Tribunal desestimó declaración de un sicario tras guerra narco

Policía. Foto: Fernando Ponzetto.
Operativo policial en Minas, Dpto de Lavalleja.
Fernando Ponzetto/Archivo El País

EN MINAS

Álvaro Batista mató a su amigo por un ajuste de cuenta.

El “Pumita” se escondía en una casa humilde de dos dormitorios en la periferia de Minas. La vivienda, de ventanas chicas y pintura azul y blanca desteñida, era un escondite del que muy pocos sabían.

En el fondo de la casa había una estufa donde Santiago Zuasnabar Virches (22), alias “el Pumita” hacia sus guisos y calentaba el agua del mate en una caldera cuya agarradera era de alambre. Para no quemarse, el “Pumita” usaba un viejo repasador cuando quería sacar la caldera del fuego.

El “Pumita” estaba armado hasta los dientes. Sabía que tenía un enemigo que lo había mandado matar en el marco de una guerra narco ocurrida en Minas. También era buscado por unos sicariatos y un robo cometido en el Chuy.

A poca distancia de su brazo, “el Pumita” tenía una escopeta calibre 16 y una pistola antigua doble caño con cachas de madera. Cerca había cartuchos para ambas armas.

La única entrada a la cocina se accedía por una puerta ubicada en el lateral de la casa mediante un pasillo. Nadie podía sorprender al “Pumita”.

Aquel 18 de abril de 2018, Santiago Zuasnabar Virches sabía que lo iban a visitar cuatro personas de su confianza. Conversó unos minutos con sus amigos y preparó un mate. Cuando tomó el repasador para sacar la caldera del fuego, uno de los amigos a quien llamaremos AA hizo un gesto. Álvaro Batista, un joven con varios antecedentes penales, sacó el arma y disparó tres veces, de cerca y por detrás, contra quien fuera su amigo y compañero de sicariato.

Para la Fiscalía de Minas, Batista mató al “Pumita” por orden de Martín Acuña, líder de una banda rival. El 16 de febrero de 2018, el “Pumita” baleó a Acuña durante el tradicional desfile de carnaval dejándolo parapléjico, según la Fiscalía.

Uno de los testigos de la Fiscalía dijo que Batista habría cobrado $ 100.000 y una ametralladora para matar a su amigo.

A pedido de las fiscales Viviana Maqueira y Paula Goyeni, la Justicia procesó a Álvaro Batista por los delitos de homicidio muy especialmente agravado, porte de arma y una rapiña a una familia de Minas.

La abogada de Batista, Serrana Martínez, apeló el fallo señalando “inconsistencias” de la sentencia y de la prueba aportada por la Fiscalía.

“Las Fiscalía no prueba la participación en calidad de autor de Santiago Zuasnabar alias “el Pumita” en el incidente en el que resultara herido de arma de fuego Martín Acuña y que lo dejara parapléjico”, dice la apelación de Carbajal a la que accedió El País.

Y advierte que, por ello, la Fiscalía “no puede construir el caso como lo intentó” atribuyéndole a Batista el homicidio del “Pumita” por haberle disparado a Acuña y recibiendo a cambio una remuneración. La abogada penalista consideró que la Fiscalía tampoco investigó ni pidió los procesamientos de los testigos protegidos que ingresaron a la casa del “Pumita” acompañando a Batista.

En su escrito, Carbajal propone al Tribunal de Apelaciones la declaración de Batista, ya que ahora este cuenta con todas las garantías para hacerlo. En primera instancia, según la penalista, Batista había sido amenazado por policías vinculados al caso.

“En un asunto tan complejo como este, no se dieron las garantías necesarias para mi defendido”, insiste Carbajal. También pidió que se realice la reconstrucción del asesinato del “Pumita” con “las máximas garantías”. Además, la abogada solicitó al Tribunal que habilite la declaración de la pareja de uno de los integrantes del grupo que fue a la casa de “Pumita” junto a Batista. En primera instancia, esta mujer no declaró porque “fue intimidada” por otros testigos, según Carbajal.

El miércoles 16, el Tribunal de Apelaciones de2° Turno emitió una sentencia interlocutoria referida solo al pedido de la defensa y no se expidió sobre el fondo del asunto. El tribunal falló no hacer lugar a la declaración de Batista ni de la testigo por considerar que ambos tuvieron conocimientos de los hechos antes de la sentencia de primera instancia.

Un ministro dijo a El País que el Tribunal de Apelaciones tiene una opinión fundada sobre que si la defensa tuvo acceso a una prueba y no la ofreció antes de la sentencia de primera instancia, no puede hacerlo en el organismo de alzada.

Carbajal, quien presentó un recurso de revocación ante el tribunal, dijo que la declaración de la testigo era un hecho nuevo y no algo sucedido antes del fallo de primera instancia.

Un crimen cuyo trasfondo se investiga

En un escrito de apelación, la abogada Serrana Carbajal dice que el testigo reservado N° 2 de la Fiscalía afirmó que Santiago Zuasnabar Virches, alias “Pumita”, se dedicaba con otros amigos a realizar sicariatos en el Chuy. “Perfectamente esa gente lo podía querer muerto al “Pumita”, señaló el testigo en la audiencia. Y luego dio otra versión: “también es posible que (el hoy condenado Álvaro) Batista habría matado al “Pumita” por una plata que la víctima había robado en Brasil antes venirse cuando estaban con lo de los sicariatos”. Poco después, según el escrito de Carbajal, el testigo N° 2 brindó otra versión en el Juzgado al señalar Batista asesinó a su amigo porque quería aliarse con una banda rival.

La Fiscalía preguntó en la audiencia al testigo reservado N° 2: “¿Usted sabe quién le pagó a Batista? Es decir, usted dijo que Batista lo hizo por plata. ¿Quién le pagó a Batista para matar a Pumita”.

El testigo reservado contestó: “La plata que (a Batista) le interesaba quedarse eran los 130 mil pesos que Pumita había robado en Chuy antes de venirse. “ Pumita” había cometido un hurto antes de venirse. Esos 130.000 pesos los tenía en la casa donde estaba escondido”.

Según Carbajal, el testigo por si no menciona la existencia de un pago a Batista de una banda rival, pero la Fiscalía “ensañada” en el interrogatorio “vuelve a insistir” sobre el punto.

La defensora relativizó los testigos de la Fiscalía señalando que sus relatos se tornan

“confusos e incoherentes” y dijo que “no se determinó” el móvil del crimen del “Pumita”.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar