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Cosse y Orsi con matices en el encuentro de Torre Ejecutiva por crisis del agua potable

La intendenta de Montevideo reclamó un mapeo de los sitios críticos de distribución, así como optimizar el uso del agua por parte de la industria; el de Canelones exigió medidas urgentes y no "seguir esperando que llueva".

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Canilla con agua potable. Foto: Canva

Los intendentes de Montevideo y Canelones, Carolina Cosse y Yamandú Orsi, se presentaron en el Secretariado Ejecutivo del Frente Amplio antes de ir a la reunión que convocó el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, en Torre Ejecutiva con varios ministros y el presidente de OSE.

En la instancia de la fuerza opositora, Cosse y Orsi repasaron las líneas de acción hechas por cada intendencia. Además, el jefe político canario aprovechó para hablar de los videos que publicó en sus redes sociales de minería ilegal en su departamento, que aseguró, cambian el curso del río Santa Lucía.

Fuentes del encuentro en Torre Ejecutiva dijeron a El País que el estilo de ambos en la reunión fue diferente. Por un lado, Cosse quien dijo que “hubo un muy mal manejo de una crisis que ya se veía venir”, llevó al encuentro un documento con 20 medidas y exigió una respuesta.

Además de pedir la declaración de situación de alerta, llamó a comunicar la situación a la población, publicar datos relevantes en formato abierto, limitar usos con agua de OSE; quitar el IVA al agua embotellada y controlar sus precios.

Además, la intendenta pidió reforzar capacidades para detectar pérdidas de agua, que incluye implicar las reparaciones de OSE. También solicitó una reducción de la tarifa, así como distribuir agua en camiones cisterna, embolsar el agua potable, generar una cadena de logística solidaria para que personas y empresas puedan trasladar agua potable.

En su documento, Cosse también reclamó un mapeo de los sitios críticos de distribución, así como optimizar el uso del agua por parte de grandes consumidores tales como industria, y facilitar la importación de agua y envases. Además pidió realizar una campaña de prevención de dengue y chikungunya, así como divulgar una guía de acción de falta de agua corriente en hospitales y centros educativos, y garantizar agua adecuada para los animales.

El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, señaló que las medidas “son parte de otras que está instrumentando el Poder Ejecutivo y que van a estar en carpeta para analizar en su momento”.

Del otro lado, Orsi no llevó un documento con medidas concretas a la reunión y no se mostró alineado con su correligionaria para reclamar esta situación de alerta, indicaron fuentes del encuentro a El País. El intendente canario si bien se mostró preocupado por la situación, prefirió no ir por esta consideración sino avanzar en un marco frente al déficit hídrico y su impacto.

Orsi no habló con los medios a la salida apostados en Torre Ejecutiva. Posteriormente circuló un mensaje de él sobre una “situación particular, por lo menos de emergencia”. El intendente planteó que el Ejecutivo exonere el pago “por un producto que no es el que la gente está pagando”, en referencia al agua de OSE.

Tras señalar que resolvió la prohibición del trabajo de las areneras sobre el río Santa Lucía, también solicitó al gobierno “mostrar los datos tal cual son y no generar dudas”, así como “tratar de tener un control de los precios”.

Otro elemento que marcó, en línea con Cosse, es que “se va a tener que habilitar la importación de agua embotellada teniendo en cuenta lo que se viene”. Y enfatizó: “No podemos seguir esperando que llueva, tenemos que tomar medidas urgentes”. Orsi planteó que se “podría haber ahorrado alguna reunión en la medida que estuviera el presidente, el secretario o prosecretario”.

Fuentes del encuentro agregaron que la ministra de Salud Pública Karina Rando planteó a Cosse que no se puede llamar una situación de emergencia con la situación actual. El fundamento que utilizó la ministra es que no hay elementos que marquen una crisis sanitaria actualmente.

Además, agregaron las fuentes, la ministra planteó que si la situación sigue así, en agosto o setiembre se podría decretar una emergencia sanitaria por el consumo acumulado de agua con mayor sodio y cloruros.

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