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Palacio emblemático se está cayendo a pedazos

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El Palacio de las Oficinas Públicas, en el centro de Salto. Foto: L.Pérez.

Ante el deterioro en la estructura edilicia del Palacio de Oficinas Públicas del Centro de Salto, algunos organismos del Estado que allí funcionan emprenden las mudanzas. Continuar atendiendo al público resulta un riesgo excesivo.

El Correo Nacional hace más de un año alquiló un local en la esquina de la calle Artigas y Sarandí. No bien esté firmada la habilitación de este se dará el abandono del simbólico edificio, agonizante, en la órbita del Ministerio de Transportes y Obras Públicas.

En el Palacio de Oficinas Públicas, además del Correo funcionan los servicios de Dirección General Impositiva, los Juzgados Civiles y de Familia, la Oficina Electoral, Catastro y algunas dependencias del propio Ministerio de Transportes.

Ubicado en la intersección de las calles Artigas y Treinta y Tres Orientales, el majestuoso edificio, según una versión, comenzó a proyectarse en 1912, y el arquitecto florentino Giovanni Veltroni dirigió su construcción hasta 1924.

En el libro de Antonio Bona y el arquitecto Domingo Gallo dedicado a la obra que el maestro italiano dejó en varias ciudades de Uruguay, se narra cómo debido a las características del terreno en donde se erigió el Palacio de las Oficinas Públicas (el lecho de un arroyo), los cimientos demandaron por entonces pilotes de madera, "a semejanza de los palacios venecianos".

Otras fechas de construcción fueron manejadas por el arquitecto Paul Bittencourt, integrante de la Comisión de Patrimonio de Salto; según su testimonio el proyecto data de 1920, y el edificio se construyó entre 1924 y 1928.

Emergencia.

Desde el año pasado, los operarios del Ministerio de Transportes y Obras Públicas han comenzado a vallar las veredas para evitar la circulación de peatones cerca de la enorme estructura.

Por el desprendimiento de revoques y trozos de la ornamentación, en las partes más altas se instalaron mallas para evitar accidentes. Con el mismo objetivo, en los ingresos al edificio fueron montadas estructuras de maderas y chapas de zinc a modo de galería. Mientras la joya patrimonial se viene así cayendo a pedazos, no ha existido ningún pronunciamiento acerca de un plan de recuperación.

Los funcionarios del Correo han expresado que los deterioros en el Palacio obligan a la mudanza aunque esto traerá aparejado serios problemas para la carga y descarga de mercadería.

"No se ha tenido en cuenta que el horario para descargas es limitado por las normativas de la Intendencia y que el nuevo local se ubica en una de las zonas más transitadas de la ciudad. En el Palacio se cuenta con una playa de estacionamiento en el fondo que permite bajar los bultos directamente al depósito", explicaron.

Desde 2008 el edificio de Veltroni es considerado Monumento Histórico. A fines del año pasado, en el diario El Pueblo de Salto el arquitecto Bittencourt recordó que el Ministerio de Transporte ofreció la cesión a la Intendencia.

De ese modo podía generarse una descentralización de servicios. Pero las condiciones impuestas detuvieron la negociación; la comuna quedaría obligada a la restauración y posterior mantenimiento, y debía autorizar la inclusión de oficinas ministeriales.

La obra se construyó con técnica veneciana.

El Palacio de las Oficinas de Salto fue construido sobre un predio húmedo, en donde había corrido un arroyo. Para comenzar la obra hubo que colocar a presión pilotes de madera de 10 metros, y así darle solidez al terreno y poder construir allí con las máximas garantías, a la manera de lo realizado en Venecia. Cuando se erigió con esa técnica secular, pasó a ser el edificio más alto de Salto, rodeado de anchas veredas, bancos y palmeras que fueron creciendo hasta alcanzar hoy la base de la icónica torre.

Obras de giovanni veltroni en Uruguay.

El arquitecto Giovanni Veltroni (1880-1942), artífice del Palacio de las Oficinas de Salto, se recibió en 1902 en Florencia, Italia. En 1908 llegó a Uruguay convocado por el presidente José Batlle y Ordóñez.

Veltroni fue responsable de varias obras emblemáticas en todo el país. En Montevideo realizó el Hotel del Prado, las Escalinatas de la Playa Capurro, el edificio central del Banco República en la Ciudad Vieja, el Ministerio de Salud Pública, el Pabellón de Pasajeros de la Aduana, la Facultad de Química, el complejo de la Escuela Sanguinetti que ocupa una manzana de frente a la Avenida 8 de Octubre, y la Universidad del Trabajo en la calle Larravide, también en el barrio de la Unión.

En Salto, además del Palacio de las Oficinas, dejó el Monumento a Garibaldi en los campos de San Antonio.

En Artigas, entre más, proyectó el Mercado de la Ciudad, que fue declarado Monumento Histórico. En otros departamentos, como Canelones, Florida, Durazno, Tacuarembó Lavalleja, Maldonado y Rocha diseñó y dirigió obras de escuelas rurales, liceos, pabellones sanitarios, comisarías o la urbanización de la playa San Rafael de Punta del Este.

Entre las casas que diseñó en Montevideo y no se demolieron se hallan el chalet de la calle Ellauri, próximo a la iglesia de San Juan, y la residencia florentina de Bulevar y Canelones.

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El Palacio de las Oficinas Públicas, en el centro de Salto. Foto: L.Pérez.

El Correo abandona un Monumento Histórico en riesgoLUIS PÉREZ

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