El próximo miércoles 12 de noviembre serán las elecciones en la Universidad de la República. Es una instancia obligatoria para estudiantes, docentes y egresados. Los únicos exonerados de votar son los mayores de 75 años.
En la elecciones universitarias se eligen todos los órdenes de la Asamblea General del Claustro y la Asamblea del Claustro de todas las facultades. Además del Consejo de facultades como la de Artes, Información y Comunicación, Arquitectura y Ciencias Sociales, entre otras.
Como suele ocurrir cada vez que se acercan las elecciones universitarias, se abre el debate respecto a su obligatoriedad, en particular en lo que hace al orden de los egresados.
Esta vez es el diputado del Partido Colorado, Gabriel Gurméndez, quien presentará en estos días un proyecto de ley para eliminar dicha obligatoriedad entre los recibidos de la Udelar.
En la exposición de motivos, a la que accedió El País, se argumenta por la “baja identificación e interés por parte de los egresados en los procesos electorales universitarios, en los que estudiantes, docentes y egresados eligen a sus representantes”.
El dato del voto en blanco y anulado es elocuente. En las últimas elecciones, la cifra, entre los egresados, rondó siempre el 50%.
En 2014, el total de votos no definidos, es decir, en blanco y anulado, fue del 52,19%. En 2017 alcanzó el 57,28%. En 2018 fue del 47,44% y en las últimas del 2023, del 44,76%.
Para Gurméndez, estos datos reflejan “un desinterés por parte de quienes ya egresaron y no mantienen un vínculo activo con su facultad. Su vida profesional y personal transcurre por fuera de ese ámbito universitario, por lo que la elección de autoridades o delegados en el cogobierno no les resulta relevante o está alejada de su realidad”.
“En promedio, durante los últimos años, uno de cada dos egresados emitió su voto en blanco o anulado”, se indica en el proyecto, por ende se propone eliminar la obligatoriedad del voto y las sanciones previstas en la Ley 15.739.
No es la primera vez que se propone una iniciativa de este tipo. En el año 2015, el entonces senador Pablo Mieres del Partido Independiente promovía un proyecto de ley para “eliminar el voto obligatorio en instituciones pública no gubernamentales como la Universidad, el BPS o la ANEP”.
En la siguiente legislatura, el también independiente Iván Posada volvió a plantear el tema sin éxito.
Discrepancias
Dentro del espectro político y universitario aparecen voces que discrepan con la propuesta.
En el Partido Nacional, el diputado Pablo Abdala dijo a El País que “es partidario de la obligatoriedad del voto en todos los planos ya que es un derecho y un deber”. “Los egresados le debemos nuestra formación, de manera gratuita además, de formarnos, de obtener un título, a la Universidad. Entonces está bien que no nos desatendamos de la vida universitaria”, afirmó también.
Para el legislador el rol de la universidades, como fuente de conocimiento y formación, “son cada vez más relevantes” y hay que asumir la responsabilidad respecto a quien asume “frente de la Udelar”.
“Para lo mucho que le debemos a la Universidad los que somos egresados de ella, el tiempo que representa comparecer a una convocatoria electoral es realmente pequeña frente a lo que representa todo lo demás”, concluyó.
En la misma línea opinó Juan Martín Rodríguez, también nacionalista. En su caso afirmó que “el voto es más que un derecho o una obligación, es una carga jurídica”. “Debe cumplirse para el propio interés y beneficio del individuo. Su no cumplimiento genera una consecuencia negativa para el ciudadano”, remarcó.
El diputado del Frente Amplio, Joaquín Garlo, entiende que “es una discusión que debe darse a la interna de la Universidad, en sus órganos y órdenes, mateniendo su autonomía”.
Desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) prefirieron no realizar declaraciones sobre el tema hasta que no se analice el asunto en profundidad.
Los docentes y egresados sufren sanciones económicas si no votan
Si la persona está habilitada a votar y no lo hace con una causa justificada, tendrá sanciones. Por ejemplo, los estudiantes no podrán rendir exámenes durante dos períodos, así está establecido en el reglamento de las elecciones universitarias.
Para los docentes y egresados, la multa es económica. La sanción es de cinco unidades reajustables, es decir, cerca de $10 mil.
A partir del 12 de enero de 2026 y por tres meses, los profesionales deben presentar la constancia del voto para poder hacer trámites en distintas dependencias del Estado.
En caso de no haber votado, deberán presentar la justificación o el recibo de la multa.
60 días después del acto eleccionario, la persona que no votó y debía hacerlo puede comenzar el trámite en la página web de la Corte Electoral para justificar su ausencia.
Según informó El País, las causas para no votar son varias. Una de ellas es padecer una enfermedad, invalidez o imposibilidad física que no permita concurrir a la comisión receptora de votos el día de la elección. Otro motivo es estar ausente del país el día de las elecciones.
También se puede justificar el voto en caso de haber estado imposibilitado de votar por razones de fuerza mayor, como estar en otro departamento del país.
El horario de la elección del día 12 de noviembre es de 8 a 19 horas en las facultades con la cédula de identidad.
El 11, se podrá votar por correspondencia. Esta modalidad es para personas que vivan en localidades donde no haya mesas receptoras de votos. Siempre dentro de un mismo departamento del país.
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