Por Pamela Díaz
Hay un enojo generalizado dentro del Partido Colorado por el acuerdo al que llegó el presidente Luis Lacalle Pou con Cabildo Abierto. El descontento es porque sienten que no les dieron la oportunidad -durante la negociación- de hacer algunas modificaciones al articulado que veían convenientes. Y es que, ante ciertas propuestas, les respondían que llevarlas implicaba que la reforma sea menos “sustentable”. Pero la molestia también está en que, aunque son los socios “más leales” al gobierno, “no se los invitó” a las negociaciones Guido Manini Ríos.
Sienten que el intercambio, que creían cerrado, se volvió a abrir. Por lo tanto, el jueves, cuando se reúna la comisión especial de seguridad social, pedirán un nuevo cuarto intermedio hasta el 20 de abril para poder seguir con el estudio de las concesiones que se le dieron a Cabildo Abierto. Además de que así obtendrán más tiempo para llegar con una nueva propuesta formal sobre cambios que quieren hacerle al articulado.
Y es que, al día de hoy, entienden que “no están dadas las condiciones para poder avanzar en la votación” del proyecto, aseguró el diputado Conrado Rodríguez. El jueves, cuando se enfrenten a los otros legisladores de la coalición y les pidan que voten el cuarto intermedio, argumentarán que uno de los “pilares” de la reforma se estaría moviendo, en referencia a la concesión de reducir de 25 años (como está previsto en el proyecto) a 20 años (cifra que propuso Cabildo Abierto) la can-tidad de años que se toman para el cálculo del salario básico jubilatorio.
Esa modificación que se le aceptó a Cabildo, además, significó una marcha atrás del gobierno. Desde el Poder Ejecutivo, se había asegurado que ese cambio que pide el socio de la coalición -que en un principio eran 15 años- no era posible. Así lo hizo el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, en los últimos días de marzo al decir que ese reclamo estaba vinculado de manera directa con la “sostenibilidad” de la iniciativa.
En la reunión de senadores y diputados colorados de ayer se escucharon ideas sobre propuestas de cambios a la reforma. Aunque aún no afinaron cuáles serán las modificaciones que plantearán, puede ser que reimpulsen alguna idea que quedó en el tintero. Sobre todo, porque no negociaron con fuerza ciertos temas a raíz de que se les explicó que, llevarlos adelante, afectarían la “sustentabilidad” del sistema.
Un ejemplo, dijeron fuentes del Partido Colorado a El País, es que, cuando los colorados hablaron sobre reducir a 23 la cantidad de años que se miran para el cálculo del salario básico jubilatorio, se les respondió que esa cifra no podía modificarse y debía mantenerse en 25. Sin embargo, después de un tiempo, el presidente Lacalle Pou le aceptó la propuesta cabildante de bajar a 20 años el período.
Ahora los colorados estudian el que consideran un “nuevo escenario”. El diputado Sebastián Sanguinetti contó a El País que trabajan con sus técnicos para llevar nuevas propuestas.
Por otra parte, en la reunión bicameral, los colorados también plantearon descontentos sobre cómo se ha desenvuelto la negociación del proyecto entre los socios de la coalición. Es más, hubo algunos legisladores que dijeron que les es más fácil explicar a su gente por qué no votar la iniciativa que por qué sí dar su apoyo.
La molestia, además de ser con el Poder Ejecutivo es también por la actitud de integrantes de Cabildo Abierto. Hay quienes creen que el partido liderado por Guido Manini Ríos “no ha jugado de manera leal” al trabajo de la comisión y la coalición.
Ante la disconformidad del Partido Colorado, el excomandante en jefe del Ejército aseguró el lunes que se “sorprendió” al “ver que hay cierta reticencia” en filas coloradas.
No obstante, entiende que “se terminarán de convencer” en “estos días” y finalmente votarán el proyecto, ahora a estudio de la Cámara de Representantes. Manini Ríos también cree que el cambio que planteó su partido “no es tan significativo como para que se genere un obstáculo”.