FRENTE AMPLIO

El saldo que dejó el 50° Congreso del Partido Socialista fue apuntalar aún más la conducción de Gonzalo Civila y los “ortodoxos”. El secretario general socialista y diputado fue respaldado por el 80% de los 550 delegados que participaron del congreso.

La contracara la vive la oposición que tiene más que un desafío hacia las elecciones del sector frenteamplista previstas para el 7 de agosto.

No solo porque Civila salió fortalecido sino porque los “renovadores” se dividieron en dos corrientes, lo que disminuye las chances de disputar en votos la conducción socialista.

Esto genera problemas hasta para completar la lista que encabeza el exdiputado Darcy de los Santos. Se necesitan unos 120 dirigentes entre titulares y suplentes para llenar los lugares que aspiran a integrar el comité central y las comisiones de disciplina, electoral y fiscal. De acuerdo a fuentes del sector, no está siendo sencillo alcanzarlo. El lunes hubo una reunión de referentes “renovadores”, entre los que estuvieron De los Santos y los exsecretarios generales Yerú Pardiñas y Eduardo Fernández. Allí se realizó un balance del congreso -negativo para sus intereses aunque se destacó “haber dado la pelea”- y se planteó la situación sobre cómo completar los cupos.

“Salgamos a buscar militantes”, dijo uno de los dirigentes.

Por otra parte, en el congreso se consolidó la corriente impulsada por ediles del interior del país. La flamante agrupación, con raíz en los renovadores, nombró a la excoordinadora del Frente Amplio, María Jossé Rodríguez, como su candidata, informó la diaria.

Durante el debate en comisiones que realizó el congreso hubo momentos de tensión. Entre quienes analizaron la rendición de cuentas de los tres años de administración de Civila hubo defensores del secretario general que plantearon a los opositores dejar el sector.

El presidente de Fucvam, Gustavo González, resaltó el balance presentado por el secretario general. Desde los delegados renovadores se criticó decisiones como impulsar una candidatura “muy minoritaria” a la presidencia del Frente Amplio y la “falta de voluntad política” para evitar que afiliados con décadas en el Partido Socialista renunciaran.

González, para retrucar las críticas, respondió: “Si no les gusta esta dirección, váyanse”.