Redacción El País
La Policía detuvo este lunes en el barrio Malvín Norte a otro ciudadano uruguayo por su presunta vinculación al intento de robo a una sucursal de un banco en la localidad de San Isidro, en Buenos Aires (Argentina).
El hombre, poseedor de antecedentes penales, compareció esta tarde ante el fiscal Pablo Rivas.
Se trata de un hombre de 34 años, con tres antecedentes (uno por rapiña, otro por atentado y el último por tráfico interno de armas y rapiña), además de estar requerido por el Departamento de Capturas Internacionales de Interpol.
Tal como informaramos, el pasado viernes Fiscalía obtuvo el arresto administrativo de Alan Daniel Lorenzo Rodríguez, el barrabrava de Nacional que fue detenido en el barrio Colón, por ser sospechoso de integrar la banda criminal que cavó un túnel de más de 150 metros para robar el Banco Macro.
Al concluir la audiencia en la que se definió el arresto administrativo del segundo uruguayo implicado, el abogado de ambos, Pablo Casas, explicó que ahora se está a la espera de que Argentina haga el pedido formal de extradición.
Su cliente, aseguró Casas en declaraciones consignadas por Telemundo (Canal 12), "niega rotundamente" tener vínculo con esta banda criminal.
El arresto administrativo es un "arresto especial" por lo que los implicados aguardan apartados de la población carcelaria general.
Cavaron un túnel para robar un banco
Un repartidor llegó al casco histórico de San Isidro, localidad de la provincia de Buenos Aires, para realizar una entrega en un café de especialidad. Sin embargo, lo que parecía una jornada de trabajo habitual rápidamente tuvo un giro inesperado cuando encontró algo extraño debajo de su vehículo.
El hombre estacionó la camioneta, se bajó y escuchó un ruido extraño que no se detenía. Intrigado, volvió sobre sus pasos y corrió el vehículo unos pocos metros. En el lugar donde antes estaba el rodado descubrió una varilla de hierro que subía y bajaba entre dos adoquines de la calle.
Si bien intentó sujetar la varilla con todas sus fuerzas, una extraña tensión subterránea se lo impedía.
En ese momento no lo sabía, pero su curiosidad evitó un millonario robo de modalidad “boquetera” en un banco situado a tan solo 150 metros del edificio de Tribunales de San Isidro.
Varias horas después y tras cavar un pozo, policías, bomberos y rescatistas descubrieron un túnel de 220 metros de largo y casi 3,60 de profundidad hecho con la intención de ingresar en la sucursal San Isidro del Banco Macro. Los investigadores creen que los delincuentes pretendían entrar en la zona de las cajas de seguridad. La sospecha es que el plan criminal se iba a terminar de ejecutar el pasado fin de semana.