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Erwin Parentini: “Me transformaron en un bicho y quieren que actúe como humano”

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Erwin "Coco" Parentini.

EN MÁXIMA SEGURIDAD

El preso “Coco” Parentini declarará el martes por amenazas.

Erwin “Coco” Parentini (31) fue lateral del Club Atlético Peñarol a los 16 años. Jugó en la cuarta división y llegó a tercera en la época en que lo dirigía el extécnico de la selección uruguaya, Víctor Púa, quien por aquel entonces era entrenador de las inferiores del club. Así lo señala el abogado defensor de Parentini, Sebastián Puppo.

Parentini tenía buenas condiciones, según Puppo. Era un lateral veloz y aguerrido. Sin embargo, su trayectoria como futbolista se truncó apenas cumplió la mayoría de edad. A los 19 años era integrante de la barrabrava de Peñarol cuando cayó preso por tenencia de drogas.

Radicado en Cerro Norte, Parentini enseguida hizo “una carrera delictiva”. En 2010 fue procesado por dos delitos de rapiña en grado de tentativa y un delito de receptación. Cinco años después, fue nuevamente procesado por tenencia de armas y como coautor del homicidio de Renny Auditore Ferreira, otro barra de Peñarol, que murió acribillado de 15 disparos.

En 2016, volvió a ser procesado por la Justicia por asociación para delinquir y extorsionar a dirigentes y futbolistas del club con el objetivo de obtener beneficios económicos. Audios demostraron que desde la cárcel los presionaba para seguir recibiendo dinero por el manejo de la barra.

En enero de 2018, Parentini intentó fugarse del exComcar junto al “Pato Feo”, el delincuente conocido por los robos al Banco República. Ambos limaron los barrotes de una ventana del módulo 12 del establecimiento, donde estaban recluidos, treparon un muro y lograron salir al predio de la cárcel. Pero enseguida fueron atrapados.

También reconoció haber extorsionado a un empresario farmacéutico que no le pagó una deuda generada por protegerlo de otros delincuentes.

Desde el Penal de Libertad, Parentini había contratado a un sicario y a su pareja para dar muerte a un líder de la barra de Nacional. Sin embargo, el plan salió mal. El 24 de diciembre de 2019, Parentini fue imputado por el homicidio del hincha de Nacional, Lucas Langhain, cuando fue malherido mientras caminaba por la avenida 8 de Octubre hacia el Centro a festejar el campeonato logrado por el club albo.

El entonces fiscal de Homicidios, Juan Gómez, -hoy fiscal de Corte-, dijo en aquel momento que Parentini “mostró algo de arrepentimiento porque manifestó que (la muerte de Langhain) no era el resultado que procuraba”.

Tras detectar que Parentini, mediante dos llamadas desde un celular ilegal ingresado al Penal de Libertad cometió dos delitos -el asesinato de Langhain y el ataque al hincha del Flamengo-, las autoridades carcelarias decidieron transformar el antiguo Módulo 12 del exComcar en “la Unidad 25”, un centro de máxima seguridad que depende en forma exclusiva del director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Luis Mendoza.

Ahora Parentini enfrenta una nueva investigación por un eventual delito de violencia privada, la que es liderada por el fiscal Fernando Romano.

A las 15:00 horas del 9 de julio, un oficial del INR ingresó a la celda de Parentini a realizar una requisa de rutina. “¿Y esas hojas?, preguntó.

Parentini respondió: “Son mías. Si querés llevalas”. Las dos cartas estaban dirigidas al ministro del Interior, Luis Alberto Heber y al director Mendoza.

Una de las misivas dice dirigiéndose a Heber: “Por más que vos quieras ponerte la capa de ‘Batman’ sos de carne y hueso por lo tanto te cabe plomo. No subestimes a los presos. Como vos tenés inteligencia, nosotros también la tenemos”.

Y advierte que puede ordenar ataques en el exterior como hizo en el pasado. “Si bien estamos con muchos años de penitenciaría hay ‘muchos’ amigos, compañeros que ya se van en libertad y van al mismo shopping que ustedes, al mismo estadio, cine, rambla, etcétera”, dice la carta. El texto termina con una indescifrable alusión a un grupo carcelario denominado Aapo 3. “No nos subestimen ya verán los resultados, un saludo fraterno del M 12 y de los hermanos Aapo 3. Hasta la victoria siempre”, concluye.

En la segunda carta, Parentini afirma que sufre persecución policial en la cárcel. “Desde hace cinco años vengo viviendo un acoso policial, aislamientos en todos los lugares de mi país, castigos falsos, represión, etcétera. Si bien no soy un santo y me hago cargo de todo lo que hice, ya lo estoy pagando con cárcel”, señaló Parentini.

“Me han transformado en ‘modo bicho’ y pretenden me comporte como un ser humano, aislándome de los presos, durmiendo engrilletado de pies y manos, reprimido con más de 50 disparos de bala de goma y muchas cosas más”, sostiene.

El recluso pidió tener un mayor contacto con el exterior. “Si el hombre llegó a la Luna, imagínese un cerebro horas encerrado a lo que puede llegar. Se los digo por experiencia propia. El aislamiento de uno de la familia genera más violencia. No se olviden que muchos presos que son conocidos se van en libertad y van a los mismos shopping, rambla, estadio, que ustedes”, expresó Parentini.

Declaraciones

El martes 6, el fiscal Romano actuó de oficio y escuchó la versión del oficial que participó en la requisa de la celda del “Coco” Parentini. Al día siguiente, Romano oyó el testimonio del director Mendoza y ayer sentó despacho en el Ministerio del Interior y tomó declaraciones a Heber. El próximo martes declarará Parentini.

Una fuente de la investigación dijo a El País que Parentini será investigado por un eventual delito de violencia privada por realizar amenazas a Heber y a Mendoza con el fin de obtener un objetivo: ser trasladado a otro penal. Y agregó que Parentini enfrenta más de 40 años de cárcel por las diferentes causas que aún están abiertas. “No tiene nada que perder”, explicó.

El abogado de Parentini, Sebastián Puppo afirmó a El País que no se configuró el delito de violencia privada.

“Parentini no dijo al oficial que entregara las cartas a Heber o a Mendoza. El policía las halló en la celda. Mi cliente no tuvo la intención de ejecutarlo. Por eso, no hay delito”, explicó Puppo.

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