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Varias redes de “coyotes” trafican cubanos a Uruguay

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Mayoría de cubanos opta por emigrar hacia Uruguay porque es el único país de la región que facilita residencia. Foto: L. Mainé

Tráfico de personas

Tras cruzar junglas y ríos, ingresan caribeños por pasos de la frontera seca.

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Antes de partir a Guyana, los cubanos que ven a Uruguay como “la tierra prometida”, esconden unos pocos dólares en suelas huecas de sus zapatos o en bolsillos ocultos de sus vaqueros, camisas o sacos. Saben que, en el camino, los “coyotes” -así se denominan a traficantes que trasladan a personas de un país a otro a cambio de un pago- les sacarán todo el dinero posible.

En los últimos 16 meses, la Justicia procesó a cinco personas por tráfico ilícito de cubanos. El viernes 21, la fiscal penal Sabrina Flores, mediante un juicio abreviado, logró la condena a prisión de tres delincuentes por dicho ilícito. Se trata de un cubano y de una pareja de uruguayos que ingresaron a Uruguay 100 cubanos por mes en el último año. Cobraban US$ 1.300 por cada cubano y percibieron alrededor de US$ 1,5 millones.

A mediados de 2017, tareas de inteligencia del Departamento de Delitos Especiales de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado e Interpol, permitieron individualizar a una pareja de cubanos residentes en Uruguay qué se dedicaba a “facilitar” la llegada de sus compatriotas caribeños a Uruguay con la promesa de obtener residencia, documentación uruguaya y visa para viajar a Estados Unidos.

Tras la investigación denominada “Operación Antillas”, la Policía identificó a otras personas que integraban la organización: un representante de una agencia de viajes y un contador.

Los investigadores ubicaron 11 testigos de nacionalidad cubana, mayores de edad, que se encontraban en Uruguay a la espera del otorgamiento de los documentos oficiales de Estados Unidos, por los que pagaron a la organización sumas que oscilaban entre US$ 5.000 y US$ 8.000. Luego de tres allanamientos en Montevideo, fueron detenidas siete personas, se incautó documentación variada y equipamiento informático.

“Si bien existen indicios de la probable vinculación de A. (un ciudadano cubano) con una organización internacional de tráfico de migrantes, no se ha reunido -por ahora y sin perjuicio de ulterioridades- semiplena prueba de la misma”, dijo el fiscal Pacheco en su pedido de procesamiento al que accedió El País.

Finalmente, la jueza especializada en Crimen Organizada, María Helena Mainard y el fiscal Pacheco procesaron con prisión a A., un hombre de 75 años de nacionalidad cubana, por la comisión en calidad de autor de un delito continuado de tráfico de personas en reiteración real con un delito continuado de estafa. Mientras que un uruguayo de 50 años fue procesado sin prisión como coautor de los mismos delitos.

Un operador judicial, que participó en la investigación de uno de los casos que terminó en procesamientos de cubanos y uruguayos, supone que son varias las organizaciones de “coyotes” detrás de los ingresos irregulares de cubanos al país.

En ambos expedientes, la modalidad del tráfico es la misma. “En todo caso son organizaciones que operan en Brasil más bien, cruzándolos por Guyana y luego a Uruguay. En mi caso entraban por Rivera y por Chuy (Rocha)”, dijo la fuente.

Aumento de refugiados

Más de 6.000 cubanos emigraron a Uruguay en lo que va de 2018. Quienes no cumplen los requisitos para obtener la visa, ingresan por la frontera con Brasil en calidad de refugiados, aunque no exista persecución política. En 2017, la Comisión de Refugiados recibió 2.061 solicitudes de refugio de ciudadanos cubanos. Hasta comienzos de diciembre de 2018, el número ascendió a 6.026. Luego de ingresar, el paso a seguir es regularizar su situación, dejar de ser “refugiados” para ser ciudadanos. Una de las principales vías de entrada al país es el Chuy, donde varios eligen quedarse. Vivir allí es más económico y esperan que el verano traiga trabajo.

Desaparecidos.

El 8 de mayo de 2018, citando a fuentes policiales, Telenoche informó que desde hace un año Interpol investiga a una posible red de tráfico de cubanos a Uruguay. Habría unas 20 personas involucradas en cuatro países.
La investigación se inició como consecuencia de una denuncia de la Comisión de Refugiados de Cancillería y de ciudadanos de la isla que relataron las peripecias que vivían para llegar al país en las que, por ejemplo, perdieron a compatriotas de los que nunca más supieron nada.

En Uruguay Interpol identificó a 14 personas que estarían vinculadas con la organización. Son cuatro traficantes y diez que colaboran en la organización con alojamientos, traslados y papeles.

Según la investigación de Interpol, la red tiene integrantes en Cuba, Guyana, Brasil y Uruguay. En la isla están los reclutadores que identifican a las víctimas y les facilitan los pasajes para llegar a Guyana.

Desde allí los ciudadanos cubanos son trasladados en vehículos a casas, pensiones y hostales donde entregan su documentación. Para los de menos recursos comienza la travesía por la selva de Guyana, cruzando ríos en canoas y balsas, hasta llegar a la frontera con Brasil. Allí la cruzan por río o en vehículos por el puente fronterizo. Quienes tienen mayor poder económico son ingresados a Brasil en avionetas. En el aeropuerto son esperados por integrantes de la organización que los sacan sin hacer migración. Todos se juntan en la ciudad de Boa Vista. Los que tienen como destino Uruguay, viajan a Porto Alegre y desde allí a Santana do Livramento para cruzar por Rivera o ciudades de Cerro Largo.

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