INVESTIGACIÓN

El arma homicida sigue sin hallarse pero se confirma el crimen y su autor.

Ya no hay dudas, el esqueleto hallado el 30 de mayoen medio de un camino rural de San José es el de Micaela Onrrubio. La Policía Científica realizó una prueba de ADN sobre los restos y la comparó con una muestra de sangre del padre de la mujer.

Micaela desapareció el 27 de marzo en el paraje “El Tropezón”, situado a unos 15 kilómetros de la ciudad de San José de Mayo y a pocos metros de Rodríguez. Era madre de dos niñas de 8 y 9 años de edad. Trabajaba como empleada en la vecina localidad de Capurro.

Había mantenido un corto vínculo sentimental con Gabriel Pistón, un hombre sin trabajo estable y relacionado con negocios turbios. La relación había terminado pero el hombre quería seguir. Ese día pasó a buscarla al trabajo cerca de la hora 19:00. Cuando estaban a pocos kilómetros de Rodríguez la mujer se tiró del coche.

Los testigos dicen que se escucharon tres detonaciones y que la mujer gritó “Gabriel qué hiciste”. Allí el hombre la tomó de un brazo y la subió al auto. La fiscal de San José, René Primicieri, imputó a Pistón por homicidio especialmente agravado y lo mandó a la cárcel.

No había cadáver ni arma homicida. De todos modos, la fiscal asumió que tenía todos los elementos para confirmar la acción criminal y a su responsable. Después vinieron 63 días de búsqueda desesperada.

De inmediato la familia asumió el protagonismo de la investigación. Contrató al abogado Germán Sfeir y junto a él aportó decenas de pistas a la Policía y la Fiscalía. Pasaron los días y el cuerpo permanecía desaparecido. La familia y amigos buscaban en los campos. Luego llegaron los soldados del Ejército, cientos de efectivos de la Guardia Republicana y buzos de la Armada Nacional.

Finalmente, el jueves 30 un trabajador rural encontró los restos de Micaela junto a una pequeña cañada. Tras levantar el cuerpo, la familia encontró en ese lugar una cartera y otros elementos de la mujer. La Policía no levantó esos elementos. Había una cédula, una pequeña libreta y otros objetos. La familia se los llevó y recién ayer la Policía pasó a buscarlos.

La fiscal Primicieri confirmó que “con la prueba científica se llegó a la conclusión de que estos restos pertenecen a Micaela”. Además, consultada por El País, dijo que “no hay residuos de disparos pero se entiende que deben haber sido en la parte abdominal, que ahí no pasan a los restos óseos”.

Por otro lado, señaló que el hallazgo refuerza “el resto de los elementos probatorios que tiene la Fiscalía para imputar homicidio al señor que está con medida cautelar de prisión”.

La fiscal del caso dijo que el próximo paso es presentar la acusación contra Pistón pero que “están faltando algunas pericias, como la pericia forense, la psicológica”.

Además, Primicieri dijo que “de todas las pericias” que posee fiscalía “no surge la participación de otra persona”en el crimen de Micaela. La fiscal dijo que el “cuerpo estuvo bajo agua aparentemente todo este tiempo”, la misma hipótesis manejada por el jefe de Policía de San José, William Martínez.

Darío Onrrubio, padre de Micaela, sostuvo ayer que la familia va a mantener la carpa que instaló en la plaza de Rodríguez. La familia prepara una movilización para esta noche, desde la hora 19:00 se marchará por Rodríguez con una vela.

Mientras tanto, Onrrubio dijo que le quedan cientos de interrogantes para que las autoridades le respondan, entre ellas: “¿Qué pasó y cómo pasó? ¿Qué pasó con ella todo este tiempo? ¿Dónde la tenían? ¿Por qué se demoró tanto en localizarla? ¿Por qué se coordinó tan mal la búsqueda? ¿Cómo es que teniendo todo a mano no se hicieron muchas cosas simples? Faltó coordinación. Pido disculpas si me equivoco, si es así que lo demuestren”.