Da Silva criticó "argumentos de comité" de jerarca de Ambiente por suspensión de Neptuno y esta contestó

Redacción El País
La directora nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente, María Fernanda Souza, respondió a las críticas del senador nacionalista Sebastián Da Silva, que cuestionó su postura con respecto a la reformulación del proyecto Neptuno. Esta iniciativa preveía la construcción de una toma de agua dulce en el Río de la Plata y la instalación de una planta potabilizadora en Arazatí (San José).

Según se anunció en conferencia de prensa, se instalará una nueva planta potabilizadora de agua en la cuenca del río Santa Lucía, cerca de la que ya está instalada en Aguas Corrientes. Además, se instalará una reserva de agua bruta en la cuenca de Solís Chico, y se mejorarán la cuarta y quinta línea de aducción para suministrar agua potable a la zona este de Canelones, a donde hoy se llega con camiones cisterna.

En su cuenta de X, Da Silva expresó que la discusión "se puede dar por conveniencia, temas filosóficos y costos", pero "nunca desde el punto de vista ecológico". "Hacerlo demuestra el poco conocimiento en la materia, y más aún, el poco recorrido en el Río (Santa Lucía), que ahora se quiere forzar aún más. Porque riego y agua para consumo van por carriles separados. Norma básica escolar del manejo del agua", acotó el legislador.

El dirigente del Partido Nacional sostuvo que Souza estaba "celebrando la suspensión del proyecto Neptuno con argumentos de comité".

Foto: Ignacio Sánchez/Archivo El País.

Por su parte, Souza consideró que "la suspensión del proyecto Neptuno fue una decisión técnica. No fue ideológica ni partidaria". "Fue el resultado de observaciones fundamentadas por la universidad, los técnicos de OSE, científicos, sociedad civil organizada y organismos internacionales", aseveró.

Para la jerarca de Ambiente, "la cuenca del Santa Lucía sigue siendo la principal fuente de agua potable para el país". "Está bajo presión y abandonar un sistema en vez de restaurarlo sería como dejar colapsar una política pública en vez de mejorarla", añadió.

Además, Souza indicó que "proteger la calidad del agua no es ir contra la producción, es lo que permite su continuidad". "El agua potable y la lechería no son enemigas. Sin agua segura, no hay agro viable a largo plazo", aseveró.

Por otra parte, la jerarca expresó que "la defensa del agua no es solo ideología, es también gestión ambiental con base científica".

"Defender el agua y la sostenibilidad no es ´torpeza ecológica´. Es cuidar lo común frente a intereses que se disfrazan de sentido común. Pero ´el pueblo es soberano, y él sabrá investigar las operaciones de sus representantes´. No es lo mismo defender derechos que intereses", concluyó.

Las partes acordaron realizar cambios al contrato de Arazatí para la construcción de una nueva planta potabilizadora de 200.000 metros cúbicos en la cuenca del Santa Lucía en inmediaciones de Aguas Corrientes (Canelones).

La nueva planta y la actual de Aguas Corrientes producirán 900.000 metros cúbicos de agua potable para asegurar el abastecimiento en el área metropolitana.

La propuesta es una alternativa luego de que se descarte el proyecto Neptuno que se había firmado en la anterior administración, y pretendía instalar una planta potabilizadora en Arazatí (San José).

Foto: Leonardo Mainé

El secretario de la Presidencia de la República, Alejandro Sánchez, el ministro de Ambiente, Edgado Ortuño, y el presidente de OSE, Pablo Ferreri, junto con Alejandro Ruibal, presidente de la constructora Saceem e integrante del consorcio de privados Aguas de Montevideo, brindaron una conferencia de prensa para ahondar en detalles.

"El acuerdo implicará obras en la quinta línea de bombeo y la construcción de una reserva de agua bruta y una pequeña potabilizadora en la zona de Solís Chico", señaló Sánchez.

El secretario de Presidencia afirmó que las modificaciones al contrato "permitirán abaratar en un tercio el costo inicial previsto para el proyecto Neptuno". Los plazos de construcción serán de entre 30 y 36 meses, confirmó Sánchez ante la consulta de El País. Se prevé que las obras comiencen el próximo año y el objetivo es garantizar el acceso al agua potable en la zona metropolitana hacia 2045.