UN ÚLTIMO RECURSO

A pocos días de que se vote en comisión, el diputado nacionalista Rodrigo Goñi -ferviente opositor de la iniciativa- pidió a todos los representantes del Partido Nacional que al menos aplacen la discusión del proyecto de ley que busca legalizar la eutanasia.

“Sin perjuicio de la postura contraria a la aprobación (...), consideramos que aún no están dadas las condiciones para ingresar en la fase final de votación del proyecto”, escribió Goñi en un documento que repartió ayer entre los diputados blancos, al que accedió El País.

Su intención es que sus correligionarios tengan en cuenta sus objeciones y no levanten la mano en la sesión del próximo martes de la comisión de Salud Pública y Asistencia Social de la Cámara de Diputados, en donde se discute el proyecto que actualmente es fruto de la fusión de dos iniciativas: una presentada por el diputado colorado Ope Pasquet, y otra por el frenteamplista Luis Gallo.

La propuesta -a la que se oponen algunos blancos, colorados y cabildantes- cuenta con el apoyo de toda la oposición, del Partido Independiente y de parte de la bancada colorada y nacionalista, lo que actualmente da una mayoría de al menos 50 votos.

Sin embargo, el diputado Goñi confía en que algunos legisladores todavía pueden cambiar de opinión si se repara en sus cuestionamientos. Algunas de sus principales críticas constan en el documento que repartió entre los blancos, de una tres carillas y varios puntos.

El primero de ellos señala que “no se ha completado mínimamente la etapa de escuchar a las organizaciones más relevantes y vinculadas a la temática”, y pone como ejemplo al Ministerio de Salud Pública (MSP), que manifestó su rechazo al proyecto días atrás.

En el segundo, Goñi opina que es “inadmisible aprobar una ley de eutanasia sin antes no garantizar el acceso universal a los cuidados paliativos de calidad para aliviar el dolor de pacientes con enfermedades complejas”.

Y en el tercero señala lo que considera un “atropello institucional y una grave falta de respeto a la autonomía del Colegio Médico del Uruguay”, ya que la iniciativa implica la modificación de la norma rectora de los médicos, cuyo estatuto marca que ello obliga a un plebiscito entre los profesionales.

“No existe razones de urgencia ni apuro para aprobar un proyecto de la envergadura y trascendencia que tiene este”, concluye Goñi.