Redacción El País
Jorge Díaz, ex fiscal general de la Nación, advirtió que Uruguay padece un “problema serio” en seguridad pública, que no se arregla con “recetas fáciles” ni “demagogia punitiva”.

Díaz continuó el jueves pasado con su “nuevo rol” al encabezar una charla sobre el tema organizada por el sector Seregnistas (FA). Allí cuestionó una serie de “soluciones mágicas” que habían puesto sobre la mesa distintas fuerzas de la coalición de gobierno, pero que demostraron ser inútiles para resolver el problema. “Parece que el recreo se extendió cinco años más”, ironizó con respecto a la recordada frase pronunciada por Guido Manini Ríos en 2019. “De acá a octubre vamos a escuchar muchas propuestas mágicas”, aventuró.

Si bien aclaró que “no le tiene miedo a la palabra “represión” y que suscribe el principio de “tanta prevención como sea posible, tanta represión como sea necesaria”, Díaz cuestionó que gran parte de las medidas implementadas por este gobierno -y buena parte de las propuestas de campaña que se vienen conociendo-, pasen por crear nuevos delitos y agravantes, y así seguir llenando las cárceles de “pobres, adictos, jóvenes y analfabetos”. En ese marco, dijo que se impone una revisión completa del actual Código Penal.

Allí habló del “fenómeno Harry Potter”, por el cual muchos legisladores creen que con la “varita mágica” aprueban leyes y se resuelve el problema. “Tengo malas noticias: la realidad es más porfiada”, sentenció.

La clave, dijo, está en solucionar la “usina generadora de delitos”. Para empezar, con educación y políticas que eliminen la pobreza infantil. “Vamos a dejarnos de joder”, pidió. Y agregó: “Si no es por las razones correctas, vamos a hacerlo por las razones egoístas”.

Uno de los “enormes problemas” a resolver, dijo, es el del acceso a la Justicia del que carecen hoy “la mayoría” de los uruguayos. En buena parte, dijo, por alta concentración de estos servicios “para comodidad de los abogados” en ciertas zonas de Montevideo. “Justicia y seguridad van de la mano”, advirtió. En contrapartida, en las seccionales policiales ubicadas en el Noroeste de Montevideo, los índices de homicidios triplican el promedio nacional y se acercan a cifras de Centroamérica. “No hay una sola Montevideo. Hay, por lo menos, dos”, afirmó.

Díaz advirtió que, en términos generales, víctimas y victimarios proceden de los mismos barrios. “Allí está la grieta”, remarcó.

Foto: Francisco Flores/Archivo El País.