Salud es la última temática del programa que presentó la precandidata nacionalista Laura Raffo, en plena carrera en los últimos dos meses antes de las elecciones internas, donde compite aún lejos del favorito según las encuestas, Álvaro Delgado. Para esta temática, Raffo apuntó en su plan de gobierno la necesidad de que haya una “mejora de la eficiencia global del sistema” de salud, y criticó que existe un “evidente desacople entre la demanda asistencial y la oferta de servicios”.
Su coordinador de la mesa de Salud, Juan Gil, explicó a El País que en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) “persisten múltiples dificultades que vienen arrastrándose desde hace mucho tiempo” y, en ese sentido, en el equipo de la economista se considera que el sistema “necesita varios cambios tendientes a favorecer una gestión más eficiente”. En resumen, continuó quien integró el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) durante la pandemia de covid-19, se debe “enfrentar una nueva serie de transformaciones tendientes a reducir brechas y dificultades” que existen.
Raffo, en su programa, critica que ASSE “no está cumpliendo como corresponde” con las metas asistenciales que se le impuso y con el tiempo de espera que se definió para que dé hora para consultas coordinadas de varias especialidades. En esa línea, cree que el próximo gobierno “deberá priorizar” su “transformación”.
Los principales puntos del programa los presentó el pasado martes, en una conferencia de prensa, junto con Gil y Francisco Faig.
El equipo de Sumar recogió las quejas de los usuarios en el país, siendo que las principales “refieren a los largos tiempos de espera para acceder a consultas con médicos especialistas y la coordinación de las cirugías no urgentes (coordinadas)”, contó Gil, y añadió que estos reclamos se dan en todo el territorio nacional pero se “profundizan” en el interior.
También apuntó que “otro aspecto muy reclamado” es el “acceso a consultas y tratamientos del área de la salud mental, enfatizando los tiempos de espera para consulta con psiquiatra en consultas de urgencia o hacia integrantes de un equipo de salud mental en policlínica, sea psicólogos u otros, así como para canalizar y ejecutarse los tratamientos instaurados”.
En este punto señaló que se “mezclan las dificultades del propio sistema de salud, que por un lado no ofrece un acceso universal a todas las prestaciones de salud mental en su Plan Integral de Asistencia en Salud (PIAS), y las dificultades inherentes a una distribución heterogénea de los equipos de salud mental a lo largo y ancho del país”.
Ante este diagnóstico, el equipo de Sumar entiende que debe “repensarse” la “forma de preverse el presupuesto de ASSE”, tomando en consideración una “real estimación de su demanda asistencial, las prestaciones brindadas a terceros, acuerdo de precios de intercambio de prestaciones con el privado, y de acuerdo a lo volcado a rentas generales en período previo a cada rendición de cuentas”, indicó Gil.
Además, se buscará una “mayor profesionalización de los equipos de gestión (promoviendo la ocupación de cargos de dirección de las unidades ejecutoras mediante concursos)”, comentó y añadió que “otro punto a desarrollar es la ‘protocolización’ de los procesos asistenciales y de gestión, que igualen las oportunidades asistenciales del país, en términos de accesibilidad a consultas médicas, estudios, tratamientos y acceso a medicamentos”.
“Fortalecer el primer nivel de atención”
Juan Gil, coordinador de la mesa de Salud de Laura Raffo, indicó que desde Sumar proponen “varias acciones para fortalecer el primer nivel de atención del sistema de salud”. Quieren que este sea “más eficiente” al aumentar su “capacidad de resolverle a la gente los problema de salud más frecuentes y minimizando la necesidad de derivar a especialistas en muchos casos”.