

En este sentido, el vicecanciller aseguró que avizora “dos escenarios”: uno de ellos es que “los actuales países del CPTPP respeten un orden de llegada”, y en ese caso “se puede estirar el plazo”; el otro es que se decida que los “países con economías más complementarias o pequeñas ingresen”, situación en la que Uruguay estaría “muy bien posicionado”.

En cualquier caso, Albertoni dijo que “en las últimas semanas” se han mantenido “reuniones con Nueva Zelanda, Australia, Chile y Perú” y que ahora se esperan otras “a nivel de viceministros”: “Vendrán de Japón y tendremos reuniones con Singapur”, dijo el jerarca, que adelantó que habrá también una reunión “en forma presencial” que se tendrá en Lima, en la que se volverá a dejar en claro “el interés de Uruguay de ser parte del Acuerdo Transpacífico”.