EXTORSIÓN
Luego de hablar por WhatsApp con una mujer, le dijeron que era menor y le exigieron dinero a cambio de no hacer una denuncia.
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El 27 de marzo de este año, un hombre de 40 años recibió una solicitud de amistad de una mujer en la red social Facebook. Cuando el hombre aceptó la solicitud, la mujer le escribió por el chat de la plataforma y tras conversar un rato, ella -que decía ser paraguaya- le pidió para continuar la charla por WhatsApp. El hombre accedió y le envió su número de teléfono.
“Me preguntó por mi profesión, a qué me dedicaba, etc., hasta que comenzó a insistir en que le mandará fotos -a lo que accedí- para luego continuar insistiendo que le enviara fotos de tenor mas erótico, puntualmente desnudo”, indica la denuncia que se presentará el 25 de mayo ante Fiscalía, según dijo a El País el abogado penalista Diego de Pazos.
La mujer continuó insistiendo y le envió “fotografías de tenor más sexual”, pero el hombre no accedió a su pedido hasta el día siguiente, cuando le respondió “con alguna fotografía con un contenido más apropiado” a lo que ella le estaba enviando.
La denuncia a la que accedió El País continúa señalando: “Al día siguiente, el 28 de marzo, recibí un audio de una persona que expresaba ser la madre de la interlocutora, aduciendo que me denunciaría ya que la hija era menor de edad y yo me encontraba cortejando con ella, así como intercambiando fotografías”.
El hombre manifiesta que en ningún momento la persona con la que había chateado le había dicho que era menor de edad, “ni menos aún se comportó como tal, cuestión que se evidencia con el tenor de las fotografías y los audios” que le envió. Y, asimismo, el hombre enfatiza que fue ella quien quiso “cortejar con este denunciante por su motu proprio”.
“Luego de recibido el mensaje de quien se diera a conocer como la presunta madre de la persona con la cual me comunicaba, comencé a recibir una andanada de mensajes extorsionadores y amenazantes”, continúa narrando el hombre, y añade que luego de la advertencia de la madre, un presunto policía paraguayo se comunicó con él, también por WhatsApp. Mediante un audio, le informó de una presunta denuncia en su contra por intercambiar fotos eróticas con una menor de edad.
Tal como expresa el denunciante, el autodenominado policía “culminó dicha comunicación con un pedido de dinero a los efectos de no dar trámite a esa presunta denuncia” contra el hombre. A su vez, la suma de dinero impediría que la Policía paraguaya diera a conocer la denuncia a la Fiscalía de ese país.
“Para tal situación -a la que lamentablemente accedí producto de la presión que se me estaba ejerciendo- se me brindaron una serie de datos para el envió del dinero”, expresa el hombre en la denuncia. El monto de 200 dólares solicitado, fue transferido por medio de la compañía de servicio financiero Western Union, que tiene agencias en Paraguay.
En uno de los audios provenientes del presunto policía, a los que también accedió El País, este comunicó que “todo está solucionado” dado que el comisario había recibido la boleta del dinero exigido. El “policía” también remarcó que iba a notificar a sus compañeros y que iba a cumplir su palabra, “así como yo la estaba cumpliendo”, dice el denunciante.
“Como si esta nefasta situación padecida fuera poco -continúa la denuncia-, casi concomitante a la conversación que viene de señalarse, recibo un audio de otro número de WhatsApp de una presunta fiscal, o al menos de esa manera se presentaba, aduciendo sobre la misma denuncia, la gravedad del delito denunciado, la pena en expectativa y otorgándome como única salida posible, en coordinación con la propia Policía, que girara más dinero, en este caso 500 dólares”.
Tal como constató El País, todas las personas asociadas a este hecho se comunicaban con acento paraguayo y sus números telefónicos tenían el prefijo de ese país.
A continuación, la denuncia menciona que la víctima comenzó a sospechar de la maniobra que estaba haciendo este grupo de personas y “de los visos de ilegalidad”. Por consiguiente, decidió desestimar el pedido de la supuesta fiscal.
A su vez, cuando el hombre ingresó a su cuenta de Facebook para bloquear el perfil de la mujer, se percató de que este había sido modificado y contaba con una fecha de nacimiento que daba cuenta de que era menor de edad.
“Luego de sentirme estafado y extorsionado, acudí a asesorarme legalmente y es ante la gravedad de los hechos que procedo a realizar la denuncia que se expresa en este escrito”, finaliza el documento.
De Pazos expresó, en diálogo con El País, que tres personas más acudieron a él por esta misma situación de estafa y extorsión de parte de personas que aludían ser paraguayas.
“Presumo que hay más gente”
El abogado penalista Diego de Pazos, dijo a El País que presume que “hay mucha gente que fue estafada de la misma forma (tras enviar fotos desnudo) y no abrió la boca por miedo”. Y contó que entre tres clientes que ya le denunciaron extorsiones similares, uno “llegó a pagar US$ 600 de los 2.500 que le pedían”.