Tras una reunión con vecinos y comerciantes de Punta Carretas, la Intendencia de Montevideo descartó el flechamiento de la calle 21 de Setiembre hacia la rambla y la canalización del tránsito hacia el Centro por Solano Antuña.

La decisión fue adoptada luego de que la administración consultara al Concejo Vecinal Zonal y a las autoridades del Municipio CH, un paso que -según la alcaldesa Matilde Antía, del Partido Nacional- antes no había dado.

“Este ha sido otro proceso como muchos de los que llevamos adelante en múltiples barrios de Montevideo. Primero presentamos una propuesta y después siempre estamos atentos a las sugerencias, planteos de los vecinos y generalmente encontramos una propuesta mejor, tratando de encontrar un equilibrio”, desdramatizó la intendenta Carolina Cosse en rueda de prensa el lunes, después de mantener una reunión en la Intendencia de Montevideo con un grupo de vecinos afectados.

La calle 21 de Setiembre mantendrá el doble sentido y conservará las líneas de ómnibus que hoy circulan por allí. En contrapartida, el transporte público hacia el Centro no se desviará por Solano Antuña.

Así lo habían solicitado los comerciantes de 21 de Setiembre, por el “grave” impacto que la medida tendría en su actividad al reducirse la cantidad de potenciales compradores, y vecinos de Solano Antuña, preocupados por el perjuicio a su vida diaria.

La Intendencia de Montevideo había definido los cambios en noviembre a partir de una simulación. Es decir, había estimado el impacto de las intervenciones mediante modelos matemáticos, y en términos porcentuales había determinado cuánto se reducirían los tiempos de espera y las filas de autos. Un viaje por 21 de Setiembre, por ejemplo, demoraría 35% menos.

Sin embargo, Cosse pausó la medida por los reclamos de vecinos y comerciantes, convocados a una mesa de diálogo el lunes. Antes, el colectivo de Punta Carretas había planteado sus dudas en varios ámbitos. Uno de ellos fue el Concejo Vecinal Zonal, que recibió a vecinos, comerciantes y jerarcas de la comuna en un plenario extraordinario el 5 de diciembre.

En diálogo con El País, la concejala de la Zona 5 María Muxi reconstruyó las inquietudes planteadas allí. En primer lugar, se apuntó contra un cambio “sustancial” en una calle tradicional del barrio, que bajaría el valor inmobiliario de las propiedades.

Luego, se planteó el deterioro que sufrirían las casas de Solano Antuña -que tienen mas de 80 y 100 años- por el incremento del tránsito. A eso se suma el valor patrimonial de la Vivienda Bello y Reborati, ubicada en esta calle.

Ante las autoridades municipales, los vecinos plantearon que habría un “mayor caos vehicular” y que se generaría un cuello de botella más cerca de Bulevar España.

“Solano Antuña no está preparada para que sea transitada por ómnibus y camiones”, plantearon los vecinos, que criticaron la potencial contaminación ambiental y sonora.

Los vecinos pidieron que la comuna revisara los horarios de carga y descarga de comercios, y señalaron que la IMM había pintado demasiados cordones rojos, por lo que había menos lugares para estacionar.

¿Cómo se complementará el paso atrás, teniendo en cuenta que la idea original era mejorar la movilidad en la zona? Según anunció la comuna, se instalarán los cuatros semáforos con inteligencia artificial que había anunciado al presentar el plan original.

Además, quitará una senda de estacionamiento de Solano Antuña, entre la rambla y Jaime Zudáñez, y prohibirá aparcar en algunos tramos de 21 de Setiembre. La intendenta Cosse indicó que de Ellauri hacia el sur no se podrá estacionar a ciertas horas en los días hábiles, mientras que en el tramo hacia el norte se habilitarán algunas plazas que todavía no se definieron.

La administración también prevé fijar “límites precisos” de carga y descarga e instalar un nuevo sistema de fiscalización electrónica, para multar a quienes los incumplan. En la zona se analizará la instalación de estacionamientos oblicuos.  