Jin Tan Meng: el chino más uruguayo que fue juvenil de Peñarol, asumió en Diputados y presentó proyecto de ley

“Amo Uruguay, es mi casa ya. Tengo muchos amigos, actividades. Tengo todo, tengo mi vida acá", destacó "Jackie", legislador colorado que llegó al país para ser futbolista y ahora pisó el Parlamento.

Jin Tan Meng
Jin Tan Meng, diputado por el Partido Colorado.
Foto cedida a El País.

Jin Tan Meng, conocido como “Jackie”, nació en China, pero se mudó a Uruguay hace unos 25 años. Vivió una década en Montevideo y luego se mudó al norte del país, donde se convirtió en un empresario de piedras amatistas y ágatas para exportación, hasta que luego se fue metiendo de a poco en el mundillo político oriental (del Uruguay).

El 9 de setiembre, el chino-uruguayo de 42 años asumió como diputado suplente del legislador riverense Martí Molins, del sector colorado Vamos Uruguay que lidera Pedro Bordaberry, y esta semana presentó su primer proyecto de ley para “prohibir y sancionar” el arrojo de basura y colillas de cigarrillos en la vía pública, en todo el país, a través del pago diferencial de multas para los infractores.

Aunque es “Made in China”, Jin dejó de ser ciudadano chino hace unos 15 años al optar por ser uruguayo, ya que el gigante asiático no permite la doble nacionalidad. El novel diputado oriental nació en la ciudad Guangzhou (China), cercana de Hong Kong, pero habla español, toma mate, hace asado y es fanático del fútbol.

De hecho, desde chico soñaba con ser futbolista profesional, lo que lo motivó a salir de los potreros chinos a viajar a Uruguay siguiendo esa carrera por un intercambio deportivo de clubes chinos. Llegó a jugar en la segunda división de Huracán Buceo, pero también fue juvenil en Peñarol (cuadro del que es hincha él y sus dos hijas), aunque su carrera futbolística se truncó tras sufrir lesiones en la rodilla.

Jin Tan Meng
Jin Tan Meng junto a Néstor Gonçalves en una práctica en las inferiores de Peñarol.
Foto cedida a El País.

“La vida no es así como vos querés (risas) cambia el panorama”, dijo Jin a El País sobre su desenlace en el fútbol, en un español achinado, con el cambio usual de las “r” por las “l”, que convive con un tono fronterizo con Brasil. El idioma español lo aprendió al principio escuchando radio y TV, y después en la UTU donde estudió, y más adelante pagó clases particulares de español, agregó.

Tras dejar atrás el sueño de ser futbolista, Jin se quedó y primero se dedicó al comercio de productos de bazar importados de China en Montevideo. Y más adelante, un amigo le propuso iniciar un negocio de piedras preciosas: amatistas y ágatas, por lo que mudó primero de la capital al extremo norte, Artigas, y más tarde a Rivera, donde hoy vive gran parte del tiempo.

Jin Tan Meng
Jin Tan Meng en una práctica en las inferiores de Peñarol.
Foto cedida a El País.

“Amo Uruguay, es mi casa ya. Tengo muchos amigos, actividades. Tengo todo, tengo mi vida acá. Desde los 17 años estoy acá, imagínate. Tengo todo acá”, remarcó Jin, que está afincado en Uruguay con su familia desde que arribó a comienzos de los años 2000.

A lo largo de su desarrollo como empresario, Jin comenzó a militar en política, hace ya una década. “No es solo conversando con la gente, hay que ayudar y solucionar los problemas a la gente”, dijo con ahínco de político local.

Jin comenzó siendo militante del Partido Colorado una década atrás, unos años después pasó a militar en el Partido Nacional y en 2023 volvió a su partido de origen. Luego integró una lista colorada que lo dejó ahora como diputado, luego de que el senador colorado y exintendente de Rivera, Tabaré Viera, lo convenciera para volver a la política.

“Tabaré Viera es un gran líder del partido; gracias a él estoy en la política”, sostuvo. Recordó una frase del exministro de Turismo que lo marcó: “La política no se trata de poder, sino de servicio”. Y agregó: “Yo quiero ofrecer mi pensamiento, sangre nueva y fuerza nueva. El político debe hacer servicio a la población; no es hablar y no hacer”.

El diputado destacó también intercambios con el presidente Yamandú Orsi, el expresidente Luis Lacalle Pou y el senador Pedro Bordaberry, a quienes atribuyó enseñanzas sobre responsabilidad institucional, firmeza de principios y escucha ciudadana. “Es histórico que un asiático entre al Palacio Legislativo”, dijo, “pero lo más importante es trabajar para mejorar la vida de la gente”.

En redes sociales fue bautizado también como "el diputado de Temu”, apodo que le genera risas, asociado a la plataforma china de comercio electrónico que se hizo popular en Uruguay y otros países. Jin hizo un paréntesis para plantear que está de acuerdo con el “impuesto Temu” que impulsó el gobierno en este proyecto de presupuesto quinquenal. “Hay que pagar, todo el mundo, en todos lados”, agregó.

Jin Tan Meng
Jin Tan Meng, diputado por el Partido Colorado.
Foto cedida a El País.

Primer proyecto de ley

“Queda prohibido arrojar, depositar, abandonar o verter en la vía pública residuos sólidos y colillas de cigarrillo. Se prohíbe igualmente el abandono intencional de objetos contaminantes o peligrosos en los espacios públicos”, establece el proyecto de ley de Jing, presentado el 24 de noviembre.

El objetivo del novel diputado es “impedir el arrojo de basura y colillas en la vía pública, combinar medidas de educación, dotación de infraestructura, fiscalización y sanción, y promover la participación ciudadana”, señala la exposición de motivos.

La iniciativa prevé que ante la primera infracción por arrojar basura o una colilla, la persona recibirá una multa de “150 a 200 pesos uruguayos”, así como la “obligación de recibir una charla informativa en el momento o la alternativa de realizar trabajo comunitario de aseo por horas equivalentes para eximir total o parcialmente la multa”, según la reglamentación que se busca aprobar.

Pero ante una segunda o subsiguientes infracciones, la multa pasará de “500 a 1.000 pesos uruguayos”, acotó la redacción a la que accedió El País. Y cuando ocurra un “daño grave al ambiente, incendio o riesgo para la salud pública por abandono deliberado de residuos”, se podrá derivar el caso a la jurisdicción penal.

“Para personas de bajos ingresos se prevé mecanismos de pago en cuotas, reducción o sustitución por trabajo comunitario conforme a criterios sociales que determine la reglamentación”, se puntualizó en la redacción.

Las autoridades competentes en la materia previstas –municipios y el gobierno nacional- podrán “sustituir” la sanción pecuniaria por “trabajo comunitario de limpieza y recuperación ambiental”, que mantengan una equivalencia horaria entre multa y horas de servicio.

Las sanciones las podrían aplicar “agentes municipales de control, inspectores ambientales, personal de policía” y otros funcionarios autorizados. Y los municipios mantendrán un “registro básico de infractores”, permitiendo la acumulación de faltas y la graduación de sanciones.

“La constatación podrá realizarse mediante testimonio presencial del agente, pruebas fotográficas o vídeo, registros de cámaras públicas o privadas autorizadas y sistemas tecnológicos compatibles con la normativa de protección de datos”, planteó la redacción.

Contenedor de basura en el Centro de Montevideo.
Contenedor de basura en el Centro de Montevideo.
Foto: Estefanía Leal.

Lo recaudado por las sanciones, se derivaría a infraestructura de recolección, campañas educativas, entre otros motivos. “La administración de estos fondos será transparente y su uso estará sujeto a auditoría pública”, aclaró el proyecto.

Las autoridades deberán disponer de “recipientes para residuos y de contenedores específicos para colillas” en zonas céntricas, turísticas, paradas de transporte, parques y demás espacios públicos, que tengan “señalización clara y multilingüe”, así como “garantizar” la recolección y vaciado de recipientes.

El origen del proyecto de ley citado, dijo Jin a El País, fue que un día estaba en una playa uruguaya cuando turistas españoles comentaron que había colillas de cigarrillo en la arena. “Uruguay es nuestra casa, no puedes ensuciar”, dijo el diputado, que contó que estuvo hace poco en Singapur. “En las calles no hay colillas ni basura, porque la gente está acostumbrada”, destacó.

“Quiero ser un hacedor"

Tan Meng afirmó que su compromiso político se inspira en las vivencias que tuvo en el interior del país, particularmente en Rivera. “El pueblo de Rivera vota al Partido Colorado porque cumple con las necesidades de la gente: calles, canchas, infraestructura. Y hoy tenemos un intendente, Richard Sander, muy comprometido”, sostuvo.

Aseguró que su rol como diputado será el de trabajar “con responsabilidad, sin peleas partidarias”. “Quiero ser un hacedor, no un hablador. Vine a Uruguay buscando un sueño personal, pero hoy persigo algo más grande: que este país sea mejor para todos”, expresó.

“Es un honor representar a Rivera y un honor servir a Uruguay. Este país me dio una oportunidad y ahora yo quiero devolverle algo con trabajo y compromiso”, concluyó.

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