Redacción El País
Luis Alberto Suárez, conocido como "Betito", volvió a la cárcel imputado por un delito de tenencia de estupefacientes para no consumo. Deberá esperar el juicio en prisión mientras los investigadores estudian sus bienes, de lo que podría llegar a surgir una formalización por un delito de mayor entidad.
La Policía cree que tenía un nivel de vida que no podía sostener con sus ingresos, y a raíz de ello, pese a que él afirmaba que se había "retirado" del negocio del tráfico de drogas, se comenzó una investigación que concluyó en un allanamiento en que le encontraron nueve gramos de tussi (cocaína rosa).
En los más de 15 allanamientos realizados entre el lunes y martes para desarticular a la banda que opera en el Cerro se incautaron 48 celulares, US$ 3.189, $ 171.310, una pistola, una escopeta, una réplica de pistola y varios cartuchos. Eso además de siete vehículos, cinco de ellos de alta gama.
En la audiencia en la que se envió a prisión a Suárez, se condenó a otros tres hombres que fueron detenidos en un allanamiento que se hizo en una boca de drogas, y otra persona fue imputada. El lugar tenía como particularidad que había seis puertas de acceso (un par de ellas por cada abertura) ubicadas en forma sucesiva. Gracias a eso, el ingreso al punto de venta estaba resguardado y no era visible.
Policía realizó "meses de vigilancia" antes de allanar una boca de drogas en el Cerro
El allanamiento en el que se detuvo a "Betito" tuvo una particularidad: se realizó de noche. En Uruguay se ha debatido largamente sobre los allanamientos nocturnos e incluso hubo plebiscitos para modificar lo que dice la Constitución al respecto: "El hogar es un sagrado inviolable. De noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, solo de orden expresa de juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley".
Sin embargo, sí están permitidos los allanamientos nocturnos cuando no son en un hogar, como fue en este caso.
"El allanamiento a la boca realizado el lunes fue de noche. Ello fue posible debido a que tras meses de vigilancia se concluyó que no se trataba de un hogar en el sentido que establece el artículo 11 de la Constitución. Es decir que no vivía allí una familia, sino que era utilizado únicamente como boca de droga", indicó a la prensa Javier Benech, director de Comunicación de la Fiscalía, luego de hablar con el fiscal del caso, Rodrigo Morosoli.
Aclaró que "no es una posibilidad para usar siempre, hay que hacer un análisis muy detallado que lo justifique, pero es una herramienta importante que se puede utilizar para el combate al narcotráfico".
La solicitud de allanamiento fue realizada por Morosoli y "evaluada y autorizada por la jueza de Crimen Organizado que intervino", Diovanet Olivera.
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