“El Mides en gobiernos frenteamplistas no daba soluciones a la gente”, dijo Ripoll, que deja Adeom para entrar en la política

Pasó sin escala de la actividad sindical al Partido Nacional y ya respaldó la eventual precandidatura de Álvaro Delgado

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Valeria Ripoll.
Valeria Ripoll.
Foto: Juan Manuel Ramos.

Pasó sin escala de la actividad sindical al Partido Nacional y ya respaldó la eventual precandidatura de Álvaro Delgado. En entrevista con El País, habló de una “ley integral de autismo” y se desmarcó del “terrorismo” con que se manejó la campaña contra la LUC, pese a haberla acompañado. Ahora destacó la “valentía” del gobierno y apuntó que “el Mides en los gobiernos frenteamplistas no daba soluciones a la gente”.
Empezó su militancia en el Partido Comunista del Uruguay (PCU) y terminó en el Partido Nacional (PN). ¿Cómo se define ideológicamente?

No hay un partido que me represente al 100%. Me considero una persona de centro que en algunos temas tiene una mirada de izquierda. No me siento en ninguno de los extremos. Quienes estamos en esta línea no tenemos un lugar definido, ni en el Frente Amplio ni quizás en los partidos tradicionales. Ese es el desafío: que esas personas no tengan que estar buscando continuamente, elección tras elección, que busquen un lugar con el que nos podamos sentir identificadas. Que realmente haya un lugar, quizás un poco más progresista, dentro del Partido Nacional. El FA está totalmente radicalizado hacia los sectores con los que tengo más diferencias, no me veo representada. El control lo tiene el PCU.

¿A quién votó en 2019?

Voté al FA en la primera vuelta. En el balotaje no voté, por suerte. No estaba en Uruguay. Me hubiera costado muchísimo esa elección porque a Daniel Martínez, sabiendo los desastres que había hecho en la IMM, no podía votarlo. Hoy tampoco puedo evitar imaginarme qué hubiera sido del país con él al frente en plena pandemia. Sabiendo la imposibilidad de tomar decisiones, lo infantil muchas veces de sus respuestas, con un equipo que a veces era nefasto.

Con Adeom llegaron a ocupar su oficina. ¿Fue una medida extrema?

No. Cuando asumí tenía dos objetivos fundamentales. Uno era cambiar la imagen del trabajador municipal, que no era reflejo de la realidad. Otro era cambiar la estrategia: el paro estaba desgastado y se ponía la limpieza al frente de la batalla. Empezamos a tomar medidas que no suspendían actividades a la gente, sino que la propia directiva ocupaba lugares y a la población no le afectaba.

¿Qué piensa de la ocupación como medida? Volvió a entrar en discusión con la aprobación de la LUC.

Voy a seguir pensando de la misma forma. Vengo del movimiento sindical y entiendo que la herramienta es utilizable. Obviamente es la última; hay un montón de opciones previas. No comparto en nada la decisión de un montón de sindicatos, que ocupan y se quedan cuando van a desocupar. Es simbólica: la usás, llegás a la gente y luego te tenés que ir.

Está alineada a Álvaro Delgado, posible precandidato del Partido Nacional. ¿Qué cualidades le encuentra?

Se ha transformado en alguien fundamental, sumamente importante en este gobierno. Además de ser la mano derecha del presidente, ha demostrado una gran contundencia al momento de comunicar. Por momentos en la pandemia era el referente para la población. Creo que es algo que necesitamos de los políticos, esa seguridad. Pero además, mi percepción está vinculada a cuando fui a golpearle la puerta: su respuesta, su sensibilidad en algunos temas. Te das cuenta de que realmente se interesa por saber, no solamente como el típico político que te dice “sí, sí” y en realidad nunca leyó nada. Es una persona que, sin conocerme, se comprometió, se preocupó por investigar, por poder dar respuestas, jamás nos dejó plantados. Eso responde a un perfil de persona.

¿Qué concepto tiene de Laura Raffo, su potencial contrincante?

Tengo un muy buen vínculo. La conocí personalmente cuando fue a Adeom. Después de ese encuentro, en muchas oportunidades, nos consultó cosas que tenían que ver con la IMM. Pero de la misma forma que la recibimos a ella, recibimos a los demás candidatos. Me parece que es una persona que está muy dispuesta a aprender. En algún momento nos vimos y me contó que estaba pensando en hacer algo, pero ni yo estaba en la búsqueda de militar políticamente.

¿Qué valoración hace de Carolina Cosse?

Como intendenta, si la comparás con la administración anterior, es muchísimo mejor. Y ni que hablar en el vínculo con los trabajadores. Es una intendenta muy presente, muy ejecutiva, aunque tengo diferencias con la creación del Plan ABC. Muchas cosas se llaman “ABC tal cosa” y son las tareas que hace la IMM desde siempre. Junto con el color verde son la marca registrada de la intendenta, y no me gusta que use el trabajo cotidiano de la IMM como un resumen político suyo.

Militar en un partido inevitablemente significa compartir sus ideas, valores. ¿Qué destaca del Partido Nacional, más allá de la afinidad con algún dirigente?

Los partidos son la comunidad de pensamientos colectivos, con matices, diferencias... No se está de acuerdo con todo. Es un partido histórico donde convergen distintas personas, ya sean más wilsonistas o herreristas. Creo que es un partido de valores y no se puede desconocer. Ha tenido grandes dirigentes, buenos gobiernos; se le pueden cuestionar algunas cosas, pero es sólido. Y, ante fenómenos que están pasando en distintas partes del mundo, hay que defender que la política no es una mala palabra. Los blancos tienen credenciales.

El otro día estuvo en la presentación del grupo blanco, D Centro, pero su entrada al Partido Nacional fue a través de Martín Lema, referente de Aire Fresco. ¿En qué sector se va a situar?

Es algo que no hemos charlado. Sinceramente, lo que me interesó dejar claro es el área en que me interesa trabajar. Dónde lo haré es una discusión de futuro, capaz no tan lejano. Teniendo la respuesta concreta, tanto de Martín como de Beatriz (Argimón) y Álvaro (Delgado), los detalles para mí son secundarios.

¿Cuál es su área de interés?

Este país necesita una ley integral de autismo, un proyecto muy complejo donde se necesita a un partido detrás para empujarlo. Son miles de familias que no han encontrado una respuesta en ningún gobierno. Se han movido algunas cosas, pero la respuesta de cambios estructurales que necesitamos es un tema central. Mi hijo ya es grande, pero hay un montón de gente a la que le quiero evitar pasar por lo que a mí me tocó. No soy una persona para quedarse sentada en la oficina, no es mi perfil.

El FA ha criticado al Mides por el aumento de la cantidad de personas en la calle. ¿Qué piensa de ello?

Quienes sabemos un poco del tema sabemos que el aumento es mundial. Son excepciones los países que logran revertir esas cifras. Y a veces sólo lo hacen por un período muy corto. El FA tampoco pudo frenarlo; el Mides en gobiernos frenteamplistas no daba soluciones a la gente. Si voy a evaluar fríamente un número como si fuera algo que sólo le pasó a este gobierno, cometo una hipocresía. Es sólo para buscar rédito político en el momento y no hacer una evaluación del problema.

Tiene experiencia en el plano municipal, área que, en Montevideo, ha sido una histórica debilidad del Partido Nacional. ¿Se ve como candidata?

No lo he analizado, más allá de que hay quienes te lo plantean por el lugar de donde venís. Creo que puedo aportar mucho conocimiento y que sí ha sido una debilidad del Partido Nacional. A algunas personas las he visto muy enfocadas, como a (Jorge) Gandini o la propia Laura, pero no hay un proceso que te permita realmente conocer Montevideo. Creo que Martín, por el hecho de estar en el Mides, ha generado conocimiento para el partido. No lo descarto. Hoy, seguro que no, pero si después el partido entiende que podría ser lo mejor, capaz que sí.

¿Y como parlamentaria?

Podría ser. No lo descarto porque convengamos que desde el Parlamento se presentan proyectos de ley. Yo creo que en algo como esto (lo referido al autismo) nadie puede estar en contra.

¿Qué votó en el referéndum contra la LUC?

Trabajé en contra de la LUC. En un inicio en contra de toda, porque -si se entiende que el instrumento está mal como método- está mal para todos los artículos. Lo de ir contra los que no votó el FA, o esperar a ver qué hace el FA para decidir, me molestó siempre. Me parece que hay que ser coherente: si la LUC está mal, hay que ir contra toda. No hacer lo que se hizo, porque creo que por eso también no salió: perdías credibilidad ante la gente. Algunas cosas no las comparto y con otras me daba temor el efecto. Por ejemplo, lo que tenía que ver con Antel. Pero nunca me manejé con terrorismo, jamás planteé: “Desalojo exprés, van a echar a todo el mundo a la calle”. Eran suposiciones de lo que podía llegar a pasar y creo que no le hace bien a ninguna campaña política generar terror.

Llama la atención que ahora diga que se estaba haciendo “terrorismo” pero que aun así acompañara la campaña.

Hay una cuestión de obligaciones. Si pertenecés a un colectivo y se toma una decisión, tenés que acompañar. Esa es una realidad. Si estoy en una asamblea general y mi postura pierde, después de que ganó la otra la tengo que defender por los trabajadores.

Las políticas suelen ser objeto de comentarios machistas o sexistas. ¿Se siente cómoda dentro del Partido Nacional, teniendo en cuenta que denunció la “violencia” que recibió en el PCU?

El PCU es un partido muy machista, a pesar de que digan lo contrario. La sociedad en sí es todavía muy machista, es su reflejo. Todavía hay gente que entiende que no estás por capacidad, sino porque estuviste con un hombre. Dentro del Partido Nacional hay gente que batalla contra esto. Como Beatriz (Argimón), una mujer feminista que lamentablemente ya no participa de las marchas. El FA intenta apoderarse de los temas sociales. Es algo que me ha molestado mucho, como cuando se metió el tema de la LUC en una de las marchas. En el FA toman la bandera del feminismo, pero saben de dirigentes muy machistas y no pasa absolutamente nada. Son parte de esta sociedad y no han cambiado. Están dentro del Pit-Cnt, de Adeom, de los partidos.

"Destaco la valentía de reformar”

¿Qué opina del gobierno de Luis Lacalle Pou?

Es un buen gobierno. Él es muy sólido, contundente. Valoro mucho más el rol de un presidente a partir de la pandemia: tanto su rol como el de Delgado fueron fundamentales en lo que sentía la población. Y creo que al país le está yendo bien. Destaco la valentía de hacer las reformas. Me parece muy correcto el trabajo del Ministerio del Interior en cuanto a pensar políticas de largo plazo para la prevención del delito. También lo que tiene que ver con salud mental, que era sólo un discurso hasta ahora: había una ley sin presupuesto. No comparto el “tres por uno” en la reposición de vacantes. Martínez lo aplicó durante tres años en la IMM. Cuando lo planteás tan linealmente, algunos lugares se desmantelan. Es importante medir los efectos.

¿Qué piensa de la reforma de la seguridad social?

Todos sabíamos que había que hacerla. ¿Cuál es la que plantea el FA que no aumenta la edad jubilatoria? Nadie la conoce. El FA lo dijo en sus gobiernos, pero me parece que faltó valentía. Tenían temor del resultado electoral, venían en decadencia. Después se medirá si el gobierno tomó la mejor decisión.

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