Redacción El País
Mario Bergara, candidato a intendente de Montevideo, dijo este lunes que tiene sobre la mesa “un tercer proyecto” para mejorar la movilidad metropolitana, y remarcó que, con más de medio millón de vehículos circulando por el departamento, “hay que ir a proyectos de alta envergadura coordinados con la intendencia de Canelones y el gobierno nacional”.
Consultado por qué características tiene este nuevo proyecto, Bergara apuntó que se trata de un sistema “elevado por Avenida Italia, no con tren a nivel de piso, ni carriles”.
En diálogo con el programa Arriba Gente (Canal 10), en la presentación preliminar que le hizo llegar una empresa privada se planteó el uso de “una tecnología que se está utilizando en el aeropuerto de San Pablo”.
Este proyecto está pensado para unir Montevideo y la Ciudad de la Costa, detalló el candidato, y agregó que también incorporaría “una vía que corte hacia el este con formulación tipo tranvía”. “Hay que analizar viabilidad técnica y viabilidad financiera”, remarcó.
Los dos proyectos anteriores para mejorar en transporte metropolitano
Esta tercera propuesta se suma a dos que ya estaban sobre la mesa tanto en la Intendencia de Montevideo como la de Canelones.
La primera, el Tren-Tram, un tranvía que uniría Ciudad Vieja con Ciudad de la Costa. El proyecto fue presentado por las empresas constructoras Saceem, Stadler y Stiler y plantea "una moderna propuesta de transporte con más confort, seguridad, comodidad y un mejor servicio". La obra llevaría tres años e implicaría un cambio completo del sistema de transporte metropolitano, una inversión de US$ 521 millones y la expropiación de 52.200 m2.
Otra de las propuestas fue presentada en octubre de 2024 por el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) y cuenta con la colaboración de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de la República.
El plan incluye utilizar vehículos similares a los ómnibus pero más grandes —de hasta 220 pasajeros—, hacer paradas subterráneas, pasajes a desnivel, a incluso soterrar algunos trayectos, por ejemplo en 18 de Julio.
El proyecto intenta mejorar la eficiencia del transporte público, disminuyendo la congestión y superposición de líneas, además de mejorar la velocidad, frecuencia y ocupación de los vehículos colectivos.
Entonces, la idea es crear "líneas de alta frecuencia en ejes estructurantes", crear carriles de "circulación exclusiva" y "pasajes a desnivel en cruces más complicados", además de tener un sistema de "validación en paradas previo al ascenso a las unidades".
El proyecto incluye también cinco cruces a desnivel, dos en 8 de Octubre (esquina José Batlle y Ordóñez y esquina Centenario) y tres en Avenida Italia (esquina Bolivia, esquina José Batlle y Ordóñez y esquina Centenario). En todos los casos habría paradas subterráneas.
Además, en zonas donde el transporte sería a nivel de la superficie, se harían obras viales para generar sendas de circulación exclusiva para las líneas de transporte colectivo. Las paradas de ómnibus serían cerradas, y los usuarios para ingresar deberían validar su viaje (pagar el boleto), para no hacerlo adentro del ómnibus.
La inversión prevista es de US$ 528 millones.