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Sin acuerdo entre el contratista y los exfutbolistas Fabián Cannobio y Marcelo “Gato” Romero

Los jugadores iniciaron un reclamo de US$ 2.400.000. La Justicia Civil resolverá si exfutbolistas de Peñarol y de otros clubes deben cobrar indemnización o no.

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Foto: El País

El pasado martes se realizó una audiencia en el Juzgado de Conciliación de 4° Turno entre los exfutbolistas de Peñarol, Marcelo “Gato” Romero y Fabián Cannobio contra el contratista Pablo Boselli y su esposa, Erika Graf, entre otros. La audiencia se enmarcó en un reclamo iniciado por los exdeportistas por un total de US$ 2.400.000.

Ante el juez de Conciliación de 4° Turno, Raúl Márquez Píriz, Romero y Cannobio fueron representados por la abogada Cristina Herdt, mientras que por Boselli y Graf actuó mandatada la abogada Paula Collazi. El litigio también abarca a los representantes de la empresa Milentur S.A., José Luis Quiñones Vázquez y José Luis Quiñones Piñeyro.

Milentur S.A. administra el barrio privado “Cumbres de Carrasco”, ubicado en Ciudad de la Costa, donde Romero y Cannobio compraron lotes. La empresa estuvo representada por la abogada Jimena Fradl, del Estudio Santín. (Ver nota aparte).

En el juzgado, Herdt señaló que procuraba alcanzar una conciliación previo al juicio que iniciará contra Boselli, Graf y Milentur S.A. por daños y perjuicios causados a sus clientes Cannobio y Romero derivados del “fraude” y “el dolo” en el manejo y administración del patrimonio del country “Cumbres de Carrasco”.

Según el acta de la audiencia, a la que tuvo acceso El País, Cannobio y Romero también reclaman a los demandados el no pago de ganancias generadas por el barrio privado, pese a que ellos son accionistas del complejo.

Los exfutbolistas consideran que Boselli “incumplió” el contrato de compraventa de acciones y también es responsable por “daños y perjuicios” en su carácter de administrador de hecho de la sociedad Milentur S.A.

Es decir, Cannobio y Romero entienden que Boselli incurrió en “desviación y utilización abusiva de dinero y bienes de la sociedad Milentur S.A. (Cumbres de Carrasco) en su provecho personal y en el de su familia”.

Expresan, además, que hay “responsabilidad” de los restantes demandados por la participación en el “fraude” y “el dolo” cometidos por Pablo Boselli y “aprovechamiento económico del mismo”.

En su reclamo, los exfutbolistas, a través de la abogada Herdt, dijeron al juez que hubo “daños causados por la violación de todos sus derechos esenciales como accionistas (del country Cumbres de Carrasco): derecho de información, de participación y de voto, entre otros”.

“Se estima provisoriamente y sin perjuicio el monto reclamado por cada uno de los citantes (Romero y Cannobio) en la suma de US$ 1.200.000, más intereses, reajustes, costas y costos y sin perjuicio de las sumas adicionales que se pruebe corresponde indemnizar y que surjan y constaten en el proceso a establecerse”, dijo Herdt en la sede.

La abogada reiteró que hubo una larga lista de incumplimientos por parte de Boselli como administrador del country Cumbres de Carrasco.

Boselli y Graf manifestaron que “rechazan el reclamo en todos sus términos”. Lo mismo señalaron Quiñones Vázquez y Quiñones Piñeyro.

Por lo que el juez falló diciendo que “intentó inútilmente” la conciliación entre las partes.

El negocio.

En 2011, Boselli decidió llevar adelante un emprendimiento empresarial que consistía en la construcción de un barrio privado llamado Cumbres de Carrasco en Ciudad de la Costa. El country tiene más de 30 hectáreas.

Para ello, Boselli creó una sociedad anónima denominada Milentur S.A., que sería la propietaria del emprendimiento. Luego salió a captar inversores que se sumaron como accionistas de Milentur S.A. Concretamente, la obra consistiría en invertir dinero para fraccionar en lotes los terrenos, venderlos a futuros compradores y obtener una ganancia por las ventas en un barrio privado que sería de primera categoría.

Además, se realizaría la caminería y la jardinería, se construiría un Club House, una cancha de tenis, habría servicio de transporte escolar y demás amenities que serían bienes comunes del lugar.

“Los exjugadores tienen que aportar a la S.A. y no lo hicieron”

El abogado del empresario Pablo Boselli, Bruno Santín, dijo a El País que ni la sociedad ni su representante “tienen deudas con los demandantes. No reconocemos que la sociedad tenga deudas con ellos”, insistió.

El profesional expresó que los exfutbolistas Marcelo “Gato” Romero y Fabián Cannobio consideran, “de forma errónea”, que tienen derecho a percibir dinero de Milentur S.A. “Pero ellos son accionistas de una sociedad. Como accionistas también tienen que aportar y no lo hicieron”, advirtió Santín.

Recordó que con otros jugadores existió una negociación y agregó que esta se cerró con acuerdo de ambas partes. Sin embargo, dijo, Romero y Cannobio “nunca se acercaron a negociar”.

En 2016, representado por la abogada Cristina Herdt, el entonces futbolista Diego Lugano concurrió al Juzgado Civil de 16° Turno en el marco de un reclamo que presentó contra Milentur S.A.

Lugano invirtió alrededor de US$ 160.000 en esa residencia ubicada en un barrio privado. En su caso las diferencias se zanjaron a través de un acuerdo.

Futbolistas invierten en inmuebles y acciones

Según un informe de El País, las nuevas generaciones de futbolistas uruguayos de elite juegan fuerte en la multiplicación de su capital en la construcción, los valores bursátiles y la actividad agropecuaria. Diego Lugano incursionó en la industria del cemento junto a Diego Godín, en edificios en el barrio de Buceo e inauguró un complejo de 20 apartamentos en Carrasco. Por su parte Luis Suárez se asoció con otros jugadores del Liverpool y el Arsenal en una empresa para la venta y alquiler de propiedades en varias ciudades del Reino Unido. Edinson Cavani, por su parte, invirtió en una casa en Roma y en campos en Salto.

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