Fiscal del caso Ferrero: detenidos son autores "materiales" del atentado, "intelectuales" están en el exterior

Redacción El País.
Angelita Romano hace casi 15 meses que subroga a Mónica Ferrero en la Fiscalía que investiga el gran narcotráfico del país. Además, está al frente de la causa iniciada por el atentado ocurrido en el domicilio de Ferrero, por el que hasta el momento hay seis personas imputadas. En este año, no ha dado declaraciones públicas ni ha participado de demasiados eventos, pero este jueves integró la Conferencia Internacional de Consenso “Agenda Antimafia del Mercosur”, donde habló sobre la situación del país respecto al narcotráfico y propuso ideas que colaborarían con sus investigaciones.

También se refirió a la gravedad del atentado a la fiscal de Corte, Ferrero. Si bien se excusó de brindar mayores detalles, explicó que ello demuestra que el crimen organizado empezó a "atentar contra las instituciones". "Seguimos investigando y queremos llegar (al fondo) porque sabemos que eso no nació en Uruguay. Sabemos que las personas que ordenaron y que idearon estas cosas no están en Uruguay. Tenemos los autores materiales, pero todavía no tenemos los autores intelectuales", expresó.

A su vez, valoró la importancia de la cooperación internacional dado que los criminales "no tienen fronteras". En ese sentido, sugirió que sería "fantástico" lograr tener una "fiscalía regional". Citó como ejemplo un caso en el que tenía que pedir un allanamiento al domicilio de un hombre que vivía en Argentina. Vía cooperación internacional, el allanamiento se concretó y se le incautó el celular. Luego, el poder trasladar el dispositivo a Uruguay con su respectiva cadena de custodia significó un engorroso trabajo, pero, pese a eso, se concretó.

En esa línea, destacó positivamente la comunicación que existe entre la red de Fiscales Latinoamericanos Antidrogas, con los que tiene un grupo de WhatsApp. Por esta "vía informal", detalló, preguntan si existen posibilidades de obtener diferentes informaciones. Si la respuesta es afirmativa, activan la vía formal para poder acceder a ella.

Por otra parte, en el plano local, sugirió la posibilidad de tener alguna especie de ley antimafia, como sucedió en Italia, y que se "reviera" la idea de tener una fiscalía o unidad dedicada estrictamente al Crimen Organizado. La fiscal explicó que antes de 2017 existía, pero luego fue suprimida y hoy la mayoría de los casos recaen en las Fiscalías de Estupefacientes.

El objetivo de esta fiscalía o unidad sería poder "tener una información segura, certera". Explicó que hoy en día hay cuatro fiscalías de Drogas en Montevideo y a ello se suman todas las sedes del interior (investigan todas las materias). Tener una sede que reuniera toda la información y pudiera auxiliar a otros mejoraría la calidad del trabajo.

Foto: Estefanía Leal

También remarcó que actualmente los fiscales no tienen capacitación en Crimen Organizado. Luego de asumir como fiscal de Drogas, dijo, pudo viajar dos veces a Italia a capacitarse. "Creo que tendríamos que aprender de las personas que saben, que ya combatieron, que ya lo vivieron y que tuvieron esta criminalidad (...) Nosotros también teníamos miedo que pasaran la línea que habían pasado en Italia. O sea, empezaron a atentar contra las instituciones, contra cualquiera de nosotros, y lamentablemente en Uruguay pasó", expresó refiriéndose al atentado a Ferrero.

Por último, habló sobre las cárceles a partir de una pregunta disparadora: ¿cómo combatimos el crimen? "El crimen no es combatir y meter a la persona presa. Eso era en otra época. Hoy por hoy eso no existe. Porque lo metés preso por muchos años, y la persona ¿qué hace? Dirige desde la cárcel. Si no tienes una cárcel en la cual lo tengas incomunicado o no tenga acceso a un teléfono... Hoy por hoy, cualquier persona que está en una cárcel y tenga acceso a un teléfono puede dirigir una organización, no importa dónde esté".

La directora del Centro de Formación de Fiscalía, Mariella Leles, dio un panorama general sobre el narcotráfico y explicó que, a nivel mundial, inicialmente los sistemas judiciales tenían "un enfoque de resolución caso a caso", pero actualmente, "cualquier ciudadanos se da cuenta de que esa criminalidad ha avanzado, ha aumentado y demanda otro tipo de abordaje".

"Estamos en un problema que ya no afecta únicamente a las víctimas directas, sino que afecta a los sistemas democráticos", resumió.

Citando conceptos del experto chileno Pablo Zeballos, explicó que las etapas de la criminalidad pueden dividirse en cuatro olas. La tercera de ellas se da "cuando emergen formas de estados criminalizados" en los que hay grupos armados, se produce y se trafica cocaína, cuyo dinero se inserta en el sistema financiero.

Luego, la cuarta, se caracteriza "por la expansión de la industria de las drogas sintéticas" y la diversificación de la economía del narcotráfico, que también incluye el contrabando y lavado de activos. Uno de los principales distintivos de esta fase, explicó Leles, es la participación de organizaciones extrañas a la región, como es la 'Ndrangheta, las mafias albanesas u organizaciones turcas, "pero no como meros aliados, sino como socios estratégicos", aclaró.

Por último, afirmó que, en las condiciones actuales, "no alcanza con controlar a los cabecillas", porque muchas veces los liderazgos están en disputa, sobre todo en las bandas desorganizadas.