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Carlos Julio Pereyra fue sepultado en el suelo que nació y saltó a la política nacional por décadas

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Sepelio de Carlos Julio Pereyra. Foto: Darwin Borrelli

DESPEDIDA AL PATRIARCA DE ROCHA

La despedida de los restos de Carlos Julio Pereyra ocurrió ayer en el cementerio de Rocha como era su voluntad. Militantes veteranos y jóvenes se acercaron a darle su último adiós al caudillo.

Su primer discurso fue en el comercio de su familia y nunca se lo olvidó. Todavía vestía pantalón corto, pero ya tenía cosas para decir. Nieto, hijo y sobrino de servidores en las revoluciones blancas. La despedida de los restos de Carlos Julio Pereyra ocurrió ayer en el cementerio de Rocha como era su voluntad.

Fue como una misa laica, no habló un cura, pero hubo palabras del futuro presidente, Luis Lacalle Pou. Inés Pereyra, nieta del caudillo, agradeció a quienes se acercaron y estuvieron cerca de su “Tata” hasta el final.

Otro nieto pidió la palabra y lo único que le salió fue “viva Carlos Julio, viva el Partido Nacional”. También se escuchó una oración a la Virgen María a cargo de una mujer que estaba en el público. Militantes veteranos y jóvenes se acercaron a darle su último adiós al caudillo que siguieron tantas veces.

Junto a ellos estaba gran parte de la vida política de los blancos: intendentes y candidatos en campaña, senadores que se preparan para ser ministros, diputados electos, dirigentes locales y nacionales que vienen diseñando el contenido del próximo gobierno.

En el marco de las honras fúnebres de Estado, decretadas por la Presidencia de la República, se hizo presente una banda militar y un capitán del Ejército le entregó a Lacalle Pou el Pabellón Nacional que cubría el féretro. El futuro presidente se lo dio a la familia.

Sepelio de Carlos Julio Pereyra. Foto: Darwin Borrelli
Un nieto pidió la palabra y lo único que le salió fue “viva Carlos Julio, viva el Partido Nacional”. Foto: Darwin Borrelli

La historia personal y política de Carlos Julio se mueve entre la épica y el bajo perfil. Con mucho esfuerzo estudió y la vida lo llevó a la lucha política siguiendo la emoción de sus mayores en el Partido Nacional Independiente. Su primera responsabilidad fue como edil de Rocha en el año 1951.

Comenzó siguiendo a Javier Barrios Amorín, con quien fundó el Movimiento Nacional de Rocha en el año 1964. En mayo de aquel año falleció Barrios Amorín y Carlos Julio asumió el liderazgo del nuevo sector. De ahí en adelante se volvería una figura nacional.

En el año 1971 fue elegido por Wilson Ferreira Aldunate como su compañero de fórmula presidencial. La duda sobre el resultado de aquella elección todavía está vigente. Después vino la dictadura y Pereyra fue un opositor feroz. Su mayor diferencia con Wilson fue por la ley de caducidad, norma por la que hizo campaña en contra.

Fue senador hasta el año 2005 y presidió el Directorio del Partido Nacional hasta agosto del año 2009. Después hizo esporádicas salidas, en una de ellas anunció que apoyaba a la figura de Lacalle Pou, un diputado que comenzaba a hacer sus primeros movimientos en la política nacional.

Su familia y amigos más cercanos contaron que hasta sus últimas horas pedía los diarios para estar informado.

Sepelio de Carlos Julio Pereyra. Foto: Darwin Borrelli
En el marco de las honras fúnebres de Estado, decretadas por la Presidencia de la República, se hizo presente una banda militar. Foto: Darwin Borrelli.

Rocha.

Si bien vivía en Montevideo, no se olvidó de su departamento natal. Alejo Umpiérrez, candidato nacionalista a la Intendencia Departamental de Rocha y editor de la Revista Histórica Rochense entrevistó a Pereyra a lo largo de varios meses. El diálogo culminó pocas horas antes del fallecimiento del caudillo nacionalista.

“Allí cuenta el porqué del Movimiento Nacional de Rocha, él se oponía al nombre en un principio porque era como reducir el movimiento a un departamento y quitarle dimensión nacional”, dijo Umpiérrez.

Sin embargo, prontamente el término “rochano” comenzó a aplicarse para señalar a los del grupo de Carlos Julio y se mantuvo el gentilicio de “rochense” para los nacidos en el departamento de Rocha.

“Todo surgió con una reunión que ocurrió en el teatro 25 de Mayo de Rocha el 8 de marzo de 1964 donde se constituyó el Movimiento. Hasta ese momento no era un movimiento, era una reunión de inquietudes políticas. La gente comenzó a hablar del grupo que se reunió o se juntó en Rocha. Así fue que paulatinamente, se empezó a hablar del Movimiento de Rocha”, explicó Umpiérrez.

Sepelio de Carlos Julio Pereyra. Foto: Darwin Borrelli
Militantes veteranos y jóvenes se acercaron a darle su último adiós al caudillo. Foto. Darwin Borrelli.

Por otro lado, el candidato blanco no tuvo dudas en señalar que Pereyra fue “el hombre público más importante que le ha dado Rocha al país”.

“Fue una de las figuras más trascendentales del Partido Nacional en su historia reciente, Carlos Julio era una especie de patriarca, aquel que con su ejemplo guía, conduce y ejemplifica. Era el sabio de la tribu”, aseveró Umpiérrez.

Un adiós respetuoso de propios y extraños
Velatorio Carlos Julio Pereyra. Foto: Francisco Flores.

El velatorio de Carlos Julio Pereyra en el Palacio Legislativo fue la despedida del sistema político y del público en general de todos los partidos. Sin embargo, en el cementerio de Rocha se vivió una ceremonia de sepelio entre los más íntimos a la familia y al círculo personal de Pereyra. Minutos antes de que el cortejo llegara a Rocha se pudo ver a lo largo de la Ruta 9 a militantes nacionalistas desplegando banderas en honor al caudillo fallecido.

La explanada del cementerio rochense se vio desbordada por la presencia de la familia, sus adherentes políticos y figuras nacionalistas de todas las épocas. Estaban los exintendentes Enrique Antía y Sergio Botana de Maldonado y Cerro Largo, los candidatos a la Intendencia de Rocha Alejo Umpiérrez y José Carlos Cardoso, el diputado Rodrigo Goñi, el futuro ministro Javier García, el candidato blanco en Maldonado, Rodrigo Blas, el dirigente Alem García, la presidenta del directorio blanco Beatriz Argimón y el futuro presidente, Luis Lacalle Pou, entre otros.

En un rincón vistiendo una camisa celeste y visiblemente emocionado, el cantante folclórico Carlos María Fossati siguió la ceremonia junto con amigos. Cercano al líder “rochano”, recordó parte del camino que hicieron juntos en los tiempos difíciles de la dictadura.

“Carlos Julio fue mi maestro y un hermano de la vida. Lo conocí en el año 1966 en una gira que se hizo antes de las elecciones, yo estaba en Cerro Largo”, contó el folclorista.

Sin embargo, el vínculo se fortaleció durante la dictadura. Las dificultades propias de aquella situación los unieron para siempre. “Vino y me dijo que había que hacer algo. Yo le dije que lo único que podía hacer era rascar la guitarra y cantar. Te parece poco, me dijo. Y ahí arrancamos, hicimos algún kilómetro que otro”, narró.

El trato cotidiano hizo que Pereyra y Fossati se conocieran profundamente. “Carlos Julio era igual que nosotros, dicharachero. Con su cara de malo tenía un gran humor, bancaba mucho. Yo era bastante atrevidote. Fue un tipazo, una honestidad ejemplar con una línea política recta e invulnerable. Con los años se convirtió en lo que se demuestra hoy en día, una personalidad que va a ser leyenda en este país”, expresó el cantante a El País.

El mundo paralelo de las redes sociales reaccionó con dolor ante el fallecimiento de Pereyra. Muchos dirigentes saludaron a la familia y amigos del caudillo. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, escribió: “Mi más profundo pesar por el fallecimiento de Carlos Julio Pereyra, líder político y referente ético del Uruguay, que luchó para reconquistar la democracia y reconstruirla”.

En tanto, para el colorado Ope Pasquet, Pereyra fue un dirigente de convicciones firmes y recta conducta. “Es con personas así que se prestigian la democracia y los partidos”, dijo.

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