RECLAMOS TRAS LA MUERTE DE UNA TRABAJADORA

Vecinos de Pinamar dicen que “ningún representante político o del gobierno ha venido”

Unas 300 personas volvieron a cortar ayer la ruta Interbalnearia a la altura de la Ancap de Pinamar, en reclamo por más seguridad y a cinco días del asesinato de Claudia Ferreira Albornoz (45).

"Tabaré vamos a venir hasta que des la cara"; "Seguridad para mí, para ellas, para todos. Todos somos Uruguay"; "Tolerancia cero, ¡basta!"; "Somos las voces de los que ya no están"; "No más silencio"; "Ni de izquierda ni de derecha, somos víctimas"; "Más patrullaje ya", rezaban algunas de las pancartas que llevaron los manifestantes hasta la ruta.

La calle fue cortada en un sentido y en otro, pero de forma separada y cada cinco minutos, para no obstaculizar el tránsito, que pasadas las 16:00 horas era casi nulo en dirección hacia el Este. Mientras los manifestantes se expresaban con cánticos y golpeando ollas, policías de tránsito ayudaban a canalizar los vehículos. En uno de los momentos, un hombre que pasaba por el lugar conduciendo dejó su camioneta al costado de la ruta y se unió a los manifestantes.

Paola, una de las vecinas movilizadas, dijo ayer a El País que desde la muerte de la trabajadora de la estación, madre de un pequeño niño, "ningún político o representante del Ministerio del Interior o del gobierno se acercó a hablar con nosotros". Claudia y su marido se turnaban para cuidar al niño. Estaban construyendo un local en su terreno para cumplir su sueño: instalar una panadería, según contaron a El País los vecinos de la pareja.

Vecinos protestaron en ruta interbalnearia en reclamo de más seguridad

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Paola indicó que los vecinos se reunirán hoy, a las 19:00 horas, en el club de Neptunia, para reclamar la presencia de "alguien que se haga cargo por la inseguridad que estamos viviendo" y para evaluar otras acciones a tomar.

El miércoles de la semana pasada, se registraron tres cortes de ruta para pedir mayor control policial en la zona y durante varias horas el tránsito estuvo interrumpido.

A su vez, unos treinta vecinos se reunieron el jueves en asamblea bajo el techo de la estación de servicio en la que trabajaba la víctima.

En los tres casos de corte de ruta efectivos de la Policía se acercaron, trataron de negociar con los movilizados pero no lograron un acuerdo. Un oficial anunció que en cualquier momento llegarían las fuerzas de choque, algo que finalmente no se concretó.

El grupo de vecinos redactó un petitorio a las autoridades que incluye: más patrullaje, extensión del programa Verano Azul para todo el año, mejora de la respuesta del servicio 911, instalación de una comisaría móvil, una ambulancia y un asistente social que operen de forma permanente.

Además, piden que haya efectivos que acompañen a los estudiantes a la ruta, lugar en el que se registraron varias rapiñas, y un cambio en el Código del Proceso Penal para "evitar que los delincuentes terminen sueltos".

En tanto, se viene manejando la creación de una comisión de "patrullaje vecinal" que se ocuparía de organizar los movimientos de los residentes de manera de evitar riesgos innecesarios, según se indicó.

Varios vecinos dijeron tener miedo y estar armados, algunos confesaron que han disparado al aire alguna vez. "Esto es tierra de nadie, mi hijo está embarcado y estoy sola, ando armada y no tengo problema en tirar", declaró una mujer mayor. "Frente a mi casa se agarraron a tiros los de la boca de drogas del barrio con otros narcos, saqué la recortada, tiré y no quedó nadie. Llamé al 911 y nunca llegaron", agregó otro vecino.