“La pesca no le ha interesado a ningún gobierno. Si no refundamos, nos vamos a refundir”

Juan Riva-Zucchelli, titular de la Cámara de Industrias Pesqueras, alerta sobre el conflicto sindical que ya lleva más de dos meses.

Juan Riva-Zucchelli
Juan Riva-Zucchelli
Foto: Ignacio Sánchez/El País.

Ya van dos meses de conflicto en la pesca. El diferendo se originó por el reclamo del sindicato del sector de que se incorporase a otro tripulante a cada una de la treintena de barcos que capturan corvina cerca de la costa. El desacuerdo hizo que el paro resuelto por el sindicato se extienda a los buques de altura que pescan merluza más fuera de la costa. El gobierno ha mediado, pero no hay aún una solución a la vista.

-¿El sindicato que reúne a los tripulantes de barcos que pescan cerca de la costa reclama un tripulante más en las embarcaciones para que haga la guardia en el timón. ¿Por qué ustedes entienden que no hace falta otra persona a bordo?

-Hace unos cuantos años, en 2018, cuando el ministro de Trabajo era Ernesto Murro, se hizo un análisis en el Inefop, con la OIT, las cámaras y los sindicatos, para determinar cuáles eran las tareas de cada uno en el rubro de la pesca. Y entre las tareas del marinero está determinado que tiene que hacer las guardias.

-¿Por qué en algunos barcos hay más de un capitán y en otros no?

-Por una razón de tamaño y de tiempo de viaje. Los barcos grandes, que hoy están parados también, no tienen este problema. Eso demuestra que el conflicto no es por un marinero.

-¿Cuál es el conflicto, entonces?

-El problema es de fuerza. Es tener fuerza para reclamar algo a favor de los trabajadores, pero en realidad es algo que no se necesita, porque si estuviéramos discutiendo por un salario, si estuviéramos discutiendo por alguna condición, sería razonable. Tenemos que analizar esto desde el principio. Nosotros tenemos un convenio vigente. Ese convenio se firmó entre los meses de julio y agosto del año pasado, hace un año. Después, ellos dicen que hubo un “lock-out” patronal de ocho meses, algo que no es cierto.

-¿Qué fue lo que sucedió?

-Hubo dos etapas. En la primera, efectivamente las empresas de costa decidieron parar la actividad, porque no era factible económicamente trabajar por esos costos. Era fundamental cambiar los costos. Eso nos llevó cuatro meses de discusiones con el Poder Ejecutivo. Nosotros le planteamos esto el 18 de diciembre del 2023. Terminó el Poder Ejecutivo otorgando algunas cambios en abril, mayo y junio del 2024. Demoró tanto esto que llegamos a un momento, 30 de abril, en que se venció el convenio. Cuando se vence el convenio, los trabajadores dicen, ‘bueno, ahora queremos nosotros reclamar por lo nuestro’. Y ya antes del convenio habían agarrado un armador y le habían dicho: ‘Nosotros queremos esto, esto, esto y esto’. El armador se las dio. Eran una cantidad de condiciones. Cuando nosotros llegamos al momento de discutir, dijimos que no estábamos de acuerdo con esas condiciones y el sindicato dijo, ‘esto es lo que hay, si les gusta bien y si no, quédense sin pescar’. Fue así. Textual. Está grabado.

-¿Cuánto demoran los barcos chicos, los costeros, en llegar al lugar de pesca, desde el puerto de Montevideo?

-Depende de la época del año. Los viajes en zafra duran en general entre 4 y 5 días. Fuera de zafra, en verano, son siete días. Ocho como máximo. Salen con víveres para ocho días, o sea que más de eso no se pueden quedar.

-El sindicato dice que un capitán solo en ese trayecto demora más de ocho horas y que tendría que haber un segundo hombre.

-Son todas excusas. Si demorara más, el que tiene que hacer la guardia es un marinero. Es tan fácil como eso, pero además hay otra cosa. Los barcos costeros pescan en pareja, esto es fundamental en este tema. Es la otra gran diferencia con los barcos de altura, que pescan solos y tienen dos patrones. Tienen dos patrones, porque hacen viajes de 30 días, 40 días. Ahí es lógico que haya un segundo patrón para descansar. En los barcos costeros que pescan de a dos, las tripulaciones son iguales. Son un capitán, un maquinista, seis marineros y un grumete. El grumete es un aprendiz de marinero, que no es obligatorio. El convenio dice que si hay un grumete, sale con grumete, y si no está el barco tiene que salir igual. Es una cosa que no se cumple. Las dos tripulaciones son iguales. Entre los dos barcos está la red en el medio, se arrastra y cuando está llena o parcialmente llena, se termina el “lance”, se juntan los barcos. La red se sube a uno de los barcos y ese barco es el que encajona el pescado. Tiene que sacar el pescado de la red, ponerlo en las cajas, ponerle hielo y bajarlo a bodega, mientras los trabajadores del otro barco están descansando. Entonces ahí se vuelve a tirar la red entre los dos barcos, se arrastra y ahora el “lance” viene para el otro barco.

-¿Cuánto se demora en ese proceso?

-Hay “lances” de 3 o 4 horas. Ahí descansan. O sea, hay descanso, incluso más cuando tenemos un “lance” muy grande, un “lance” de mil cajas, que puede pasar. Bajar ese pescado lleva unas cuantas horas, 10, 12 horas, pero no quiere decir que ellos estén trabajando las 10, 12 horas y no paren ni para fumar un cigarro. Ellos paran, descansan, van adentro, comen algo, si tienen que almorzar, almuerzan y siguen bajando el pescado.

-El sindicato también está diciendo que el marinero, cuando tiene que hacer la guardia, no va a recoger y pierde de ganar...

-Mentira. Un marinero gana “a la parte”. ¿Qué significa ganar a la parte? Gana sobre lo que pesca el barco -lo que pescan ellos, porque lo pescan ellos. Ese pescado tiene un valor, hay una comisión de precios que tenemos entre las gremiales y los sindicatos. Esa comisión de precios establece el valor del pescado. Lo que se captura tiene un valor y de ese valor se le paga un porcentaje al marinero y el marinero gana, por eso trabajen 10 horas, 5 horas, 3 horas, descansen o hagan la guardia, ganan todo lo mismo, se reparte entre todos lo mismo. No importa si está de guardia o pescando. No importa si está de guardia, si está descansando o si el viaje es largo de 8 días. Si el viaje es de 3 días, va a ganar en función de lo que pesque. Si viene completo, es lo mejor que les puede pasar a todos: a la empresa, a los patrones a los maquinistas, a los marineros que en 3 días pueden ganar lo que normalmente se pueden ganar en 7. ¿Hay que trabajar más esos 3 días? Sí, pero en 3 días vuelvo al puerto, descanso las 24 horas que hay que descansar entre viaje y viaje, y salgo de nuevo. Eso es lo que pasa en la zafra. Cuanto más cortos son los viajes, todos ganamos más. En esta industria se aplica lo que se aplica en todos lados, pero en esta es literal: estamos todos en el mismo barco. En el último viaje antes del paro, para tener una idea, en tres días y medio el marinero ganó 50 y algo de mil pesos nominal. Por esos tres días y medio de trabajo eso daba 12.000 pesos líquidos por día trabajado. Es un salario que no creo que muchos trabajadores ganen. No es todos los días, por supuesto, no es todos los meses, pero existe. Es lo que estamos perdiendo hoy.

-El ministro de Ganadería, Alfredo Fratti, dijo que quería limitar la exportación de ganado en pie y se armó un gran revuelo. Las gremiales protestaron, el tema llegó rápido al Parlamento y, en los hechos, se desactivó la medida. Tenemos hace dos meses un conflicto en la pesca y el tema no está con mucha fuerza en la agenda pública. ¿Qué pasa? ¿Les falta capacidad de presión?

-Puede ser que nos falte lobby. Yo creo que es un problema de interés. A ningún gobierno históricamente le interesó la pesca. Esto no es un problema de un gobierno o de otro. Yo he sido muy crítico en general con todos los gobiernos por una razón que está clara. Yo hago la comparación: ¿Qué pasaría si en la industria frigorífica parara, no dos meses, una semana. Es una catástrofe, estaría el presidente de la República resolviendo este problema. Acá hace 60 días que estamos parados y nunca vimos al presidente.

-¿Fratti se involucró?

-No, he tenido conversaciones con él, pero él delegó el tema de la pesca en el subsecretario (Matías Carámbula).

-¿Los ministros de Ganadería no saben de pesca?

-Nada. Y lo reconocen. Yo creo que debería haber un ministerio separado o una secretaría. Es el famoso ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP). Muchos no saben la P de qué es. La exportación de la pesca llegó en su momento casi a los 300 millones de dólares, 280 creo que fue nuestro récord, y creo que se puede llegar a mucho más. Entonces, me parece que es factible que la pesca exporte 500 millones de dólares. No será la exportación de la carne, por supuesto, ni de los granos, no pretendemos ser eso, pero me parece que hoy, que todos los partidos plantean que la única forma de mejorar es aumentar el PBI, que dejemos de estar en el 1% anual y pasemos al 3% anual como mínimo... Creo que si un rubro se puede multiplicar por cinco, eso genera más ingresos, más impuestos, más gente trabajando. Y este es otro tema que creo que nadie evaluó. Acá en la pesca trabajan entre 5.000 y 6.000 personas en forma directa e indirecta. Directa debemos ser más o menos en el orden de 3.000; un poco menos hoy, pero cerca de ese número. Indirectamente debe haber otras 3.000 más que están sin trabajo. La otra gran diferencia entre los barcos de costa y los barcos de altura, los congeladores, es que los congeladores traen el producto terminado. No se necesita una planta pesquera. Los barcos costeros traen el pescado fresco y ese pescado se procesa en la planta. Entonces, por eso es importantísimo el trabajo. Hay mucha gente, mucha mano de obra, que son mujeres, muchas de contextos pobres, madres de familia, y la están pasando muy mal.

-Alguien que vea de afuera la situación podría preguntarse por qué no incorporan una treintena de personas que es lo que pide el sindicato y desactivan el conflicto, aunque consideren que no son necesarias...

-Lo que pasa es que nadie sabe lo que cuesta esa persona, el salario de un trabajador. Que no es sólo el salario, están los aportes, la jubilación bonificada, la comida, la vestimenta, las botas, los materiales de aseo, la ropa para la cama, los colchones. No tienen que poner un peso arriba del barco, que antes era distinto. Antes se pagaba la comida. Las cosas han cambiado y yo estoy de acuerdo con esos cambios. Entonces, es una cifra importantísima. Un marinero o un tripulante cualquiera, y el patrón es lo mismo, arriba del barco no paga nada. Si no refundamos la pesca, nos vamos a refundir.

Además

“El sindicato no deja trabajar”

-¿Qué opina de la decisión de la Administración Nacional de Puertos de ceder un contenedor al sindicato y colocarlo en la puerta del puerto de Capurro para poder ver quién entra y quién sale?

-Por supuesto que estamos en contra. Ese contenedor estaba puesto en los muelles 10 y 11, que fue donde trabajamos 5 años mientras que se terminaba Capurro. Era un generador de conflictos. Se juntaba la gente que tenía acceso al puerto y entonces se daban manija y eso hacía que la conflictividad fuera permanente. Solicitamos durante un año que lo sacaran. Finalmente la administración anterior lo sacó. Cuando nos mudamos a Capurro, el contenedor nunca apareció. Cambió el gobierno y al mes el contenedor estaba de vuelta.

-¿Hay quienes quieren trabajar y el sindicato no los deja?

-Sí. Al principio del conflicto hubo barcos que quisieron salir a pescar, las tripulaciones fueron, fueron los patrones, fueron los maquinistas, fueron las tripulaciones y el sindicato los presionó para que el barco no saliera y ante las amenazas, los trabajadores dijeron “no queremos lío, nos quedamos”. Pasó en mis barcos y pasó con otros barcos.

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