La jueza letrada de 1er Turno, Blanca Rieiro, imputó por homicidio al oficial de la Policía de Montevideo, quien durante una persecución policial disparó a un joven de 26 años, en el Cerro.
La formalización de la investigación determinó que el imputado no podrá salir del país y deberá fijar domicilio y no acercarse a las víctimas por un lapso de 180 días.
Hechos
El incidente ocurrió el pasado 25 de febrero, cuando Santiago Barreto manejaba su moto y tras ser perseguido por dos policías fue abatido. No está claro qué sucedió, ya que las imágenes de las cámaras junto a la versión de los testigos generan relatos contrapuestos.
Por un lado, está la familia y amigos de Santiago, que aseguraron que se trató de un ataque cuando el joven ya estaba herido y “agonizando”. El tío del fallecido llegó a asegurar en diálogo con El País que los efectivos “lo querían dejar morir”.
Por su parte, Matías -un conocido de la víctima- dijo que presenció lo que ocurrió. Según su relato, Barreto había salido de su casa en Santa Catalina hacia el club de pesca del Cerro a buscar a una joven. Durante el camino se topó con un control policial y decidió esquivarlos.
Matías no sabe por qué su conocido los evitó, pero lo que sucedió más tarde le pareció “un exceso”.
“Yo estaba en la esquina de Estados Unidos y Gibraltar, cuando lo veo venir a él y a la camioneta del patrullero que lo perseguía”, narró el testigo.
Según su relato, el fallecido dobló a la derecha en Gibraltar con dirección a la casa de su tía que vivía por esta calle a media cuadra. Una vez allí intentó abrir el portón de ingreso, pero recibió un disparo por la espalda.
La autopsia realizada al joven certificaría las palabras de Matías, ya que el único impacto en su cuerpo había sido efectuado por la espalda.
El oficial lo hizo “desde el asiento del acompañante” aseguró Matías. “Se acomodó y le tiró”, agregó.
Con un disparo en su cuerpo, Barreto dio la vuelta, cruzó la calle Estados Unidos en su moto y cayó al llegar a la esquina de Gibraltar con Japón. Detrás de él bajaron los oficiales, quienes cargaron el cuerpo en la camioneta y lo acercaron al Centro Médico Cerro.
Luego los policías comenzaron a “cargarlo en la caja de la camioneta”. Lo hicieron con la ayuda de una empleada de un residencial ubicado en la esquina, quien quedó registrada en el video de un vecino.
Según explicó el abogado defensor de la familia, Pablo Casas, se trata de una formalización que como defensa fueron a buscar ya que insisten en la responsabilidad de los efectivos policiales.
“A partir de ahora deberá aclararse por qué perseguían a Santiago y por qué le dispararon. El joven no tenía armas y su moto no estaba requerida”, dijo el abogado.
Ministerio
En la vereda opuesta se encuentra la postura del Ministerio del Interior, que inició una investigación administrativa para saber si hubo un “corrimiento” del procedimiento por parte de los funcionarios.
Según la versión aportada por el organismo, sobre las 5:00 horas de ese día, funcionarios policiales patrullaban en el Cerro cuando vieron a un joven en moto en una “actitud sospechosa”.
Comenzaron a perseguirlo y, en un momento, el joven giró en “u” generando que los policías le dieran la voz de alto.
El hombre habría ignorado la advertencia, según el ministerio. En su versión la cartera afirmó que fue allí cuando los policías efectúan un disparo al observar que el sujeto habría hecho un ademán de tener un arma.
Unos 100 metros más adelante del lugar del disparo, el hombre detuvo su marcha y cayó.