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Lo detuvieron por traficar 400 kilos de droga en una falsa ambulancia, consiguió prisión domiciliaria y fugó

Juan Antonio González Bica fue condenado en junio de 2022 por varios delitos de tráfico de estupefacientes. La falta de controles mientras cumplía la condena le facilitó la huida.

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Incautación de más de 400 kilos de droga en una camioneta que simulaba ser una ambulancia
Incautación de más de 400 kilos de droga en una camioneta que simulaba ser una ambulancia.
Foto: Estefanía Leal

Redacción El País
La Justicia dio a conocer este lunes que un narcotraficante que estaba en la cárcel pasó a régimen de prisión domiciliaria por padecer insuficiencia renal, pero pocas horas después cortó su tobillera electrónica y se dio a la fuga. Un fallo en el sistema de control de la prisión domiciliaria hizo que hoy no se conozca su paradero.

Juan Antonio González Bica tiene 38 años. Luego de varios ingresos a prisión por crímenes relacionados con el tráfico de drogas, el 18 de junio de 2022 fue formalizado en el marco de la Operación Pitágoras que terminó con la incautación de 423 kilogramos de droga (251 kilos de pasta base y 172 kilos de cocaína), además de varios vehículos, armas, dinero en efectivo. González Bica y su banda fueron detenidos cuando transportaban la droga en una camioneta que simulaba ser una ambulancia.

Es un "golpe muy duro al narcotráfico", aseguró el ministro Luis Alberto Heber en conferencia de prensa tras la detención de la banda criminal.

Juan Antonio González Bica recibió primero una medida cautelar de prisión preventiva hasta el 30 de setiembre de 2022, a cumplirse en el Penal de Libertad. Fue en febrero de 2023 que fue condenado a más de cuatro años de prisión por delitos vinculados al narcotráfico.

En mayo de este año, la defensa del narcotraficante solicitó a la jueza del caso, María Elena Mainard, del Juzgado Especializado en Crimen Organizado de 2° Turno, que el detenido pasara a prisión domiciliaria por una enfermedad renal por la que requería recibir tratamiento de diálisis. A pesar de que la fiscal Mónica Ferrero apeló el pedido, Mainard hizo lugar a la petición y el hombre fue derivado a su hogar en La Floresta (Canelones).

Según el registro de movimientos del recluso, al que tuvo acceso El País, el 1° de junio el hombre tenía una audiencia en el juzgado de Juan Carlos Gómez en Montevideo. El sistema estipula que quien cumple una condena en otro departamento debe ser conducido con custodia policial.

Sin embargo, el expediente marca que el hombre recibió "libertad anticipada" y desde ese momento la seccional n° 23, que debía encargarse del control de la prisión domiciliaria —al menos dos veces por noche— no hizo un seguimiento del recluso.

Según pudo saber El País con fuentes policiales, el único control que tenía el detenido era a través de una tobillera electrónica —cuyo control se lleva a través de la Dirección Nacional de Seguimiento de Libertades Asistidas (Dinasla)— que al ser rota no dio alarma, sino que simplemente siguió marcando la ubicación del hogar.

Fuentes de la investigación consultadas por El País detallaron que la abogada defensora dejó de representar a González Bica justo un día antes que este se diera a la fuga.

La Fiscalía de Estupefacientes a cargo de Mónica Ferrero apeló nuevamente la decisión de la jueza de otorgarle prisión domiciliaria a González Bica y solicitó que se analice la historia clínica para corroborar que el hombre tuviera una patología renal. Además, se liberó una orden de captura internacional.

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