Por Eduardo Barreneche
En 2017 una agente de la Jefatura de Tacuarembódenunció a un comisario de haberla acosado sexualmente dentro de la Jefatura. Durante la investigación ordenada por el Ministerio del Interior, trascendió que otras tres policías habían enfrentado situaciones similares.

Una de ellas revistaba en la unidad de Violencia Doméstica y no quiso presentar un escrito en la misma repartición donde trabajaba, según el expediente judicial al que accedió El País.

La denuncia de la agente fue derivada a la Comisión Permanente de Acoso Sexual del Ministerio del Interior. La policía ratificó su denuncia en dicha comisión el 28 de julio de 2017.

“Ese hombre (el comisario) está mal porque el día que me sucedió lo que denuncio, se escondió y se fue a la terraza a esperarme. Cuando yo pasé él estaba escondido detrás de una columna (de la Jefatura) y me abrazó”, testificó la víctima en la comisión.

El 9 de febrero de 2018, el comisario se defendió relatando en la Comisión Permanente de Acoso Sexual supuestos rumores negativos sobre la denunciante. Luego agregó: “Yo a ella (a la víctima de acoso) le hice un llamado de atención porque me atropelló en la escalera de Jefatura. Le señalé que anduviera con más cuidado”, y ella me dijo: “discúlpeme comisario, es que ando apurada”.

El comisario sostuvo: “Pienso que no le falté el respeto; quizás el tono que usé no fue el mejor, pero no le dije nada malo; solo le dije que tuviera cuidado”.

El 11 de julio de 2018, la Comisión Permanente de Acoso Sexual concluyó que de la investigación “surgen elementos que confirman la existencia de una conducta compatible con el acoso sexual” de parte del comisario.

La comisión sugirió a las autoridades del Ministerio del Interior de la época la iniciación de un sumario al comisario denunciado por falta grave, ya que su comportamiento “es violatorio” de la Ley 18.561, que previene el acoso sexual en el ámbito laboral.

La Comisión también planteó la posibilidad de que no se inicie un sumario y que se lo sancione directamente al jerarca “por haber incurrido en una conducta compatible con la de acoso sexual”.

Poco después, el Ministerio del Interior inició un sumario al comisario con retención de medio sueldo durante seis meses y la suspensión en el ejercicio de la función.

En 2021, más de cuatro años después de haber sido denunciado, el comisario inició un juicio civil a la agente por haber presentado “una denuncia falsa”. Reclamó a la policía el equivalente a unos US$ 70.000 por daños y perjuicios, daño moral y lucro cesante.

En el escrito, elaborado por el abogado Braulio Rodríguez, el comisario argumentó que incurrió en gastos de profesionales para defenderse en el sumario, sufrió la merma del salario en un 50% y se vio imposibilitado para marcar la fecha del retiro voluntario de la Policía. Y alegó que el sumario le impidió concursar para ascenso de grado, lo cual lo llevó a enfrentar una merma sustancial de salario y luego de su jubilación.

También dijo que la investigación en su contra generada por la denuncia de acoso sexual le imposibilitó acceder a un cargo de confianza a nivel político -por ejemplo jefe de Policía. Y le provocó “infinidad de momentos de angustias”, depresión y desánimo, así como “un manoseo y desprestigio” a su reputación.

Sin engaño

Por su parte, el abogado de la agente, Guillermo Chiribao, contestó la demanda y presentó un alegato el viernes 28 a la jueza Letrada de Tacuarembó de 2do Turno, Sylvana García Noroya. En un capítulo de su escrito, Chiribao manejó como hechos no controvertidos la existencia de una denuncia de acoso sexual, la intervención y dictamen de la Comisión de Acoso Sexual del Ministerio del Interior y la decisión posterior de la cartera disponiendo el sumario para el comisario.

Según Chiribao, la víctima que usa su derecho no daña a otro con tal que no haya exceso de su parte. “El daño que puede resultar (de la denuncia de acoso sexual) no le es imputable” a la agente, dijo.

El abogado sostuvo que el comisario se limitó a calificar de falsa la denuncia de la policía, pero no dio pruebas en ningún momento sobre la existencia de estratagemas o engaños artificiosos por parte de la denunciante de acoso sexual.

“El actor (el comisario) debió probar tal extremo y no lo hizo”, dijo el documento presentado por Chiribao.

Señaló que el propio comisario reconoció en la Comisión Permanente de Acoso Sexual del Ministerio del Interior que no recurrió la decisión que dispuso el sumario en su contra ni que denunció administrativamente o penalmente a la agente que lo había denunciado. “Por ello es imposible sostener siquiera que la denuncia era falsa y menos que fue realizada en forma dolosa (para generar un daño)”, agregó.

Chiribao citó al Ministerio del Interior para que responda como codemandado en el caso.

El abogado del Ministerio del Interior, Gustavo Andrés Rodríguez, pidió a la jueza Sylvana García Noroya que desestime la demanda iniciada por el comisario contra la cartera y a una agente policial porque el jerarca no recurrió el sumario por la vía administrativa ni presentó una acción de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).

Agregó que la demanda del comisario “no puede prosperar” porque le faltó agotar todos los caminos legales antes de llegar a un juzgado civil. Y agregó que la demanda también “resulta inadmisible” porque pretende que el Poder Judicial invada la esfera de TCA, único organismo que puede declarar ilegítimo el inicio de un sumario.