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Director de la Escuela de Policía agredió a cadete en el baño de la institución y fue condenado

Al haberse comprobado que cometió un delito, Interior debe darle la baja. Él asumió su responsabilidad en los hechos.

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Grupo de policías en fila.
Policías en fila.
Foto: archivo.

Redacción El País
El juez Emilio Baccelli condenó a Néstor Bergougnoux, exdirector de la Escuela Nacional de Policía, por un delito de violencia privada y lesiones personales a la pena de nueve meses de libertad vigilada.

El jerarca policial había sido imputado en 2022 y finalmente llegó a un acuerdo abreviado con la Fiscalía que lidera Sabrina Flores.

Las condiciones para estos meses de condena (de los que tendrá un descuento por haber cumplido con medidas cautelares durante el proceso), son: fijar domicilio y no modificarlo sin notificar a la Justicia, presentarse una vez por semana en la seccional, realizar cuatro horas de servicio comunitario semanalmente durante dos meses y no acercarse a la víctima mientras dure la condena.

En su momento, el policía partió una puerta de una patada y golpeó en la frente a la víctima, que estaba sentada en el inodoro.

Al momento de la imputación, la fiscal de ese momento había advertido que el joven buscó explicar a su superior que no podía retirarse al instante, a lo que recibió la orden de salir de todos modos. “No me importa, haga lo que tenga que hacer. Cuando doy una orden quiero que se cumpla”, exclamó Bergougnoux.

Los otros estudiantes resultaron testigos de la situación y dieron su versión de los hechos en Fiscalía.

El golpe le produjo un “hematoma de dos por dos en la parte media de la región frontal” de la cabeza. Según la pericia realizada, no corrió riesgo la vida del joven y el tiempo de inhabilitación para tareas ordinarias fue menor a 20 días.

La tipificación propuesta por el fiscal fue la violencia privada y un delito de lesiones, este último a título de dolo eventual. Esto es porque, aunque el objetivo del director no fue herirlo, debió saber que al realizar el acto que cometió, era posible que el resultado fuera ese.

No se le tipificó ninguna agravante, pero sí atenuantes: es primario absoluto y admitió los hechos.

La condena ocurrió a través de un acuerdo abreviado. De esta forma, el imputado renuncia a un juicio y admite los hechos a cambio de una rebaja de hasta un tercio de la pena.

La legalidad del acuerdo fue controlada por el juez Baccelli. De la audiencia también participó la defensora de la víctima, Lucía Fernández.

Un mes después de los hechos, el Ministerio del Interior inició una investigación administrativa y el joven fue derivado a otras tareas para evitar conflictos con su superior luego de realizar la denuncia.

Inicialmente, el director no se había presentado voluntariamente para ser imputado, por lo que Gabriela Fossati —que era la fiscal del caso en ese entonces— había solicitado su detención, informó en ese momento La Diaria.

Más adelante, el mismo medio consignó que Bergognoux había ofrecido saldar el conflicto a través de un acuerdo reparatorio. Esta es una de las vías que prevé el Código del Proceso Penal para solucionar casos donde los delitos son leves. Esto, sin embargo, fue rechazado por la víctima y es una condición excluyente para realizarlo. Si bien los acuerdos reparatorios son controlados por la Justicia, en sí se trata de un acuerdo entre las partes.

Ahora, Bergognoux deberá ser dado de baja de la Policía. El haber cometido un delito — que esto se haya comprobado— es causal para que el Ministerio del Interior pida la baja.

De esta forma, el caso se saldó tras un año y medio de investigación. La causa la había formalizado la entonces fiscal Fossati en momentos turbulentos, a los pocos días de haber comenzado con el caso Astesiano.

Fossati, hoy parte del espacio político de Laura Raffo, fue trasladada y quedó en su lugar la fiscal Sabrina Flores. Ella, junto a su adscripto Bardino, fueron quienes concluyeron la causa.

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