Por Pamela Díaz
La difusión de nuevos casos de entrega de viviendas de forma direccionada que hizo Irene Moreira cuando estuvo al frente del Ministerio de Vivienda dejó en evidencia que se trató de una práctica recurrente desde que la cabildante asumió al frente de la cartera.

Ayer El País informó de un tercer caso en el que la beneficiaria -en forma directa y sin presentarse a sorteo- fue una exempleada doméstica de Moreira (entre el 12 de julio de 2013 hasta el 10 de julio de 2014). Antes, había trabajado entre 2010 y 2013 para un diputado Agrupación Nacional Herrerismo del Partido Nacional.

En el documento ministerial que describe a los cinco beneficiarios de vivienda -titulado “Situaciones Excepcionales - Reserva de Cupo”- se lee el caso de una pareja -integrada por quien trabajó en la casa de Moreira- que accedió a una apartamento ubicado en Vitoria y Timote, barrio Belvedere. La “modalidad de acceso” fue la misma que se usó en el caso que propició la renuncia de la cabildante al ministerio: alquiler con opción a compra.

El apartamento al que accedió la exempleada doméstica de Moreira es de dos dormitorios, y su situación familiar se resume de esta manera en el documento citado: “Hogar nuclear con un menor de 7 años a cargo. Ingresos totales $ 45.300. No presentan incumplimiento en clearing”.

La nueva información enfureció aún más a los socios de la coalición, que valoran como prácticas vinculadas al clientelismo político. “Se abrió la caja de pandora”. Así graficó un legislador nacionalista el hecho de que continúen conociéndose casos de viviendas que otorgó Moreira a personas de su círculo.

Dentro de la coalición entienden que ese tercer apartamento -no descartan que haya más- confirma que no se trató de una situación excepcional sino que hay un patrón en la cabildante de favorecer a sus allegados. Ese accionar de Moreira recibe críticas, aunque los legisladores consultados optan por no hacer declaraciones para intentar bajar el perfil al tema. Dentro de la coalición dicen desde que es “bochornoso”, ya que muestra un “ejercicio arbitrario de poder”.

A su vez, la postura de los integrantes de Cabildo Abierto -al menos en lo público- de defender a Moreira no es vista con bueno ojos. Se critica que haya una “actitud política” de “defender este tipo de discrecionalidad” cuando, en realidad, no hay una normativa que la habilite a tener el “cupo de reserva” propio al que aludió en su defensa Moreira.

“Hasta hoy, no se demuestra que el procedimiento sea legal”, además de que es “políticamente rechazable”, aseguraron.

La falta de sustento jurídico fue el principal motivo que llevó al presidente Luis Lacalle Pou a pedirle la renuncia a Moreira. El escenario actual, a entender de otro legislador blanco, “confirma -según dijo- que la decisión fue la acertada”.

A la interna de Cabildo Abierto, hay quienes miran con enojo las adjudicaciones que se van conociendo y también están los que pretenden pasar de página y dejar el hecho atrás porque, consideran que se amparó en la misma reglamentación que en las viviendas anteriores. “Se le sigue dando color”, comentó un legislador cabildante a El País.

Esta disyuntiva a la interna de Cabildo Abierto no se ve hacia afuera. Salvo en el caso del diputado Sebastián Cal, que en Radio Viva de Punta del Este valoró como “una tremenda injusticia con las otras familias que estaban en esa situación también”. (ver nota aparte).

Desde filas cabildantes indicaron a El País que deberán “hacer acciones para recomponer lo que se hizo mal” -en referencia al accionar de Moreira- porque reciben “mensajes durante todo el día” de personas del partido o cercanas y que ven que “la gente se siente un poco defraudada”.

Además, aunque ante la divulgación del primer caso realizado por radio Universal hubo muestras de apoyo a Moreira, los nuevos casos afectan su compleja situación.

Sin embargo, las diferencias internas no se inician con este episodio. Según fuentes del partido, en algunos legisladores ya existían dudas el accionar de Moreira. De todos modos, aseguran que Cabildo Abierto “continuará” y que se encontrará una forma de trabajo con los demás socios de la coalición.

“Desde la secretaría de la ministra nos fue derivada esta familia”

Una de las viviendas que la entonces ministra entregó de forma directa y sin sorteo fue a su exempleada doméstica, como informó ayer El País.

Moreira firmó la resolución que otorgaba la unidad 109 del edificio ubicado en la calle Vitoria el 29 de diciembre de 2021, según consta en la resolución.

A lo largo de las distintas etapas del expediente, en varias oportunidades los funcionarios dejaron claro que ésta designación “para acceder en forma directa y sin pasar por el proceso de postulación” era potestad exclusiva de Moreira.

“Desde la secretaría de la ministra nos es derivada la familia”, comienza diciendo en un mail la encargada de la oficina de Montevideo el 19 de noviembre de 2021 a la división Articulación y Gestión de Soluciones, en el que informaba que habían acudido junto a la exempleada de Moreira, su pareja e hijo menor de edad “para mostrar las viviendas disponibles”.