Publicidad

Pericias no hallan lesiones internas de víctimas de policías de la Republicana

Compartir esta noticia
Funcionario del INR en una cárcel
Recorrida por la Unidad de Internacion de Personas Privadas de Libertad (UIPPL) N° 1 de Punta de Rieles, en Montevideo, ND 20220720, foto Estefania Leal - Archivo El Pais
Estefania Leal/Archivo El Pais

DENUNCIA

Son tres los formalizados, están en la cárcel de Punta de Rieles y sostienen que su vida corre peligro. Pidieron ser trasladados a una chacra policial.

Las pericias forenses, realizadas a las dos jóvenes que denunciaron haber sido abusadas por tres policías de la Guardia Republicana en la madrugada del 23 de febrero en el barrio Nuevo París, no constataron lesiones genitales en las víctimas.

El 24 de agosto de este año, el juez Alejandro Asteggiante Blanco formalizó, a pedido de la fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro, a dos policías por dos delitos de abuso sexual especialmente agravado en régimen de reiteración real entre sí y a un tercero por un delito de abuso sexual especialmente agravado.

En el expediente del caso, al que accedió El País, se encuentran las pericias forenses, las declaraciones de los policías en la Zona IV (Cerro, La Teja y barrios aledaños), un fallo del Tribunal de Apelaciones sobre la extensión de las prisiones preventivas y actas levantadas a los imputados en la cárcel, donde alegaron correr riesgo de vida.

El mismo 23 de febrero pasado, una de las chicas relató al perito forense que había salido a caminar junto con su amiga Lucía Acuña, quien recientemente se suicidó, y agregó que, durante el trayecto, se perdieron. “Caminamos mucho. Llegamos a una calle desolada. Había caras extrañas. Pasó el movil policial, siguió, dio la vuelta en la esquina y nos ofreció llevarnos a casa. Nos subimos”, relató la chica al forense.

Pero el patrullero se dirigió hacia una dirección contraria a los domicilios de las jóvenes. El móvil se detuvo luego a media cuadra de un almacén. Allí uno de los policías descendió y compró dos cervezas.

“Ellos empiezan a tomar dentro del móvil. Los tres nos obligan a tomar. Yo la veía venir. Había mucha confianza de parte de ellos (los policías), ya desde antes de comenzar a tomar (cerveza)”, explicó la chica.

El chofer detuvo el vehículo policial a la salida del barrio Lezica. “A Lucía la bajaron dos policías y el tercero quedó dentro del auto conmigo. Me tiró el pelo y me bajó la ropa”, contó la chica al perito.

Después de mantener relaciones sexuales con ambas, los policías las dejaron a tres cuadras de la casa de una de ellas, según relató la joven. El patrullero no se fue enseguida del lugar. Quedó rondando durante un rato.

Minutos más tarde, la joven y Lucía se fueron juntas a una estación de servicio y el pistero se ocupó de llamar al servicio 911.

En la pericia de la chica que se quedó en el patrullero, el forense constató tres equimosis (hematomas) en el glúteo izquierdo. Con respecto al examen genital, el forense señaló: “Sin lesiones recientes”. Y escribió que constató dolor a nivel genital a la víctima.

El relato de Lucía Acuña al médico forense coincidió con el de su amiga. “En un descampado se bajaron los tres policías del auto. Mi amiga queda en el móvil. Dos de los policías bebieron de dos botellas de cerveza. Nosotros también lo hicimos del pico. Ellos comenzaron a molestarnos”, dijo Lucía al perito. Y agregó: “Me bajaron la ropa, yo me la subí. Y de nuevo me la bajaron y yo me la subía. Forcejeamos. Me quedé quieta. Les dije que pararan. Ellos se sacaron la ropa”, dijo. Luego relató que un policía y luego el otro la penetraron.

El médico forense informó, también, que “no se constataron lesiones genitales ni extragenitales” de la muchacha,

Lucia Acuña inició juicio y luego se autoeliminó

Lucía Acuña, una de las jóvenes que denunció haber sido abusada junto con una amiga por efectivos de la Guardia Republicana, citó a una audiencia de conciliación a los policías y al Ministerio del Interior. La audiencia estaba prevista para el lunes 5. En el escrito, la joven reclamó “por daño emergente eventual y futuro la suma de $ 516.000, lucro cesante, $ 7.200.000 y daño moral, US$ 400.000”. El sábado 12 de noviembre Acuña se suicidó. Su madre dijo a El País que la joven sufría de depresión y trastornos de personalidad. “La agresión la tiró abajo. Ella quería el dinero para su rehabilitación y no para otra cosa”.

"Hubo acuerdo"

Luego de la llamada al pistero de la estación, los policías fueron detenidos. A las 14:40 horas del mismo día del encuentro con las jóvenes, uno de los agentes declaró en el Departamento de Delitos contra la Persona de la Zona IV que una de las víctimas le dejó entrever que quería dinero a cambio de lo ocurrido. “La femenina me dice si yo había escuchado la música del ‘Cuarteto de Nos’ que se llama ‘Nada es gratis’. (...). Quiero dejar en claro que nunca hubo agresión, amenazas ni nada por el estilo, mantuvimos relaciones pero de común acuerdo”, declaró.

Otro agente testificó en la misma línea: “Quiero dejar constancia que en determinado momento (ya se estaban despidiendo) una de las femeninas me pidió mi número y vi que hizo y tuvo la intención de agendarlo”.

El 22 de junio de este año, uno de los policías denunció en la Oficina de la Jefatura de Servicio de la cárcel de Punta de Rieles haber sido “agredido física y verbalmente” por un recluso. Y agregó que tuvo “un altercado” con un segundo interno.

El mismo día, otro de los policías formalizados señaló que sufrió amenazas de presos de Punta de Rieles. Agregó que en el módulo se encuentran personas que “nosotros hemos traído a dicho establecimiento en actos de servicio. Tienen antecedentes por rapiñas y homicidios; no nos sentimos seguros”. Ambos pidieron ser trasladados a una chacra policial.

Tribunal de Apelaciones prorrogó prisión preventiva de los agentes

El 25 de febrero este año, el juez Alejandro Asteggiante Blanco admitió el pedido de formalización de la investigación realizado por la fiscal de Delitos Sexuales, Mariana Alfaro. En esa ocasión, el magistrado dispuso la prisión preventiva de los imputados por el plazo de 180 días con cese el 26 de agosto pasado.

El 19 de agosto, la Fiscalía solicitó que se convocara a las partes a una audiencia en el juzgado para debatir la prórroga de las medidas cautelares dispuestas. El juez decretó la prisión domiciliaria total para los tres policías.

El 12 de septiembre, el Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 3° Turno mantuvo la prisión efectiva de los uniformados hasta el 20 de diciembre por considerar que los imputados podían afectar a la víctima. Posteriormente, se realizó otra audiencia para solicitar la prisión domiciliaria de los policías y el juez la negó porque consideró que el Tribunal se había expedido hacía poco sobre el asunto.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Abuso sexualGuardia Republicana

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad