LA COLUMNA DE PEPEPREGUNTÓN
El 13 de octubre de 2014, a escasos días de la primera vuelta electoral que llevarían a Tabaré Vázquez por segunda vez a la Presidencia, su campaña daba a conocer un video en que el candidato del FA asumía un fuerte compromiso en materia de seguridad para el caso de llegar de nuevo al poder.
Por aquellos días el país asistía a una creciente ola de inseguridad y Vázquez entendió que era hora de dar un mensaje inequívoco sobre el tema. Era preciso que los uruguayos supieran qué haría con ese flagelo si llegaba por segunda vez a la Presidencia.
El candidato habló claro. “Nosotros -dijo- no hacemos promesas electorales. Cuando nos comprometemos, cumplimos. Y con ese criterio hemos trabajado intensamente en el tema de la seguridad. Un nuevo gobierno progresista puede, y debe, asumir compromisos concretos en materia de seguridad pública. Y además, cumplirlos”, comentó Vázquez.
“¿Por qué podemos asumir ahora compromisos en materia de seguridad? Primero, porque aprendimos. Claro, aprendimos de los aciertos y de los errores. Porque estudiamos el tema y consultamos a los que saben más que nosotros en varios países, y construimos nuestra propia política de seguridad. Y segundo, porque hoy tenemos una situación totalmente distinta al desastre que nos dejaron en 2004. Diferente en cuanto a la situación social, al equipamiento de la Policía, a su número y a la distribución territorial”, aclaró.
El compromiso quedó establecido aquel día. “Hoy podemos comprometernos a frenar el crecimiento de las rapiñas y en cinco años reducir el número de los hurtos y las rapiñas en un mínimo de un 30%. Y vamos a cumplir”, dijo Vázquez.
“Así como dimos la batalla contra el tabaco, y somos y fuimos un ejemplo internacional, vamos a tomar la batalla contra la violencia con la misma fuerza y rigor. Y vamos a triunfar. No tengan dudas”, concluyó.
Aquellas elecciones terminaron con el triunfo del Frente Amplio y le dieron a Vázquez y a todo el equipo que, según aquel video, había hablado con los que más sabían de seguridad en todo el mundo para construir una política de seguridad adaptada a la situación uruguaya, la posibilidad de llevar sus proyectos a la acción. Y con mayoría parlamentaria propia.
¿Y qué pasó? La gente en la calle se siente cada día más insegura. Y los números hablan. A menos de un año de que Vázquez traspase el mando, los hurtos y las rapiñas, las modalidades delictivas que el Frente Amplio se comprometía a bajar “en un mínimo de un 30%” en cinco años, han aumentado hasta alcanzar niveles alarmantes. Y los homicidios cerraron 2018 con cifras nunca antes conocidas.
¿Qué falló? Si lo que había que hacer estaba tan claro, al punto de asumir un compromiso tan fuerte, ¿qué salió mal? ¿Estaba mal el plan? ¿Se asesoraron con las personas incorrectas? ¿Los que tenían que ejecutar el plan no hicieron lo que debían? Y si así fue, ¿por qué todos siguieron en sus cargos durante estos años, empezando por el ministro Eduardo Bonomi?
El próximo candidato o candidata del Frente Amplio, cuando nos pida el voto este año, ¿podrá explicarnos, quizá con otro video, qué pasó?