Médicos advierten problemas en controles a niños en riesgo

Fallas. Quedan fuera del sistema y no son vacunados en internaciones

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LETICIA COSTA DELGADO

El XXVIII Congreso Uruguayo de Pediatría dejó en evidencia que a pesar de tener tres programas focalizados en el seguimiento de niños vulnerables, hay un grupo poblacional que el Ministerio de Salud Pública no logra cubrir, o cubre mal.

"Hay niños que ingresan a un hospital por una patología respiratoria, están una semana, y el médico pone en el resumen de egreso: completar esquema de vacunación. ¿Qué hicieron durante 10 días?", increpó a los presentes Álvaro Medina, director del programa de seguimiento de niños de riesgo "Sigue niños Uruguay" (SNU).

El SNU fue creado en 2009 ante la constatación de que la mayoría de las muertes post neonatales -de los 28 días a los 11 meses- se producían en los domicilios. Pasados sus primeros dos años, el SNU analizó las vulnerabilidades de la población atendida e identificó dificultades en el abordaje.

Los resultados se presentaron ayer en el marco del XXVIII Congreso Uruguayo de Pediatría, que se extiende hasta mañana, y formaron parte de una serie de ponencias que tuvieron como eje común enfatizar en la importancia de extremar los controles médicos en los primeros años de vida para prevenir muertes y complicaciones severas en niños.

La recomendación se produce un mes después del fallecimiento, a comienzos de julio, de un bebé de menos de dos meses en Bella Unión. Murió víctima de desnutrición aguda.

ATENCIÓN. El análisis realizado por el SNU incluyó a 635 niños atendidos entre julio de 2009 y diciembre de 2010. Los pacientes fueron derivados desde los hospitales Pereira Rossell y De Clínicas.

Dentro del período de estudio, los técnicos efectuaron 4.696 visitas y 5.969 contactos telefónicos a las familias de los niños integrados al programa. El SNU integra la Red de Atención Primaria (RAP) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).

Los factores de riesgo identificados fueron divididos en cinco grupos: hijos de madres con consumo problemático de drogas; hijos de madres con patología psiquiátrica; niños con sífilis al nacer; peso al nacer menor a 1.500 gramos (prematuros); y lactantes, niños y adolescentes con patologías respiratorias agudas, diarrea o víctimas de maltrato.

Entre los hijos de madres consumidoras de drogas -pasta base en 99% de los casos-, al momento de realizarle la primera visita , solo 67% seguía a cargo de sus hijos. El resto quedaron al cuidado de abuelos (17%), el padre (7%), tíos (5%) o INAU (2%).

El 22% de los niños hijas de consumidores de drogas atendidos por este programa fueron abandonados. "No crean que siempre quedan con un familiar, hay niños que no sabemos a dónde fueron", dijo Medina.

En el grupo de lactantes, niños y adolescentes con patologías respiratorias agudas, diarrea o víctima de maltrato, uno de cada cuatro no estaba identificado al ingresar al programa. "Están internados una, dos, tres semanas o meses, y no logramos sacarles la cédula de identidad", enfatizó Medina. Si el niño no está identificado no tiene acceso a derechos como la asignación familiar o la canasta alimenticia. "Los que están en los hospitales tienen que pensar en estas cosas", remarcó.

Por otra parte, casi cuatro de cada 10 de los niños de este grupo (39 %) no tenían controles de salud o no los recibían de forma adecuada. En cuanto al carnet de vacunas, 46, 6% no lo tenía vigente y 41% lo tenía atrasado.

Los pequeños con un peso al nacer inferior a los 1.500 gramos (kilo y medio) también arrojaron datos que fueron presentados con preocupación por Medina. Ninguno fue dado de alta e ingresó al programa recibiendo "pecho directo exclusivo", indicó. Es decir, ninguna madre alimentaba a su hijo únicamente con leche materna, lo ideal para los niños recién nacidos.

Al analizar el mismo aspecto entre los bebés que sufren diarrea, patologías respiratorias severa o maltrato, solo 11,6% de los menores de 6 meses era alimentado solamente con leche materna.

"Algo nos está pasando. O nos estamos formando mal, o le prestamos menos atención a la lactancia de los que decimos, pero no nos mintamos", subrayó el director del SNU. De ellos, 34,6% tenían un estado nutricional regular o malo.

Al analizar las características de las madres de los niños estudiados, en particular de aquellas con consumo problemático de drogas, los técnicos detectaron que la mayoría no eran adolescentes. Eran adultas jóvenes. Esto según Medina, también rompe con un preconcepto de que las mujeres consumidoras o madres de niños prematuros rondan los 20 años.

La franja etaria identificada por los médicos fue entre 26 y 32 años. Para el médico, esto tiene lógica porque son mujeres que vivieron su adolescencia durante la crisis financiera que se produjo en 2002.

FUERA DEL SISTEMA. El SNU trabaja en relación con el programa Aduana, a través del cual ASSE busca realizar un seguimiento a los niños nacidos en el sector público. Creado en 1971, su objetivo es que todos los recién nacidos reciban controles médicos periódicos al menos hasta los tres años, meta fijada por la Junta Nacional de Salud.

La diferencia con el SNU, precisó Medina, es que el programa Aduana releva los controles, y cuando los niños no concurren a controlarse, o se atrasan, los llaman. El SNU se concentra sólo en quienes tienen algún tipo de riesgo psicosocial.

En el marco del congreso, Patricia Cabo y Soledad Bauzá, residentes de Pediatría en el Hospital Pereira Rossell e integrantes del programa Aduana, evaluaron su cumplimiento en niños que fueron internados en este centro asistencial entre agosto y septiembre de 2010 y febrero y marzo de este año.

De 509 chicos estudiados, 18% no llevaban una frecuencia de controles acorde a las recomendaciones. El MSP aconseja dos controles durante el primer mes de vida, uno mensual en el primer semestre, uno cada dos meses en el segundo semestre y, durante el segundo año, controles trimestrales. El 4% nunca habían sido controlado.

La alta proporción de niños que no tenían un contacto adecuado o no habían sido captados por el sistema de salud constituye "un signo de alarma", admitieron las integrantes del programa, quienes resaltaron que 13% de los niños relevados no tenía las vacunas en regla. "La baja cobertura vacunal pone en riesgo la salud individual y colectiva", indicó Cabo al presentar ayer el informe.

"Cualquier intento de mejora deberá fortalecer el trabajo en red para que los programas y prestaciones alcancen verdaderamente la población objetivo", concluyeron.

Otro de los programas oficiales presentados ayer y en los cuales se precisó la importancia de lograr una mayor captación, fue el programa Serenar (Seguimiento del recién nacido de riesgo psiconeurosensorial).

De 251 niños relevados en 2007, sólo la mitad fueron seguidos como estaba previsto. Entre ellos, la mayoría fueron chicos con problemas motores que respondieron efectivamente a la atención recibida. La tardía captación de esta población y el bajo grado de seguimiento determina una alta prevalencia de los trastornos del desarrollo, que podrían ser evitados", precisó el informe.

Las cifras

4.696 Fueron las visitas a domicilio realizadas por el SNU durante 18 meses de trabajo.

18% De los niños estudiados por el Programa Aduana, no recibía los controles adecuados.

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