La saludable "inmadurez" de "La Mojigata"

| Cada vez que actúa levanta discusiones entre detractores y entusiastas. Se ríen de mensajes y de formas

GUSTAVO TRINIDAD

El Concurso Oficial del Teatro de Verano cumplió su decimoquinta fecha con las actuaciones de la murga transgresora "La Mojigata", la comparsa del barrio Cordón "Sarabanda" y la murga más antigua y en actividad "Curtidores de Hongos", nacida en 1912.

Cada vez que "La Mojigata" se ha subido al escenario del Teatro de Verano quedan en el ambiente entusiastas y detractores, porque ante cada propuesta de esta murga, que cuenta seis años de carnaval, no se puede quedar indiferente.

La murga joven sorprende y desconcierta y esa es tal vez su mejor virtud.

"La Mojigata" sabe que no cubre varios rubros que pide el reglamento del Concurso, parece que tampoco le importa.

La principal queja de sus detractores dice que no se entiende hacia dónde quiere ir la murga, qué es lo que quiere decir, dónde está "su mensaje".

"La Mojigata" no tiene presentación, ni cuplé, ni retirada, ni cambio de vestuario, etc.

Es difícil contar un espectáculo de la "La Mojigata", porque su estructura varía casi con la rapidez de un ejercicio de asociación de ideas.

Este año las relaciones intergeneracionales entran en la picota de la murga al igual que la búsqueda de un país que se ha perdido. Pero también de alguna forma esa es la búsqueda de la propia identidad del grupo y de sus jovenes integrantes.

En este sentido "La Mojigata" es consecuente en su relación forma-contenido, ya que el grupo maneja un discurso que renuncia a las "verdades reveladas" y no tiene empacho en plantearse dudas.

Así como una especie de monólogo interior el espectáculo de la murga salta de un tema a otro sin previo aviso.

LOS QUEYALA. Una de las mejores secuencias del espectáculo es cuando hablan de "Los queyala", son los "que ya la vivieron", que las saben todas y que además cierran el camino a otras visiones.

"Bienvenidos queridos los queyala/ parientes y experientes labradores/ testigos de experiencias y emociones/ estuvieron en las buenas y en las malas/ en la línea del tiempo hicieron nudo/ cuando vieron que era su momento/ y los que atrás venimos en el tiempo/ tamos todos trancados en el lodo/", canta la murga con letra de Ignacio Alonso, Facundo García, Diego Méndez y Martín Saco.

El vestuario de Iván Arroqui es creativo y luce con pocos recursos. El canto del grupo superó al de años pasados y en este sentido, sin llegar a descollar, la murga va en ascenso. Las intervenciones de todos son siempre correctas y cuando el texto lo permite arrancan la risa de la platea. El espectáculo funcionó mejor desde la mitad hasta el final de la función.

En su búsqueda artística "La Mojigata" es rechazada por muchos que no la entienden y que aseguran "se pasan de los límites". ¿Cuáles son los límites, si la murga juega fuera de reglamento? ¿Cuánta es la complejiad textual que puede tener una murga que no profesa rancias retóricas carnavaleras?

¿Por qué el publico rió francamente desde la mitad del espectáculo hasta el final? ¿Se reía acaso de lo que no entendía?

Madurar en carnaval

"Madurar dicen que es ubicarse en el tiempo, el espacio y el carnaval/ dicen que es algo que acá nosotros nunca vamos a entender/ por no haber estado en el lugar y en el momento/ cuando había que cantar/ y si cantamos cuando no hay que cantar/ y sí cantamos cuando no había que cantar/ estamos cantando donde no hay que cantar".

"Curtidores de Hongos" con eficaz puesta

G. T.

La murga "Curtidores de Hongos" ofreció varias secuencias notables como el salpicón, escrito por el talentoso Guillermo Lamolle, y otra en que toda la murga toma un té de hongos y comienza a alucinar cosas como ver a la selección uruguaya hacer tres pases seguidos.

La puesta en escena de Freddy González es un gran trabajo que utiliza a la murga y al propio vestuario formando figuras que funcionan como una eficaz escenografía cambiante.

El canto, como acostumbra el grupo, fue potente aunque tal vez demasiado alto en tonos durante algunos pasajes. La despedida levantó a las 5.000 personas que llegaron al Teatro de Verano.

A segunda hora se presentó la comparsa "Sarabanda" que plantea en su espectáculo un cyber café desde el cual se lanza una cultura al mundo, al tiempo que hay que explicar en palabras un tesoro como lo es la cultura afrouruguaya.

Hay que destacar el despliegue de producción en escenografía y un vestuario que tiene varios cambios y que brilló en todo momento. El estilo es tradicional y en este sentido cubre muy bien los rubros que pide el reglamento del Concurso, aunque no sea el mejor espectáculo que en esta categoría subió a escena en el Teatro de Verano. La cuerda de tambores es uno de los puntales del espectáculo y el cuerpo de baile rindió en buena forma incluyendo su vedette. El espectáculo es musical en un 90% y está bien defendido por los solistas aunque la banda varias veces tapó el canto del coro.

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