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El gesto de Mujica que agradecen en la coalición de gobierno

Destacan la “mano” que dio al ir con Lacalle y Sanguinetti a asunción de Lula, y la imagen positiva que los tres referentes del FA, PC y PN mostraron al mundo sobre la continuidad democrática uruguaya.

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Julio María Sanguinetti, José Mujica y Luis Lacalle Pou en la asunción de Lula como presidente de Brasil
Julio María Sanguinetti, José Mujica y Luis Lacalle Pou en la asunción de Lula como presidente de Brasil.
Foto: AFP

El trillado refrán dice que una imagen vale más que mil palabras, y eso es de algún modo lo que quiso transmitir -y para propios y ajenos, logró que se transmitiera- el presidente Luis Lacalle Pou al asistir a la asunción presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva acompañado de los expresidentes José Mujica y Julio María Sanguinetti.

Algo más mesurados se han mostrado en estas horas en la academia y en el Poder Ejecutivo, en donde destacan con optimismo la infinidad de fotos y videos que mostraron al mundo la continuidad democrática uruguaya, pero subrayan también que la imagen está lejos de traducirse en mil palabras, porque ahora son necesarias las acciones.

Pero en lo que no hay dudas es que puede significar una buena señal para construir el necesario “diálogo” que Uruguay necesitará tener con un Brasil que el gobierno espera “más ofensivo respecto a sus intereses regionales”, que son netamente contrapuestos al objetivo de Lacalle Pou de abrirse al mundo y flexibilizar el Mercosur. Pues Brasil -ya se sabe, hay indicios más que suficientes en ese sentido- tendrá una impronta en su política exterior bien diferente a la del gobierno de Jair Bolsonaro, cuyo ministro de Economía, Paulo Guedes, avaló durante su gestión la postura uruguaya de búsqueda de acuerdos internacionales por fuera del bloque regional. Y ese imprescindible diálogo, asumen en forma más o menos directa en la Cancillería, tendrá en Mujica -y la amistad de años que mantiene con Lula- un muy probable cómplice para las futuras instancias -como por ejemplo si se concreta la visita de Lula da Silva a fines de enero, tal como le solicitó su par uruguayo en la breve charla del domingo en Brasilia.

Por lo pronto, se cumplió un “primer eslabón” -destacaron a El País fuentes del Ejecutivo- con el mensaje simbólico enviado por la particular composición de la delegación uruguaya en el Congreso Nacional brasileño para la nueva relación a construir con el gobierno de Lula.

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El chiste que Lacalle hizo a Lula sobre José Mujica

El breve intercambio que se dio entre el presidente Luis Lacalle Pou y su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la asunción al poder del brasileño el pasado domingo en el Congreso Nacional de ese país, tuvo un momento de humor, según se aprecia en un video compartido por el diario Folha de S. Paulo en su cuenta de Twitter. Lula saludó primero al colorado Julio María Sanguinetti, luego al presidente uruguayo y por último a su amigo José Mujica -a quien lo abrazó nombrándolo con su apodo: “¡Pepe Mujica!”, exclamó.

Fue entonces cuando el líder brasileño recién asumido se volvió hacia el presidente Lacalle Pou y le preguntó: “¿Te está dando trabajo?”, en referencia el dirigente del Movimiento de Participación Popular.

Entre risas, y en una respuesta rápida, Lacalle Pou le respondió: “No, no, se porta bien”.

Reacciones

El expresidente y líder del Movimiento de Participación Popular tuvo un gesto que por estas horas es especialmente valorado en la coalición de gobierno, por lo que también impacta puertas adentro para el sistema político, que ha vivido semanas y meses de particular tensión entre la coalición y la oposición -entre otros asuntos por los casos de la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset y la imputación del exjefe de la custodia presidencial, Alejandro Astesiano.

“Hay que reconocer que dio una mano, y que a los más crispados del Frente Amplio (Mujica) los dejó descolocados”, resumió a El País un alto dirigente del oficialismo.

Esto no quitó, de todos modos, que haya dirigentes de la oposición, como la intendenta Carolina Cosse, que -sin dejar de señalar “el buen gesto” del presidente y los exmandatarios- encontraran una oportunidad para continuar con las críticas. “Es bueno en la reconstrucción de la imagen que Uruguay tiene que hacer hacia el exterior porque tenemos una imagen muy dañada por el caso de corrupción en la Torre Ejecutiva”, dijo ayer, por ejemplo, la jefa comunal.

Otros dirigentes frenteamplistas, como el senador del MPP Daniel Caggiani, tienen hoy una mirada más positiva sobre lo ocurrido -“en términos generales me pareció una buena movida”, dijo a El País-, aunque espera que sea el inicio de una “reconfiguración de la política exterior de Uruguay”, hasta el momento “partidista y enfocada en el presidente”.

“Tal vez haya un cambio de chip del gobierno uruguayo -siguió-, ajustado a la nueva realidad latinoamericana y regional, y así poder obtener mejores resultados en materia de política exterior, que hasta el momento ha mostrado un profundo fracaso”.

Balance

El análisis de la Cancillería sobre la presencia uruguaya en Brasilia es positivo, porque en los hechos se trató de “un movimiento táctico” de Presidencia que ya tuvo su efecto, pues la impresión que dejó el símbolo de la delegación oriental en Brasilia cayó muy bien en Itamaraty -de acuerdo a las fuentes del Ejecutivo-, al margen de comentarios del propio Lula, que “destacó el hecho”, en palabras de Sanguinetti.

“Todo esto parece estar muy bien, pero no hay que quedarse solo en la foto. Hay que seguir”, advirtió, de todas formas, Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica del Uruguay. Porque para el académico es clave que Uruguay deje sentado el mensaje de que su vocación de apertura comercial más allá de la rigidez normativa del bloque “no es un capricho de este gobierno, sino una necesidad expresada desde larga data”, y crucial, además, “para poder tener un sentido de pertenencia en el Mercosur”.

Por eso, para Bartesaghi lo importante ahora es “ratificar” este nuevo inicio de las relaciones con Brasil en la reunión que se espera que Lacalle Pou mantenga con Lula en las próximas semanas, encuentro que aún no ha sido confirmado.

“El apoyo de Mujica será necesario, pero no suficiente: el liderazgo en este nuevo enfoque en las relaciones con Brasil recae en Lacalle Pou”, concluyó el docente de la UCU.

Antes de partir hacia Carrasco, el domingo a la tarde, el mandatario uruguayo también había destacado el rol que puede tener Sanguinetti y su buen vínculo con el expresidente brasileño José Sarney -con quien coincidió en su primer mandato (1985-1990).

Asimismo, reconoció que el presidente brasileño “habló muy poco de temas internacionales” en su discurso de asunción, pero igualmente se quedó con la mención al Mercosur como un tema de preocupación. “Ahí hay un estribo; hay que aprovecharlo”, cerró.

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