Hombre asesinado en Maracaná era "último eslabón" de una organización criminal y se dedicaba a "cuidar" la droga

Fue el llamado de una vecina al 911 el que alertó de un hombre inconsciente tendido sobre el suelo en una calle del barrio Maracaná. Cuando los policías llegaron al lugar constataron que se trataba de un homicidio. Uno más en esta zona, donde el enfrentamiento entre distintas familias y bandas se ha cobrado varias vidas en los últimos meses. De hecho, a pocas cuadras se registró el año pasado un trágico cuádruple homicidio que continúa siendo investigado.

Este otro crimen ocurrió durante la madrugada del lunes 14 de este mes. La víctima fue un joven de 24 años. La vecina, que pasaba por la calle La Vía casi pasaje El Tajamar, a pocos metros de ruta 1, vio al hombre inconsciente y llamó a la Policía.

Los funcionarios llegaron sobre las 6 de la mañana. La víctima había recibido dos disparos en el pecho. Luego de que se supiera su identidad, se reveló que el hombre no tenía antecedentes penales, pero también se supo de sus vínculos con una banda criminal del barrio.

El joven era consumidor, según dijeron fuentes policiales a El País, y era uno de los "perros" del grupo criminal. Así se cataloga a aquellas personas sin jerarquía, que ocupan el "último eslabón" de las bandas. Su rol, según aseguraron los informantes, era el de "cuidar droga".

La principal hipótesis de los investigadores apunta a que este homicidio se suma a otros que estuvieron enmarcados en una venganza de una familia rival. Es que, hace algunos meses, el grupo del que formaba parte la víctima habría mandado a robar una almacén, propiedad de los ahora sospechosos.

A raíz de esto, el dueño de ese local y también líder de una banda rival —que se dedica a vender droga en la zona de Maracaná—, buscó responder de la peor manera: asesinando de personas del otro grupo.

Si bien el joven de 24 años no habría tenido vinculación con el robo del local —aunque sí recibió mercadería sustraída de este, según supieron luego los investigadores—, su asesinato habría estado motivado por su relación con la banda criminal.

Los investigadores intentan establecer si las familias protagonistas de los hechos también estuvieron involucradas en el cuádruple homicidio registrado en mayo del año pasado.

Casi sobre la medianoche del 30 de mayo de 2024, un grupo de delincuentes armados atacó una casa ubicada en pasaje El Ombú y calle La Vía. En total, dispararon más de 130 veces empleando pistolas y una ametralladora, matando a cinco de las seis personas que estaban en su interior. Entre ellos, un niño de 11 años y un adolescente de 16.

Al momento del ataque, los menores estaban jugando videojuegos con un celular, mientras que otra de las víctimas cocinaba. Luego se conoció que esa vivienda funcionaba como una boca de venta de drogas.

El único sobreviviente de este episodio relató ante la jueza María Noel Odriozola todo lo que vio esa noche. Minutos antes del episodio, uno de los atacantes —a quien conocía de pequeño— los había visitado para preguntarles a las víctimas si tenían armas, a lo que respondieron que no.

La investigación por el cuádruple homicidio, que hasta el momento tiene varios imputados por asociación para delinquir y la coautoría de los asesinatos, todavía continúa. La fiscal de Homicidios de 3^er Turno, Adriana Edelman, solicitó previo a la feria judicial la prórroga de la investigación para continuar recabando pruebas antes de presentar su acusación.

Se presume que en total se usaron cerca de diez armas, y que todavía hay personas involucradas que se encuentran prófugas de la Justicia.