SITUACIÓN DIFÍCIL

Afronta deudas con productores y falta de materia prima.

Hoy lunes 4 de junio habrá una reunión en la Presidencia de la República con participación de los ministerios de Economía y Finanzas, Industria, Energía y Minería, Ganadería, Agricultura y Pesca y Trabajo y Seguridad Social para buscar soluciones a la empresa láctea sanducera Pili que atraviesa una compleja situación debido a la falta de materia prima y sus deudas con los productores.

El intendente de Paysandú Guillermo Caraballo se reunió con el presidente Tabaré Vázquez para explicarle la situación de esta empresa que está trabajando solamente cuatro días por semana y que tiene a unos 40 trabajadores en régimen de seguro de paro rotativos.

El sindicato y los remitentes han hecho frente común y le elevaron al presidente un documento con varios puntos en el que explican las dificultades de la empresa.

El dirigente Marcel Petrib señaló a El País que "debe haber una solución ya para tamberos, fleteros y trabajadores". Los trabajadores no han cobrado adelantos de quincena y la empresa reconoció que si bien está al día con los remitentes más pequeños debe tres o cuatro meses a los más grandes.

"El emprendimiento tiene futuro. Si aparece plata, aparece la materia prima", consideró Petrib. Por eso, el sindicalista considera prioritario una inyección de capital.

A fines de enero Pili llegó a un acuerdo con el Banco República y con los privados, a los que adeuda en total unos US$ 40 millones, para que le dieran un año de gracia en el pago de sus obligaciones.

La empresa tiene 134 trabajadores de los cuales 44 están sindicalizados. Tiene alrededor de 80 remitentes aunque ha perdido algunos que le enviaban cantidades importantes de materia prima. Está recibiendo unos 100.000 litros de leche, de los cuales envía unos 25.000 a Los Cerrillos donde se procesa leche fluida. El resto se destina básicamente a la fabricación de quesos. Pero la planta tiene capacidad para procesar unos 170.000 litros diarios por lo que actualmente está subutilizada.

El sector de la industria láctea ha perdido unos 700 empleos desde 2015 cuando cerraron Ecolat en Colonia Suiza y Schreiber Foods en San José. Hoy trabajan alrededor de 5.000 personas en esta rama de actividad.

El convenio salarial del sector venció el 1 de enero pasado y se están dando los primeros pasos para negociar un nuevo acuerdo. Las empresas lácteas han planteado la congelación salarial (lo que implicaría la caída de las remuneraciones en términos reales). La Federación de la Industria Láctea entiende que se debe mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y dará prioridad a la estabilidad en la fuente de empleo.

En el primer trimestre la producción de leche creció 4% y han comenzado aparecer señales de estabilidad en los precios internacionales, lo que podría suponer un alivio para el conjunto del sector.