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Por Eduardo Barreneche
Una multinacional de juego en línea denuncióen forma reciente al fiscal de Flagrancia de 9° Turno, Fernando Romano, que un consultor brasileño se apoderó de sus programas informáticos y contraseñas, y creó una empresa paralela para explotar el negocio provocándole daños superiores a los US$ 9 millones. Así lo señalan los escritos de la denuncia y la ampliación de la misma a los que tuvo acceso El País.

Romano confirmó que recibió los documentos y señaló que trasmitió al abogado denunciante, Eduardo Sasson, del estudio DDS, que lo recibirá después de Semana Santa, cuando finalice su turno.

Según los escritos, el grupo inversor especializado en el rubro de casinos y apuestas en línea contrató en 2019 a un ciudadano brasileño para la realización de una consultoría que permitiera obtener mejoras técnicas en las plataformas de juego en Internet del grupo.

El ahora denunciado fue ganándose la confianza de los altos mandos del grupo empresarial, cuya filial uruguaya tiene sus oficinas en el World Trade Center.

Al mismo tiempo, el experto extranjero afianzó su relación con otra empleada radicada en Uruguay, la que culminaría por ser su pareja y cómplice. Se trataba de una gerente de proyecto.

La multinacional damnificada, según el escrito presentado en la Fiscalía, tiene su sede central en Curaçao (un país que integra el Reino de los Países Bajos) y se especializa en el negocio de las apuestas y casinos en línea.

Para el desarrollo de su negocio, el grupo recurre a varias empresas localizadas en América Latina que le prestan diversos servicios. Una de ellas, constituida en Uruguay, por ejemplo, colabora en el desarrollo y diseño de las plataformas de juegos de azar en la web. La principal marca del consorcio denunciante es Playbonds, que incluye diversidad de juegos, tanto de casino, como de bingo en línea, entre otras prestaciones.

Luego de ganar la confianza de los altos mandos del grupo inversor, el consultor brasileño logró que, más allá de la consultoría contratada, se lo requiriera para trabajar en el desarrollo de software para la multinacional, esta vez en relación de dependencia.

“Por esta razón, el mismo continuó prestando sus servicios, los que realizaba principalmente en su país de origen (Brasil) aunque con viajes periódicos y reiterados a nuestro país para controlar y supervisar el desarrollo de lo realizado por el grupo en territorio nacional”, dice la denuncia elaborada por Sasson.

En julio del año 2020 se suscitó una situación en el seno de la multinacional, por lo cual una persona de alta jerarquía debió retirarse de Uruguay. Como existía una satisfacción con las tareas desarrolladas por el consultor brasileño para el grupo, el presidente de la firma lo nombró como subdirector general como forma de suplir el alejamiento de uno de los gerentes. Esto se concretó en septiembre de 2020.

A partir de ese momento, las atribuciones del experto brasileño en el ámbito de la multinacional aumentaron sustancialmente, pasando a tener libertad para realizar tareas y gestiones en su nombre como, por ejemplo, contratar servidores, cancelarlos, contratar y despedir empleados y adquirir nuevos equipamientos.

El objetivo de esa contratación fue que el experto brasileño pudiera cumplir con algunas tareas, para facilitar el desenvolvimiento de sus labores para el grupo en Uruguay, ya que la pandemia de covid-19 dificultaba su ingreso y egreso del país, señala también el escrito.

Durante su tiempo de trabajo en la empresa, el experto denunciado fue obteniendo cada vez más atribuciones volviéndose prontamente una persona de gran confianza para los más altos cargos de la multinacional. A consecuencia de esta posición que logró alcanzar, el consultor informático pudo ejecutar “un fuerte golpe, de características claramente delictivas”, en contra del grupo empresarial, señala la denuncia.

En términos generales, el experto informático comenzó a contactarse con clientes del consorcio internacional sin el consentimiento ni conocimiento de sus superiores, y también a copiar íntegramente los códigos de los productos desarrollados por el grupo.

En definitiva, el denunciado se valió de su posición en la empresa para apoderarse de servidores, productos desarrollados, contraseñas, dinero y otros bienes muebles, todo propiedad de la multinacional, agrega la denuncia.

En diciembre de 2021, el programador informático brasile-ño concretó el golpe que venía planificando contra el grupo empresarial desde hacía varios meses.

“Así fue que el susodicho (el consultor) se apoderó de todos los códigos e información vinculada al desarrollo del juego de bingo en línea sustrayéndolo del servidor de la empresa y pasando todo a uno nuevo al cual únicamente él tenía acceso”, explica el escrito.

Y agrega que, además, cambió las cuentas bancarias vinculadas al juego, para que los jugadores depositaran sus fondos en una cuenta a la que solamente él tenía acceso.

Finalmente, manteniendo el control absoluto y exclusivo del desarrollo del juego, el denunciado captó a todos los trabajadores contratados por la filial uruguaya. Estos presentaron su renuncia y pasaron a trabajar para el consultor brasileño.