“Sextorsión”: abogados alertan por gran aumento de casos

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Foto: Shutterstock.

DELITOS INFORMÁTICOS

Se busca extorsionar mediante las fotos íntimas; Delitos Informáticos investigó 80 casos en tres años.

Luego de la pandemia, el uso de Internet y la cantidad de usuarios e interacciones en las redes sociales han dado un salto exponencial y, en este sentido, también hubo un aumento de delitos informáticos. Entre esta rama delictiva se encuentra lo que -de manera coloquial- se llama “sextorsión” o “pornovenganza”. Se trata de que una persona extorsione a otra con divulgar imágenes o grabaciones con contenido íntimo.

Este delito se da de dos formas. Por un lado, en el contexto de una pareja que en su momento se enviaban contenido sexual y cuando se rompe la relación comienza el chantaje con amenazas de divulgar este material. Los abogados consultados por El País contaron que los casos tratan sobre exparejas que extorsionan para así volver a estar juntos, otros que difunden las fotos y video a sus grupos de amigos en WhatsApp para exponer a la expareja que lo dejó por otra persona o, en muchos casos, con la intención de obtener dinero.

Pero en el último tiempo también existen numerosos casos de “sextorsión” a partir de usuarios falsos en las redes sociales que comienzan a seducir a la persona y le envían este tipo de contenido para que la otra persona también lo haga.

La normativa actual establece que la persona que difunda, revele exhiba o ceda a terceros imágenes o videos de una persona con contenido íntimo o sexual sin su autorización, será castigada con una pena de seis meses a dos años de prisión.

Y no solo eso, porque también se sanciona a los administradores de sitios de internet, portales o buscadores que, a pesar de que son notificados de la falta de autorización para divulgar este contenido, no den de baja las imágenes de manera inmediata. Estas empresas tienen la misma pena que las personas.

Aumento de casos

El País contactó a 13 abogados, de los cuales nueve afirmaron que trabajaron con casos de extorsión mediante contenido sexual y cuatro de ellos incluso indicaron que les llegan consultas de este tipo “todo el tiempo”.

El Departamento de Delitos Informáticos de la Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol, también informaron a El País que han trabajado con un aproximado de 80 casos de “sextorsión” en los últimos tres años. “Hubo un aumento de este tipo de maniobras”, indica Fabricio Porley, titular del departamento.

Sin embargo, a esta dependencia solo llegan las denuncias que se hacen directamente en la oficina o que se derivan de algún organismo policial. Y lo que suele suceder con este tipo de delito es que la persona extorsionada muchas veces prefiere no hacer la denuncia por temor a exponerse.

Es así que, según explicaron los abogados, varios optan por hacer la consulta legal para que los aconsejen en cómo proceder e incluso hacen todo lo posible para resolverlo personalmente, sobre todo si la “sextorsión” es por parte una expareja.

“Recibo consultas semanalmente por este tema”, dijo a El País el abogado Pablo Schiavi. Tuvo casos en el que se rompió el pacto de intimidad de la pareja y uno de los dos mandó las fotos a grupos de WhatsApp de amigos. “No tenían el consentimiento y nunca lo tendrían porque nadie te va a dar el consentimiento para que muestres fotos íntimas más allá de la pareja”, resaltó. A su vez, el abogado Andrés Ojeda contó a El País que cada mes recibe unas seis consultas por extorsión relacionadas con contenido sexual e incluso tuvo un caso que involucraba a un menor y que derivó en un proceso de acuerdo abreviado.

Crimen organizado

A comienzos de este año se conoció una organización delictiva que utiliza las redes sociales para extorsionar y estafar a partir de fotos íntimas y sexuales.

El abogado Diego de Pazos ya ha tenido unas 30 consultas de personas que son chantajeadas por esta organización y seis de ellas presentaron denuncias formales en la Fiscalía.

La maniobra comienza cuando una aparente mujer paraguaya le envía una solicitud de amistad a un hombre uruguayo y luego le manda mensajes por el chat. Comienzan a conversar y después ella le pide su número de teléfono para continuar la charla por WhatsApp.

La mujer luego le envía fotos íntimas y le exige que él también le mande. Al día siguiente el usuario engañado recibe una nota de voz vía WhatsApp del policía y el fiscal quienes le informan que la persona con la que intercambió fotos íntimas era menor de edad y su madre realizó una denuncia, pero le dan la opción de pagar un dinero a cambio de que el caso no se lleve a la Justicia.

En los últimos casos que se conocieron, esta organización incluso le envía una carta con el sello de la Policía paraguaya y también una supuesta periodista llama a la persona a decirle que les llegó su caso y van a divulgarlo.

Algunos llegan a pagar U$S 2.000

Entre quienes contrataron el servicio del abogado Diego De Pazos, uno de ellos pagó US$ 2.000, otro 1.700 y otro 900. “Algunos de ellos tuvieron que sacar préstamos para pagar esta suma de dinero”, relató a El País. Algunos se acercan para pedir ayuda una vez que ya pagaron el dinero que les exigieron y los impostores los siguen presionando para que hagan otra transferencia. Asimismo, otros tres abogados contactados por El País también trataron con clientes bajo esta situación.

Interpol advierte de estafa con su nombre

La Dirección General de Lucha Contra el Crimen Organizado e Interpol alertan a la población sobre una nueva modalidad de estafa, a través de correos electrónicos con el nombre y logo de la institución.

A través de los correos, los delincuentes extorsionan y engañan a las víctimas. Estos son enviados desde una casilla que usa extensión de Gmail o de @interpol.org, y quien escribe se hace pasar por personal de la organización.

Algunos de estos correos fraudulentos dicen que se inició un proceso judicial contra el destinatario por pornografía infantil, pedofilia, exhibicionismo, ciberpornografía y tráfico sexual, tras realizar una incautación informática de ciberinfiltración, indica Interpol.

“Existen casos de la misma índole, pero cuya circulación es a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería instantánea sobre la celebración de conferencias sobre la misma temática”, advierte la institución.

Interpol señala que a través de estos correos y mensajes se podría acceder a información personal de las víctimas, contactos telefónicos, credenciales de acceso a plataformas, entidades bancarias y datos de tarjetas de crédito, y con ello realizar estafas, extorsiones y usar su identidad para hacerse pasar por la persona para que sus allegados envíen dinero al exterior.

“En estos casos la intrusión implica la infección con virus o software malicioso (malware) y puede producirse en cualquier sistema informático (PC, tablet o celular)”, añade.

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