Este martes sobre el mediodía se presentó en Fiscalía el jugador de Peñarol Rodrigo Saravia junto a su abogado, Jorge Barrera, para prestar declaración ante el fiscal Fernando Romano.
A la salida de Fiscalía, el abogado Barrera declaró ante la prensa que el caso de Saravia "es claro caso de legítima defensa, ni golpeó ni generó provocación", por lo que espera que se archive la causa y en el caso concreto del jugador aurinegro "la situación termine con la declaración de hoy".
Barrera especificó que Saravia "entró cuatro minutos después que Yonatan Rodríguez a la cancha", por lo que es imposible que haya habido un intercambio entre ellos.
Además, según el abogado penalista, en el encuentro con Romano el fiscal le aseguró que "ningún momento había manifestado que iba a sugerir el ingreso de ninguno de los futbolistas y menos aún cuando no lo había escuchado" la declaración, como fue el caso de Saravia que declaró un día después.
Con independencia de esta situación, Barrera agregó que habló con el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, quien comunicará durante la jornada el rechazo del club a todo tipo de manifestación de violencia dentro y fuera de la cancha.
En la tarde del lunes, luego de tomar declaraciones —entre ellas a Juan Salgado, presidente de Cutcsa— trascendió que Romano envió una comunicación a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) donde solicitó que se les prohibiera el ingreso a estadios por estar vinculados a hechos violentos en partidos de fútbol, según dijo una fuente del caso a El País.
La fuente agregó que será la AUF la que decidirá si adopta o no el pedido del fiscal.
A las 20:30 horas del lunes, el Comité Disciplinario de la AUF analizó la situación de los tres futbolistas que declararon como imputados ante el fiscal Romano.
Según supo El País, el Comité abrió un expediente. Los clubes Nacional y Peñarol tendrán cuatro días para presentar descargos y luego se realizará una audiencia el próximo martes para definir la situación de los jugadores y determinar si aplicarán sanciones.